(Minghui.org) Tengo 73 años y tuve la suerte de conocer Falun Dafa en enero de 1999. Solía sufrir muchos problemas de salud. Menos de un mes después de practicar Dafa, me había recuperado de todos ellos sin ningún tipo de tratamiento.
Dejé de guardar rencor a mi suegra
Mi suegra era la esposa de un funcionario del gobierno. Es muy guapa, parece muy joven y es carismática. Cuando mi marido y yo nos casamos, mi suegra sólo tenía 43 años. Tenía mal genio y era egocéntrica, por lo que siempre había peleas en la familia. Se peleaba con su marido (mi suegro) o con su madre, por no hablar de mí. Cuando eso ocurría, tomaba cualquier cosa que tuviera a mano y la utilizaba como arma. Recuerdo que una vez, si su marido no se hubiera esquivado rápidamente, le habría golpeado en la cabeza con un cuenco grande.
Nací en una zona rural y había tenido tan poca educación que podría ser considerada analfabeta. En comparación, la mujer de mi cuñado era universitaria. Por eso, mi suegra me despreciaba tanto y era especialmente grosera conmigo. No recibía nada bueno y tenía que hacer todas las tareas del hogar. Por ejemplo, ella les hacía ropa a mi cuñada y a mi cuñado y les regalaba cosas, pero no había nada para mí y yo no era más que un saco de boxeo en casa, una niñera gratis.
Mi suegra trabajaba en una universidad y tenía vacaciones de invierno y verano. Cuando estuve embarazada, me ocupaba de las tareas domésticas y tenía que hacer tres comidas al día. Pero ella descansaba en el sillón leyendo novelas y se negaba a ayudarme. Mi marido iba a la escuela en otro sitio y también trabajaba. Cuando estaba en la escuela, temía molestarle en sus estudios, así que nunca me quejé con él. Seguí de mal humor y me enfermé.
Un día de verano, a mediodía, mi cuñada me dio la espalda, quizá porque no le gustaba lo que había cocinado para comer. Cuando le hablé, me ignoró, así que pensé que tal vez no me había oído, pero estuvimos varios días sin hablarnos. Cuando mi suegro se enteró, me preguntó qué pasaba. Le dije que no sabía por qué, y que me ignoraba cuando le hablaba. Después de que mi suegro le preguntara por qué me ignoraba cuando le hablaba, ella se enfadó, y eso hizo que mi suegra se enfadara conmigo al enterarse. Yo estaba en el trabajo y no me enteré de eso.
En cuanto llegué a casa después del trabajo, mi suegra, que me había estado esperando, estaba de pie en la puerta. Recuerdo claramente que llevaba unos pantalones cortos y un chaleco. Tenía una mano en la cintura mientras me apuntaba con un dedo a la nariz, gritando: «¡Fuera de aquí! Esta es mi casa». Asustada por este repentino ataque y sin saber qué había pasado, me fui llorando. Mi abuela (la madre de mi suegra) me sujetó y me dijo: «¿No conoces el carácter de tu madre? A mí también me trata así, no sólo a ti. No seas como ella. Vuelve a casa. ¿Qué le pasará a tu hijo si te vas?».
Mi hijo necesitaba ser amamantado, llevaba medio día sin darle de mamar. Lloré mucho fuera, pero me di cuenta de que tenía que irme a casa por el bien de mi hijo. Cuando llegué a casa, mi suegra no se dio por vencida. Volvió a descargar su ira contra mí.
Cosas así ocurrieron muchas veces. Desarrollé un fuerte resentimiento hacia mi suegra y a menudo lo expresaba delante de mi marido. Él sabía que yo había sufrido muchos agravios y también conocía el temperamento de su madre, pero sólo podía compadecerse de mí en secreto y no podía decir ni una palabra.
Después de empezar a estudiar el Fa, el resentimiento de mi corazón, que era duro como el hielo, se derritió. Mi resentimiento hacia mi suegra desapareció, y en su lugar sentí lástima por ella. Me pareció increíble. Si no hubiera practicado Dafa, le habría guardado rencor por el resto de mi vida. Pensé que tal vez le debía algo de una vida anterior, y que sólo estaba pagando la deuda. Si no se lo debía, me había dado muchas virtudes a lo largo de los años. ¿No era algo grandioso? Tenía que darle las gracias.
El despertar de mi suegra
Mi suegra estaba profundamente envenenada por las mentiras y la propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh). Ella siempre se opuso a Dafa y a mi cultivación. Se negó a escuchar o leer los materiales de aclaración de la verdad e incluso dijo algunas cosas desagradables. Pensé que podría ser porque no había hecho lo suficiente para influir en ella, así que fui estricta en seguir los requisitos de xinxing de un cultivador, cuidé de ella en todos los sentidos, la respeté y le mostré la belleza de Dafa.
Mi suegra tiene ahora 91 años y goza de buena salud. A principios de noviembre del año pasado, sufrió una fea caída y ha estado postrada en cama durante un año. Sus dos hijos han fallecido y su hija está en el extranjero. La mujer de mi cuñado menor y mi suegra no se llevan bien. Tras el fallecimiento de mi suegro, la familia de mi cuñado menor casi dejó de relacionarse con ella, y sobre todo tras el fallecimiento de mi cuñado menor, su mujer ya no le presta atención. Yo soy una practicante y no puedo hacer eso. Considero que servir a mi suegra es una oportunidad para mejorar mi xinxing. Hago todo lo que puedo y lo afronto con una sonrisa. Cocino lo que ella quiere comer y nunca dejo que sufra ningún agravio.
Ella vio la belleza de Dafa en mí. Sinceramente, si no hubiera practicado Dafa, no la habría tratado así. Tal vez la habría ignorado como hizo la mujer de mi cuñado menor, o tal vez la habría llevado a una residencia de ancianos. Ahora ha pasado de oponerse a mi práctica a pedirme activamente que la practique. Un día me dijo que ella también quería practicar Falun Dafa. Le dije: «Claro, cuando se te cure la pierna, te enseñaré. Primero deberías leer el libro de Falun Dafa, Zhuan Falun».
Ahora mi suegra está leyendo Zhuan Falun por cuarta vez y también está dispuesta a leer los folletos de aclaración de la verdad. Un día, cuando la ayudé a levantarse de la cama, de repente dijo desde el fondo de su corazón: «Falun Dafa es realmente bueno». Ahora, está completamente de acuerdo que el PCCh es malvado y renunció su a membresía de la Liga de la Juventud y de los Jóvenes Pioneros (organizaciones del PCCh a las que se unió en su día). Dijo: «Creo que el PCCh está a punto de colapsar. Debería retirar todo el dinero del banco. Cuando colapsa, no nos dejarán retirar dinero».
Otro día, me elogió por ser mejor que su propia hija y me dio las gracias. Le dije: «No hace falta que me des las gracias. Dale las gracias a Shifu Li. Es Shifu quien me enseñó a hacer esto. Si no hubiera practicado Dafa, no te trataría así. Sabes que en el pasado estuve muy resentida contigo».
Inmediatamente puso las manos delante del pecho y dijo: «¡Gracias, Shifu!».
Seguí aclarándole la verdad y la persuadí para que escribiera una declaración solemne. Ya había intentado convencerla varias veces, pero nunca había accedido. Esta vez lo hizo. Le entregué la declaración solemne que había redactado de antemano. Tras leerla detenidamente, firmó sin dudarlo. La declaración solemne se publicó en el sitio web de Minghui. Me alegro mucho por ella.
Por supuesto, lo que he hecho no es suficiente. Aún estoy lejos de los requisitos de Dafa. Todavía hay muchos apegos que no han sido eliminados. Continuaré trabajando duro, mejorando constantemente mi xinxing, manteniéndome al día con el proceso de la rectificación del Fa, y regresando a mi verdadero ser con Shifu.
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