La experiencia de cultivación de una niña de nueve años

(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa de nueve años del norte del estado de Nueva York. Un día, mientras hacía el ejercicio de meditación, cuando mi madre estaba embarazada de mí, su tercer ojo se abrió y vio un emblema de Falun en mi estómago. Por lo tanto, creo que he estado cultivándome desde que estaba en el vientre de mi madre. Me he beneficiado mucho en la cultivación gracias a Minghui.org y me gustaría expresar mi gratitud. Aprendí lo difícil que es para los practicantes de Falun Dafa en China bajo el régimen del Partido Comunista Chino. A continuación, están mis experiencias recientes de cultivación. 

Mi ojo celestial se abre durante el envío de pensamientos rectos

Un día, estaba enviando pensamientos rectos junto a las escaleras de la sala de estar de mi casa cuando se abrió mi ojo celestial. El lugar donde estaba sentada se convirtió en un lago enorme sin olas. El agua era de un color azul brillante. Me senté dentro de una suave flor de loto rosa con dos capas de pétalos. Mi mano estaba en posición vertical para enviar pensamientos rectos. Llevaba una blusa azul con caracteres chinos amarillos que decían “Falun Dafa es bueno” y pantalones azul marino que solía usar durante mis clases de danza en el Centro de Evaluación de Competencia de Artística de Shen Yun. 

Pude ver a otra “yo” sentada en esta dimensión con el lago y la flor de loto. Esa “yo” tenía su ojo celestial abierto. Una luz dorada brilló desde arriba de mi cabeza. Vi a muchos seres divinos salir volando y dar vueltas alrededor de mi cabeza para formar un halo. Luego vi a Shifu salir volando y tomar las manos de la tercer “yo” y flotamos hacia el centro de todos los seres divinos. 

Shifu llevaba puesto el traje dorado de ejercicios que usaba en los videos de ejercicios introductorios. Mi cuerpo estaba muy relajado y mi mente estaba tranquila cuando tuve estas visiones. La visión desapareció cuando sonó la campana para enviar pensamientos rectos y cambiar la posición de la mano. Fue una experiencia verdaderamente asombrosa. 

Dos pruebas de carácter

Un día estábamos practicando una combinación de baile en la clase de danza cuando una de mis compañeras me reprendió y dijo que mis movimientos de baile estaban completamente mal. No estuve de acuerdo con ella. Me sentí muy molesta y comencé a llorar. 

Cuando terminó la clase de danza, me arrepentí de haber perdido la oportunidad de mejorar mi carácter. Más tarde esa noche, tuvimos un ensayo de danza para nuestro espectáculo de Dunhuang. Mi maestra me dijo que probablemente yo había sido una persona de Dunhuang en una vida pasada porque bailaba muy bien. Eso me hizo muy, muy feliz. Dejé que mi corazón se moviera una vez más.

De camino a casa, tuve tiempo de mirar hacia mi interior y encontré que todo eso eran apegos. Me di cuenta de que tanto “ser reprendido” como “recibir elogios” eran pruebas de Shifu. 

Antes de quedarme dormida, comencé a mirar hacia dentro nuevamente y me di cuenta de que ambas pruebas eran pistas que me daba Shifu para que percibiera mi apego a querer ser perfecta todo el tiempo. 

Primera vez en el escenario

Recuerdo que estaba muy nerviosa mientras practicaba para actuar en el escenario. Practicaba mucho para asegurarme de no cometer errores. Practicaba en clase y practicaba en casa una y otra vez. Incluso cuando no cometía errores, me aseguraba de completar los pasos de baile a la perfección. Seguí practicando en el camerino del teatro antes de que nos tocara actuar en el escenario. 

Cuando llegó el momento de actuar, no cometí ningún error y me sentí alegre y libre de preocupaciones. No tenía miedo escénico. Cuando salí del teatro esa noche, sentí que flotaba y volaba hacia el auto en lugar de caminar. “Mami, siento que estoy flotando en el aire”, le dije a mi madre. Ella dijo: “Esto es porque practicaste mucho. Shifu te está animando”. 

Encontrando dos apegos asociados

Un día, mientras estaba en clase de danza, mi madre y mi padre discutían. Mi madre decidió mirar en su interior mientras conducíamos hacia casa y yo decidí mirar en mi interior con ella. 

Me di cuenta de que tenía apego a menospreciar a otras personas. Despreciaba a mis padres por su pobre xinxing y me di cuenta de que también menospreciaba a los demás, incluso a mis mejores amigos. Cuando investigué más, encontré que la envidia estaba oculta. La razón por la que menospreciaba a los demás era que no quería sentirme inferior a ellos. 

Siempre me recuerdo que debo ser amable y estar feliz por los demás que están disfrutando de los logros o recompensas que yo deseo. Me digo a mí misma que tal vez la próxima vez sea mi turno. 

Los practicantes de Falun Dafa deben ser altruistas y poner a los demás primero. Si alguien quiere algo mío en el futuro, no se lo daré gratis (ya que es por su bien), sino que me ofreceré a intercambiarlo con ellos para que tengan la oportunidad de disfrutarlo de una manera en la que no pierdan la virtud. 

Gracias, Shifu. 

Gracias, compañeros practicantes. 

Si hay algo que no esté alineado con el Fa, por favor, tenga la amabilidad de indicarlo.