(Minghui.org) Soy un granjero de 75 años y he estado practicando Falun Dafa durante más de 20 años. Durante este tiempo, fui perseguido por el Partido Comunista Chino (PCCh) durante más de diez años. Fui torturado de más de una decena de formas, detenido ilegalmente ocho veces en un centro de detención y enviado a un campo de trabajos forzados dos veces. Me gustaría compartir mis experiencias de cómo Shifu me iluminó y me ayudó cuando fui perseguido durante esos más de diez años. También me gustaría compartir el milagro de recorrer miles de kilómetros en mi bicicleta para salvar a la gente.

Shifu ayuda a los practicantes

Muchos practicantes de Falun Dafa fueron retenidos en el centro de detención en el invierno de 2000, y la situación era muy grave. Cuando entré por primera vez, una voz me dijo: "Te daré cinco". No entendí lo que esto significaba. Como insistí en practicar Falun Dafa, un guardia ordenó a cinco reclusos de la celda que me golpearan y torturaran muchas veces. Pregunté por qué me golpeaban y me dijeron que no había razón. Me golpeaban mientras me negara a renunciar a mi creencia. Estaba confundido... ¿Cómo podía justificarse esto? ¿Tenemos que sufrir persecución y tortura solo porque seguimos los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser buenas personas?

Como resultado, en tres días, un guardia llamado Yang denunció a los cinco reclusos ante el director por golpear a un vecino del pueblo. Los sacaron a rastras de la celda, los esposaron y les pusieron grilletes y los obligaron a arrastrarse por el pasillo. El guardia también los azotó con un llavero atado a un cinturón. Se arrastraron de un lado a otro y fueron golpeados severamente. El guardia también usó la radio para decirle a cada celda: "Este es el destino de golpear a la gente". Esto sorprendió a la gente mala, y el subdirector más brutal incluso me transfirió a otra celda. Los reclusos de la nueva celda fueron todos muy amables conmigo. Sentí como si hubiera un poder invisible que controlaba a estas personas. Obedecían órdenes como marionetas. Creí firmemente que este poder provenía de Shifu, por lo que mi fe recta se hizo más fuerte y creí aún más en el principio de “el bien será recompensado y el mal será castigado”.

Un guardia siempre me dejaba practicar los ejercicios en la litera para evitar las cámaras de vigilancia, siempre que él estuviera de servicio. La última vez que me detuvieron, ese guardia me vio la segunda mañana que estuve allí. Les dijo a los que estaban en la celda que yo era su amigo y que era una buena persona. Les pidió a todos que aprendieran de mí y me cuidaran. Lamento no haber tenido tiempo para aclararle la verdad y ofrecerle mi ayuda para renunciar al PCCh, pero creo que tendrá un futuro brillante, ya que trata tan bien a los discípulos de Dafa.

Una vez no llevaba puesto el uniforme del centro de detención, y dos guardias me quitaron a la fuerza la ropa acolchada de algodón y me sujetaron a una argolla en el suelo. Me di cuenta de que mis malos pensamientos habían causado esto. Cuando entré en la celda, vi una gran argolla de hierro en la litera y pensé: “Esa argolla de hierro fue preparada para mí”. Eso es todo, realmente estaba encerrado. Por la noche, en la fría litera de madera, vestía un abrigo de una sola capa y estaba sentado sobre ropa y pantalones que me había dado un recluso, para meditar y hacer los ejercicios. Tan pronto como me calmé, sentí una corriente cálida que bajaba desde lo alto de mi cabeza y fluía por todo mi cuerpo. Me sentí cálido, relajado y cómodo. ¡La belleza de esa experiencia está más allá de las palabras! Pensé: “¡Este es Shifu dándole poder y bendición a su discípulo, animándome!”. Dije en mi corazón: “Gracias, Shifu por tu iluminación”.

Una vez, cuando estaba encarcelado en el campo de trabajo, caminábamos de regreso desde la plaza hacia mi celda y yo estaba en el medio de la fila. Miré hacia arriba y vi que cada practicante de Dafa que estaba frente a mí tenía un Falun blanco con una luz plateada girando horizontalmente sobre su cabeza. Pensé que tenía los ojos borrosos, así que me los froté y miré de nuevo. Fue real. Rápidamente miré hacia atrás y vi que todos los practicantes detrás de mí también tenían uno en la cabeza, pero los otros reclusos no. Se lo dije a los practicantes que estaban a mi alrededor, pero no pudieron verlo. El Falun giró durante varios minutos antes de desaparecer. Me di cuenta de que esta era la forma en que Shifu alentaba a los practicantes a mantener pensamientos rectos y no aflojar.

En otro lugar donde estuve retenido, había un instructor de prisión de unos cincuenta años. Como me negué a hacer el trabajo duro, me llevó a su oficina y me golpeó. Poco después, cuando salió del trabajo, tomó un autobús de cercanías de regreso a la ciudad. A mitad de camino había un puente sobre el río. Tenía que orinar, así que el autobús se detuvo en el puente y de alguna manera se cayó. Resultó gravemente herido y tuvo que recuperarse durante varios meses antes de volver al trabajo. Los guardias y los reclusos hablaron de ello en privado, diciendo: "Fue castigado por sus malas acciones". Desde entonces ha cambiado mucho su actitud.

Viajando miles de miles de kilómetros para distribuir materiales de aclaración de la verdad

Tras regresar a casa después de estar en prisión, además de dormir y comer, pasé mi tiempo estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Básicamente me había recuperado en poco más de un año. Mi cabello gris se volvió negro y ya no necesito anteojos para leer.

Solo había unos pocos practicantes en mi área y era difícil obtener información actualizada. Sentía que no podía seguir el progreso de la rectificación del Fa, y mucho menos aclarar la verdad a la gente. Un pensamiento vino a mi mente: “¡Shifu! ¿Qué debo hacer? ¿Tengo que mudarme?”. Unos meses después, por arreglos de Shifu, nos mudamos a la ciudad con mi anciano padre. A partir de entonces, me sumergí con más entusiasmo en la validación del Fa.

En la ciudad, aprendí más sobre la cultivación y la validación del Fa. Sabía que nadie estaba aclarando la verdad a la gente de las zonas rurales, así que reparé mi bicicleta de segunda mano y comencé el viaje con las herramientas para salvar a la gente: pegatinas, CD y Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.

Entregué materiales de aclaración de la verdad a cada hogar y presenté los materiales a medida que los entregaba. Pude entregar docenas de materiales a cada aldea. Cuando tenía hambre, compraba comida en el supermercado para el almuerzo. Cuando estaba cansado, me sentaba al costado del camino para descansar. En promedio, viajaba alrededor de 160 kilometros (100 millas) por día. Cada día, cuando regresaba a casa, dibujaba la ruta que había tomado en un papel e hice un mapa aproximado. Incluía los nombres de las aldeas, el número de caminos, cómo llegar y qué caminos eran más fáciles de recorrer. Después de tres o cuatro días de entregar materiales, descansé en casa durante un día, estudié más el Fa y ajusté mi estado antes de salir a entregar materiales nuevamente.

Durante dos años, anduve en bicicleta y básicamente viajé por todos los pueblos de mi zona, recorriendo unos 16.000 kilómetros (10.000 millas). La bicicleta se asimiló a Dafa y se convirtió en mi instrumento del Fa, un corcel fino y precioso, que hizo grandes contribuciones para salvar a los seres conscientes. El mapa que dibujé fue utilizado más tarde por otros practicantes para validar el Fa y salvar a la gente.

Una noche, junto con otros tres practicantes, fui en motocicleta a distribuir materiales de aclaración de la verdad y colgar carteles en una zona rural a cientos de kilómetros de distancia. Esa noche, pusimos en práctica nuestras extraordinarias habilidades y logramos resultados que superaron nuestras expectativas.

Dos semanas después, una amiga de un compañero practicante que vivía en ese pueblo nos contó lo que escuchó cuando salió a la calle una mañana. Todos hablaban. Una persona dijo: “Miren, Falun Dafa es realmente asombroso. ¿Cómo colgaron el cartel tan alto? ¡Los materiales estaban clavados en la puerta de mi casa!”. Otra persona dijo: “Yo también los tengo. ¿Cuántas personas vinieron a hacer esto? ¿Hubo ayuda divina? Si ese es el caso, la reputación de Falun Dafa debería ser restaurada”.