Un sueño me animó a cultivarme diligentemente

(Minghui.org) Hace poco tuve un sueño increíble. Fui a un mundo muy hermoso y vi muchos edificios palaciegos y el color era como el nuevo verde de la primavera. Todos los palacios emanaban una luz dorada. Los palacios eran infinitos, majestuosos y espectaculares. Cada palacio también tenía asientos VIP, pero muchos de ellos estaban vacíos.

En ese momento, un artista de Shen Yun vino y con entusiasmo me mostró los alrededores. Viajamos por todas partes.

Cuando entré por primera vez a ese mundo, el artista de Shen Yun abrió un folleto, miró los nombres que contenía y dijo: Tu nombre puede cambiarse a “Zhen” (Verdad).

Me quedé allí durante mucho tiempo, paseando y contemplando los exquisitos edificios; incluso los detalles de los edificios, incluidas las tallas de las vigas, se podían ver claramente. No me cansaba. ¿Cómo podría existir un lugar tan hermoso?

De repente, una estridente alarma me despertó. Abrí los ojos, miré al techo y suspiré impotente: Ay, ¿adónde se fue mi palacio?

Antes de tener este sueño, me di cuenta de que todavía necesitaba mejorar mi cultivación, así que me concentré en rectificarme. Mi enfoque es muy simple. Hago lo que dice Shifu. Ya sea estudiando el Fa, practicando los ejercicios o cuando encuentro problemas al cooperar en proyectos, trato de no agregar pensamientos e ideas humanos. Me comporto según el Fa. Cuando hablo con familiares y amigos, también presto atención a mi habla y evito decir cosas que no debería. En la medida de lo posible, mis palabras y acciones se basan en el Fa. Este es el requisito de la cultivación que entiendo en este momento.

Parece simple, pero en el proceso descubrí que cultivé la compasión y la tolerancia.

Sólo lo hice durante unas semanas, cuando tuve este hermoso sueño. Nunca pensé que recibiría un estímulo tan grande.