(Minghui.org) Después de haber asistido a las conferencias de Shifu en 1994, comencé a practicar Falun Dafa. Me tomó mucho tiempo entender realmente de qué se trata la cultivación, y me siento avergonzada cuando pienso en todos los años que perdí. El proceso de mi cultivación ha sido como desprenderme de capas de apegos y nociones negativas.
Siempre pensé que era una buena persona porque no guardaba rencor hacia los demás. Sin embargo, al estudiar el Fa, me di cuenta de que tenía muchos apegos y de que me había afectado la cultura del Partido Comunista Chino (PCCh). Tenía mucho que mejorar.
Al leer Zhuan Falun y otras conferencias de Shifu y artículos de las experiencias que comparten los practicantes en el sitio web Minghui, tuve algunos nuevos entendimientos sobre lo que significa cultivarse. Aprendí a buscar mis apegos reflexionando sobre las pequeñas cosas que sucedían en mi vida diaria. Cuando me encuentro con un problema, lo primero que hago es revisarme y ver si me he desviado del Fa. A veces soy capaz de encontrar el problema, pero otras veces no puedo. Ahora entiendo lo que significa cultivarse genuinamente: necesito reflexionar sobre todo lo que encuentro y eliminar mi sentimentalismo y pensamientos humanos.
Me gustaría contarles algunas de mis experiencias recientes.
Eliminar mi mentalidad de sermonear y corregir a los miembros de mi familia
Yo me ocupo de la casa. Cuando mi hija era pequeña, yo estaba ocupada administrando sus tareas escolares y su vida futura, y tenía una gran sensación de estar cumpliendo. Feliz e incansable, me ocupaba de todas las necesidades de mi familia. Incluso los problemas de mis padres eran mis preocupaciones. Pensaba que lo estaba haciendo muy bien: tenía una buena hija; era una madre amable y una esposa amorosa. Sentía que era generosa y tenía un fuerte sentido de la justicia.
Sin embargo, después de que comencé a practicar Falun Dafa, me di cuenta de que todo mi arduo trabajo tenía poco impacto. Mi hija es mayor de edad y tiene su propia vida. A pesar de que ella no decía mucho, mis "palabras de cuidados" eran una gran carga. Lo que es más, mi actitud autoritaria le quitó la capacidad de pensar por sí misma.
Sermoneaba a los demás y les imponía mi opinión a través de mis fastidios interminables. A menudo le decía a mi esposo lo que debía y lo que no debía hacer. Yo tenía buenas intenciones, pero a veces él se impacientaba y decía: "¡Primero, hazte cargo de ti misma!". Me sentí con una mala cualidad de iluminación.
Lo que estaba haciendo reflejaba mi falta de respeto por los demás. Cada uno tiene su propia vida. Incluso si creemos que lo que hacemos está basado en el Fa, los demás necesitan tiempo para llegar a su propio entendimiento. Además, como cultivadora, ¿cómo puedo estar segura de que estaba en lo correcto? Con el fin de hacer que los demás estuvieran de acuerdo conmigo, los sermoneaba para lucirme. Sentía que mi entendimiento era mejor que el de ellos. Ignoraba mis apegos de presumir, fanatismo y ser controladora.
Quería hacer planes para los demás de acuerdo con lo que veía a mi nivel, lo cual no es la verdad absoluta. Cada uno tiene su propio destino. ¿No era esta la mentalidad del PCCh? ¿Por qué deberían obedecerme los demás?
Eliminar mi apego de querer juzgar a los demás
Mi hija señaló un auto y preguntó: "Mamá, ¿es ese auto bonito?".
"¡Feo, no me gusta el frente!". Respondí sin pensarlo dos veces.
Riendo, mi hija dijo: "Mira nuestro auto".
El coche en el que íbamos pertenecía al novio de mi hija, que era el mismo modelo de coche que mi hija estaba señalando. Su novio se limitó a sonreír.
¿No estaba juzgando a los demás en base a mi opinión? Afortunadamente, el joven no estaba molesto conmigo. El comentario que hice expuso mi deseo de criticar a los demás en función de mis propios intereses. ¡Shifiu estaba usando las palabras de mi hija para señalarme esto! Mi temperamento arrogante todavía estaba allí, y también me di cuenta de que no estaba cultivando mi habla.
En otra ocasión, les repetí a mis hijos las palabras de un comercial en inglés. Me dijeron que lo había dicho mal. La siguiente vez que vi el comercial, repetí la frase de nuevo. Insistí en que estaba en lo cierto y que deberían comprobarlo ellos mismos. Cuando me mostraron el comercial en un celular, yo había dicho mal la frase. Reconocí mi error. Sabía que era mi afán por demostrar que estaba en lo cierto.
Soy tímida e introvertida, así que soy demasiado cautelosa. En el trabajo, solo sigo las rutinas establecidas. Esto me funcionaba bien antes de mi cultivación. Cuando me encontraba con conflictos, analizaba en exceso las situaciones en función del riesgo y el beneficio. Cuanto más lo pensaba, más egoísta me volvía. Al final, tenía miedo de hacer muchas cosas que quería hacer.
Recientemente encontré muchas cosas sobre las que tenía que tomar decisiones. La forma en que elijo se basa en el Fa, y en si el asunto afectará el hacer bien las tres cosas. Venimos a este mundo para cultivarnos y ayudar a Shifu con la rectificación del Fa. Todo lo demás gira en torno a esto. Cualquier cosa que cause interferencia es incorrecta. De este modo, ahora puedo ver claramente mi comportamiento en situaciones difíciles.
Shifu dijo:
“Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa, y cada vez que se presenta un problema piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema. Por consiguiente, debes refinar gong según estándares altos, exigirte con estándares aún más altos” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Cuando reflexiono sobre mí misma basándome en el Fa, me doy cuenta de que todavía tengo muchos apegos. Por ejemplo, culpar a los demás, sentir aversión por las personas que no apruebo, sentir indignación, depender de los demás, la pereza y el miedo.
Después de identificar estos apegos, me recordé que necesitaba dejarlos ir. Mi corazón se sintió tranquilo y puedo ocuparme de los asuntos con una mente genuina y abierta. Ya no me enfoco en pérdidas y ganancias triviales, y está bien para mí dar más de lo que recibo. Ahora todo va bien, y los miembros de mi familia y yo, nos llevamos mejor.
He tenido muchas oportunidades de iluminarme en mi camino de cultivación, y todavía tengo muchos apegos que necesito eliminar. Shifu me ayuda y me señala dónde tengo que mejorar.
Agradezco a Shifu por su compasión.
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Categoría: Mejorándose uno mismo