(Minghui.org) He estado practicando Falun Dafa durante 25 años. A lo largo del camino, he atestiguado muchas cosas asombrosas y también manifestaciones del poder ilimitado de Dafa.

Hace muchos años, un policía vestido de civil me seguía mientras repartía CDs de Shen Yun. Me arrestaron y me llevaron a una oficina en un jardín. Este policía vestido de civil tenía una mirada feroz en sus ojos. Me amenazó: "Hoy no podrás escapar". Recordé lo que dijo Shifu:

“...enfréntense a la gente diabólica con pensamientos rectos a todo tiempo. No importa cuál sea la situación, no cooperen con las demandas, órdenes e instigaciones del mal” (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras Esenciales para mayor avance (II)).

Pensé: "¿Para qué huir? Si quiero irme, me iré con dignidad". Miré a los ojos de la persona vestida de civil y desmantelé a todos los seres malvados y factores en otras dimensiones que le estaban haciendo participar en la persecución a los Dafa dizi. La malicia en sus ojos se disipó gradualmente. Su discurso se volvió un poco incoherente. Rebuscó en mi bolso y dijo: "El peor resultado hoy es que dejes tu nombre y dirección para asegurar que yo pueda encontrarte más tarde".

Continué mirándolo a los ojos y sonreí: "¿Por qué querríamos el peor resultado? Déjame ir ahora. Ocupémonos cada uno de sus propios asuntos. Todavía estaba hurgando en mi bolso, así que pensé: "No toques nada mío". Como resultado, ignoró mis documentos personales y otras cosas. Solo encontró el sello de otra persona en mi bolso y corrió a la oficina como si hubiera encontrado un tesoro para verificar mi información. Quería aprovechar la oportunidad para irme, pero si caminaba por la entrada principal, tendría que pasar por la oficina. Al entrar en el patio, pensé: "Si tan solo hubiera una puerta trasera. Ojalá hubiera alguien a quien pudiera preguntarle. Entonces vi a un hombre salir de la nada con un cubo de agua. Me apresuré a susurrar: "¿Hay alguna otra puerta en este patio por donde pueda salir?". El hombre señaló detrás de él y dijo: "Hay una puerta trasera para salir". No lo dudé y me fui sin mirar atrás.

En otra ocasión, compañeros practicantes y yo fuimos a un parque a pegar carteles de aclaración de la verdad. Los guardias de seguridad nos siguieron y denunciaron, y luego nos arrestaron y nos llevaron a una comisaría. En la comisaría, una mujer policía me preguntó repetidamente de dónde habían salido mis materiales. Recordé las enseñanzas de Shifu:

“No importa cuál sea la situación, no cooperen con las demandas, órdenes e instigaciones del mal” (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras Esenciales para mayor avance (II)).

No respondí en absoluto. Ella dijo un poco ansiosa: "¿Por qué estás así? ¿Por qué no dices una palabra cuando te preguntan?". —Susurré—: Mi Shifu dijo:

“Soy una persona que lo que no deseo decir, puedo no decirlo” (Octava Lección, Zhuan Falun).

La mujer policía se quedó atónita por un momento, luego se dio la vuelta y se alejó. Nadie me hizo ninguna pregunta después de eso.

Un día de enero de 2023, me denunciaron mientras persuadía a la gente para que renunciara al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas. No me di cuenta de que había sido reportada, así que cuando la policía me citó, no supe qué fue lo que causó este repentino incidente. Esto fue durante la pandemia de COVID. Los policías acababan de infectarse con el virus y aún no se habían recuperado. Pensé que ya que estaba allí, sin importar la situación a la que me enfrentara, tenía la responsabilidad de salvarlos. Cuando me preguntaron si alguna vez le había pedido a alguien que renunciara al PCCh en un día determinado del mes, les dije que me reúno con mucha gente todos los días y no recuerdo qué le dije a quién. Me preguntaron que si estaba en contacto con tanta gente todos los días, ¿les contaba a todos sobre Falun Gong y les pedía que renunciaran al Partido? Luego me preguntaron a cuántas personas les había pedido que renunciaran al PCCh en un día determinado.

Yo dije: "Aunque practico Falun Dafa, trabajo y vivo normalmente. Es imposible para mí hablar con todo el mundo sobre estos temas. Hay dos situaciones: una es que algunas personas perciben que no he envejecido mucho durante tantos años y mi salud siempre ha sido muy buena, así que con curiosidad me preguntan, cómo mantengo mi salud. Por ejemplo, muchas personas se han infectado con el virus, y yo he estado en contacto con muchos pacientes todos los días, pero no me he infectado, por lo que la gente me pregunta qué tipo de panacea tengo. Les digo: 'Estoy tan bien porque practico Falun Dafa. Hago las cinco series de ejercicios todos los días. Tengo la guía de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Me enfrento a la vida con sinceridad, bondad y tolerancia, y vivo una vida relajada y tranquila. ¡Por supuesto que estoy sana!”.

"Hay otra situación en la que menciono a Falun Dafa. Soy médica. Inevitablemente me encuentro con algunos pacientes en estado crítico durante mis consultas diarias, pero mis métodos de diagnósticos y condiciones de tratamiento son limitados. No puedo tomar medidas de emergencia de manera oportuna como en un gran hospital. En tal caso, no puedo ver que, la muerte se acerca a mis pacientes sin salvarlos. Primero debo salvar a la gente. Así que les digo que reciten las frases: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'. Si siguen mi sugerencia, sus enfermedades se curan sin excepción".

Varios policías me escucharon y se quedaron en silencio un rato. Uno de ellos me preguntó: "¿No estás infectada?". Le dije: "No, no tengo esos síntomas". Volvieron a guardar silencio durante un rato, y luego otro policía me preguntó: "¿De verdad funciona lo que acabas de decir sobre recitar las frases?". Le dije que de verdad funciona. Les di algunos ejemplos más, de mis experiencias personales. Un policía me preguntó qué son esas frases. Dije: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Él las recitó y dijo: "Ustedes están tratando de salvar a la gente. Nadie puede decir que está mal. Pero alguien la denunció, porque usted le pidió a la gente que renunciara al PCCh. Por favor, recuerde lo que le dijo a la gente ese día". Le dije que no me acordaba. Me dejaron ir a casa esa tarde.

Cuando llegué a casa, reflexioné sobre por qué me había encontrado con este incidente. Me di cuenta de que había estado haciendo las tres cosas de manera constante bajo la protección de Shifu a lo largo de los años, por lo que, sin darme cuenta, había desarrollado un sentido de complacencia. Sentía que me había ido bien en la cultivación. Debido a la pandemia, mi carga de trabajo había aumentado mucho de repente, por lo que había aflojado en mi estudio del Fa y en la práctica, y no lo había hecho bien esclareciendo la verdad. Al darme cuenta de estos problemas, me dije, que nunca debo aceptar los arreglos de las viejas fuerzas y que nunca debo permitir que mi ambiente de cultivación sea alterado.

Al mediodía del día siguiente, me citaron ilegalmente por segunda vez. Decidí negar todo esto con pensamientos rectos y seguir las enseñanzas de Shifu de no cooperar con las demandas del mal. Debido a que no cooperé en absoluto, se portaron de manera agresiva. Les dije que no cooperaría más con ellos, porque habían interferido con mi trabajo y mi vida habituales. Condujeron hasta mi lugar de trabajo y me arrestaron por la fuerza. En la comisaría me leyeron un aviso ilegal de detención. Protesté por sus actos ilegales.

Un hombre me llamó por mi nombre y me dijo: "Cultivas la Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¿Te atreves a decir que nunca le has pedido a nadie que renuncie al PCCh? Me quedé atónita por un momento, sin saber cómo responder a esta pregunta. Miré al hombre y le pregunté a Shifu con seriedad en mi corazón: "Shifu, ¿qué debo hacer? ¿Cómo debo responder?" Si simplemente estuviera haciendo cultivación personal, no habría dudado en asumir todas las consecuencias, pero soy una Dafa dizi durante el período de la rectificación del Fa. Si dijera que sí y les diera la oportunidad de perseguirme, ¿cómo podrían salvarse?

Una frase golpeó mi mente en ese momento: "¡También hay compasión en la verdad!". Me di cuenta: "¡Sí, hay compasión en la verdad! Hoy, ejerceré la compasión con sinceridad y no dejaré que el mal se aproveche de ningún resquicio. Nunca permitiré que los seres conscientes cometan crímenes contra Dafa. Tengo como guía los principios de alto nivel de Shifu; ¿Cómo puede el mal tratar de atraparme con el razonamiento de la gente común?".

Miré al hombre a los ojos y le dije: "¡No!". Perdió por completo su arrogancia y tartamudeó: "Tienes que admitirlo. Si no lo hiciste, ¿por qué la gente te denunció? ¿No estás practicando Falun Gong? ¿Te hicieron daño? Le dije: "¿Dijiste que alguien me denunció? Tienes que tener pruebas, de lo contrario estás dejando que un denunciante me ataque". Dijo que no me dejaría saber quién me había denunciado. Le dije: "Tú no juzgas las cosas con equidad en absoluto. ¿Estás tratando de incriminarme, ya que me arrestaste sin pruebas? ¿Por qué hiciste esto?". Él dijo: "No, no, no, solo estoy haciendo mi trabajo, no hay nada personal en ello". Le dije: "No digas que no hay nada personal. Tu juicio personal sobre este asunto y tu actitud hacia Falun Dafa son importantes. ¿Puedes decir que no tiene nada que ver contigo?". Su rostro cambió y su cabeza se inclinó. Algunos policías más trataron de obligarme a responder a sus preguntas. Me adherí al principio de no cooperar en absoluto. Al final, bajo la guía de Dafa, desmantelé por completo esta actuación malvada. Esa tarde salí de la comisaría de manera digna.

Durante estas experiencias, pude recordar el Fa de Shifu o pedirle ayuda para evitar que la policía cometiera crímenes contra Dafa y reducir mis faltas en el camino de la cultivación. Pero no logré aclarar la verdad sobre Dafa de una manera racional y bien fundamentada, como lo han hecho algunos compañeros practicantes. Simplemente hice lo que pude basándome en mis habilidades y mi comprensión del Fa en ese tiempo. Dafa manifestó su gran poder. Tenía la idea de no dejar que la gente cometiera delitos, y el resultado fue que la policía jugó un papel muy positivo.

Mi esposo no se cultiva. Siempre se ha quejado de mi cultivación, pero esta vez no cooperó con el mal y me rescató activamente de la estación de policía. Llamó a los departamentos pertinentes para denunciar su comportamiento ilegal, y esto disuadió efectivamente al mal.

Lo anterior, son algunas de mis experiencias de cultivación. Pido sinceramente a mis compañeros practicantes que sean compasivos y me corrijan si hay cualquier deficiencia. ¡Espero que podamos recordarnos unos a otros, trabajar juntos y tomar el camino recto de la cultivación! ¡Gracias Shifu, por tu protección durante todo el camino! ¡Gracias, compañeros practicantes, por su ayuda!