(Minghui.org) Entre 2020 y 2023, me arrestaron, me aplicaron una sentencia suspendida y me revocaron la libertad condicional, pero no estuve ni un solo día en prisión. Quiero compartir lo que sucedió en ese tiempo.
Detenida y condenada a una sentencia suspendida
A principios de 2020, alguien me denunció a la policía cuando le aclaré la verdad sobre la persecución a Falun Dafa. Me condenaron a una pena suspendida de tres años, y el tribunal me puso bajo "estricta vigilancia" con el cargo de "sabotear el cumplimiento de la ley". Las autoridades me dijeron que debía entregar dos "informes de pensamiento" cada mes y enviarían a dos funcionarios a mi casa dos veces al mes. También intervinieron mi teléfono celular y me dijeron que tenía que responder a sus videollamadas cada vez que llamaran para que pudieran verificar que estaba en casa. Esto era para evitar que saliera a difundir la verdad sobre Falun Dafa.
Sufrí una inmensa tensión y estrés. Al mismo tiempo, sabía que salvar a la gente era mi misión, así que tenía que encontrar oportunidades para escabullirme y hablar a la gente sobre Falun Dafa. Cuando me sentía agotada, recordaba las palabras de Shifu:
“Esclarecer la verdad es la clave” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta, 2003, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IV).
Decidí escribir una carta al director de justicia local encargado de las condiciones de mi sentencia para decirle lo bueno que es Falun Dafa y rectificar las condiciones opresivas.
Escribí sobre los valores universales que enseña Falun Dafa y sobre cómo al seguir la práctica mejoró mi salud mental y física. Añadí detalles sobre la persecución que han sufrido los practicantes durante años. La carta era bastante larga, pero aún tenía más que decir, así que escribí “continuará” al final, pensando en permitir que los funcionarios la leyeran primero y ver qué decían antes de enviársela al director.
Les entregué la carta a los funcionarios la siguiente vez que vinieron a verme. Al día siguiente, el director llamó a mi casa y dijo a mi familia que fuera a su despacho. Mi hija fue al día siguiente. El director estaba indignado por la carta y le regañó. Amenazó con denunciar mi caso a las autoridades superiores.
Shifu dijo:
“...sólo permaneciendo inamovibles podrían manejar todas las situaciones” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá, 2005, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. V)
Miré en mi interior y descubrí que el pensamiento “que la lean primero los funcionarios y a ver qué dicen” no era recto, pues dejaba que las viejas fuerzas se aprovecharan de mi brecha.
Desde esa noche, envié pensamientos rectos hasta el mediodía del día siguiente para eliminar los elementos malignos que controlaban la administración de justicia local. Fui a la Oficina de la Seguridad Social con mi hija y, cuando llegamos, el director y sus funcionarios se comportaron de forma tranquila y razonable. "Si crees que la práctica es buena, practícala en casa. Pero no salgas a crear problemas. Si te descubrimos, irás a la cárcel", me advirtieron.
Durante un tiempo, su actitud mejoró. Incluso me eximieron de las obligaciones que debía cumplir durante mi libertad condicional. Aparte de las personas que venían a mi casa a acosarme, pude seguir haciendo lo que hacía para salvar a la gente.
Detenida de nuevo, contándole los hechos al juez
A principios de 2021, la policía irrumpió en mi casa y me detuvieron. Un hombre reportó que yo le había hablado de Falun Dafa a su hija en un supermercado seis meses atrás. La policía obtuvo mi imagen de las cámaras de vigilancia del supermercado. Fui detenida durante la noche, me pusieron una multa de 5.000 yuanes (aprox. 705 dólares) y quedé en libertad bajo fianza a la espera de juicio.
La oficina judicial presentó una orden para revocar la sentencia suspendida de tres años que me habían impuesto en mi caso anterior. Las autoridades de los organismos jurídicos y judiciales citaban todos los días a miembros de mi familia para amenazarles. Mi hija y mi esposo lloraban, creyendo que iría a la cárcel, y mi hijo predijo que no sobreviviría en prisión. Lo sentí por ellos, pero decidí continuar con la práctica y seguir las disposiciones de Shifu.
Ningún abogado aceptaba mi caso debido a la persecución a mi fe. Le dije a Shifu: “La cárcel no es lugar para mí; allí no puedo estudiar el Fa y hacer los ejercicios, y las viejas fuerzas intentarán acabar con mi vida". Le pedí a Shifu que me ayudara a mantenerme fuera de prisión. Aquella noche no dormí. En lugar de eso, estudié el Fa, hice los ejercicios, y envié pensamientos rectos.
Escribí una carta de apelación y se la entregué al procurador. La leyó y dijo que investigaría y que no me acusaría injustamente. Unos meses después, escribí una carta al juez denunciando la conducta ilegal de la policía. El juez la leyó y me hizo varias preguntas.
Decidí no contratar a un abogado. No había infringido ninguna ley ni cometido ningún delito. Me centré en leer los artículos que los practicantes compartían en Minghui.org detallando cómo habían manejado situaciones similares y usé las plantillas que subieron para redactar mi declaración de defensa. Rechacé el asesoramiento jurídico que me proporcionó el tribunal.
En un sueño, Shifu me mostró una montaña y me dijo que, si la superaba, pronto estaría en casa. Cuando me preguntó si me atrevía a escalar la montaña, le dije que lo haría sin dudarlo.
Los practicantes locales enviaron pensamientos rectos para mí el día de la audiencia. Entré en la sala con calma y con bondad en mi mente. El juez volvió a preguntarme si quería un abogado y le dije que no era necesario. Entregué al juez mi declaración de defensa, que más tarde le entregó al procurador.
Después de que el procurador leyó el acta de acusación, el juez me hizo leer mi declaración de defensa. Negué todos los cargos que me imputaron y expliqué cómo Falun Dafa había mejorado mi salud y me había convertido en una persona bondadosa y desinteresada.
Apenas terminé de hablar, el juez dictaminó que debía quedar en libertad sin cargos. El juez me acompañó fuera del juzgado y me dijo que mi declaración tenía sentido.
Sentencia suspendida revocada
A principios de 2023, me notificaron que mi sentencia suspendida había sido revocada, y que la sentencia de dos años y medio debía cumplirse inmediatamente. La Oficina de la Seguridad Social no perdió tiempo en suspender ilegalmente mi pensión. El tribunal emitió el documento oficial de la decisión un viernes, y la policía llegó a recogerme el lunes siguiente.
Cuando entré en el vehículo de la policía, un agente me entregó una orden de detención y me dijo que me llevarían a un reconocimiento médico antes de ingresarme en un centro de detención. Les dije que no había hecho daño a nadie ni había cometido ningún delito por hablar a la gente sobre Falun Dafa y que se suponía que debían proteger y servir y no detener a una persona inocente.
Me llevaron a la comisaría y me negué a responder cualquier pregunta. Declaré en voz alta: "¡Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!”. Envié pensamientos rectos sin parar. Un oficial me llevó a la enfermería. Me negué a hablar con él y pensó que me encontraba mal. Unas horas después, me preguntó: “¿Quieres irte a casa?”. Asentí con la cabeza y ese mismo día me llevaron a casa.
Shifu me protegió para que no tuviera que pasar ni un solo día en la cárcel. Las viejas fuerzas malignas siguen persiguiéndonos, pero estaremos seguros mientras recorremos el camino a casa escuchando a Shifu y estudiando bien el Fa.
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