(Minghui.org)  ¡Saludos, venerable Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Empecé a practicar Falun Dafa hace más de 20 años. Vivía en Beijing, y mi madre trajo a casa una copia del libro Zhuan Falun, que entonces era un éxito de ventas. No importa cuánto haya ganado, o cualquier progreso que haya hecho, todo es gracias a Dafa. La compasión de Shifu es tan grande que es difícil expresarla con palabras. Me gustaría contarte algunos de mis recientes entendimientos.

Siempre creí que los cultivadores no tenían resentimiento porque todos intentamos ser compasivos y tolerantes, así que ¿cómo podríamos sentir resentimiento? Hace unos años, otra practicante me dijo que estaba intentando eliminar su resentimiento. Me sorprendió, porque la consideraba amable y humilde. No creía que estuviera resentida con nadie.

Durante mucho tiempo ignoré mis sentimientos de resentimiento. Creo que había dos razones para ello. En primer lugar, sentía que Shifu no hablaba específicamente de este apego, por lo que no comprendía su gravedad. En segundo lugar, es difícil detectarlo porque las cosas que causan el resentimiento pueden haber existido durante años.

Los recuerdos me persiguen

Confundí algunos viejos recuerdos de la infancia con simples sucesos desafortunados, pero pensaba en ellos repetidamente. Esas semillas podridas echaron raíces en mi corazón y, años después, «coseché» un pesado montón de cosas malas. Ahora que por fin las reconozco, quiero limpiarlas y deshacerme de ellas por completo.

Mi padre me discriminó desde que nací. A menudo me pegaba, regañaba y humillaba verbalmente, lo que me dolía profundamente. Cuando falleció en 1990 sentí que el cielo se derrumbaba. En aquella época, las familias seguían siendo muy tradicionales y el padre era quien mandaba.

Nunca odié a mi padre, pero a menudo me preguntaba por qué me trataba tan mal. ¿Era porque estaba enferma y sufría? ¿Era porque yo era la segunda hija y, debido a la política de «hijo único», él no podía tener un hijo? ¿Porque no era atractiva ni me portaba bien?

Desarrollé un complejo de inferioridad. Era tímida cuando me relacionaba con los demás. Sentía que no me querían. Pensaba que la situación cambiaría cuando creciera, pero no fue así. Siempre me sentía segura de mí misma en la superficie para encubrir mi ansiedad.

Si no hubiera tenido la suerte de conocer Falun Dafa y practicarlo, no habría podido curar mi trauma infantil en esta vida.

Mis preguntas obtienen respuesta

Shifu dijo:

“Durante el xiulian, cuando estás lidiando específicamente con conflictos o cuando otros te tratan mal, pueden existir dos clases de situaciones: una es que posiblemente tú hayas maltratado a esa persona en tu vida anterior; sin embargo, tu corazón está muy desequilibrado: «¿Cómo me trata así?». Pues, ¿cómo trataste tú a esa persona antes? Dices que en aquel entonces no sabías y que en esta vida no importan los asuntos de ese otro periodo de vida; eso no va de ninguna manera” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Tuve un sueño muy vívido después de la muerte de mi padre. Corría hacia un edificio de color rojo sangre. Se abría una puerta y veía a un hombre calvo, musculoso y ensangrentado a punto de levantarse. Me abalancé sobre él y lo maté abriéndole la parte superior de la cabeza. Luego me di la vuelta y hui. El sueño fue estremecedor, y sentí vagamente que la persona que maté tenía algo que ver con mi padre.

Poco después de empezar a practicar Falun Dafa, tuve otro sueño vívido. Vi a mi padre sosteniendo un bastón y subiendo una montaña. Ya no parecía enfermo, parecía un inmortal. Hice un gran ramo de flores de ciruelo y se las entregué. Tomó las flores y siguió caminando alegremente montaña arriba. Cuando me desperté, sentí que mi padre tenía un buen destino y que había ido a un lugar hermoso.

Me di cuenta de que este sueño me decía que la práctica de Falun Dafa resolvía mi yeli de vidas anteriores y me daba cosas buenas.

Enfrentarse a los recuerdos negativos

Sin embargo, no había cambiado la mentalidad rígida que se formó durante mi adolescencia. No me había desprendido de mi corazón humano de búsqueda e incluso reconstruí puntos de vista psicológicos para analizar y explicar mis experiencias infantiles. Mi intención era eliminar lo que consideraba que eran defectos de mi carácter.

No apliqué los principios del Fa a mis experiencias vitales antes de empezar a cultivar. En vez de eso, me quedé enredada en sentimientos humanos de resentimiento y tristeza. Las escenas de haber sido agraviada en mi infancia a menudo se reproducían en mi mente, y no me daba cuenta de que debía eliminarlas.

Un día, al recordar esas escenas, rompí a llorar. Fue espantoso. ¿Era yo quien lloraba? ¿Por qué lloraba por algo que había ocurrido hacía décadas? Desde que empecé la cultivación, casi nunca derramaba lágrimas por las cosas que pasaban en la vida cotidiana. Sólo lloraba cuando estudiaba el Fa, leía artículos de Minghui o veía Shen Yun. Entonces, ¿qué pasó? Este llanto me alertó. No era yo. Esto era resentimiento y queja, ¡y yo no los quería!

Reflexión sobre mi resentimiento

Debido a mi falta de entendimiento, este profundo resentimiento me perturbó durante años. En lugar de cultivarme y mejorar, acumulé sustancias negativas, y mi xinxing empeoró.

Por ejemplo, me enfadaba con facilidad, y sentía que esto era una manifestación de la naturaleza demoníaca. Perdí por completo el sentimiento compasivo de no tomarme nada a pecho. Miré hacia dentro para ver qué era exactamente lo que me hacía sentir disgustada y por qué me disgustaba. Detrás de esos sentimientos de malestar había todo tipo de quejas y de mirar hacia fuera, en lugar de hacia adentro

Si el asunto era grave, incluso culpaba al mundo entero. Por ejemplo, ¿por qué ha nevado tanto este invierno? ¿Por qué es tan difícil caminar por esta carretera? ¿Cuándo terminaré de distribuir todo el material de Shen Yun que llevo? Creo que el coordinador no ha organizado bien las cosas; mi marido siempre me pone las cosas difíciles, etcétera. ¡Qué lejos estaba esto de una mentalidad compasiva y pacífica! ¿No eran oscuros mis pensamientos? ¿A quién culparé después? ¡Qué peligroso es pensar así!

Shifu dijo:

“Algunos tenían corazones muy determinados al comienzo de la cultivación. Algunos tuvieron dificultades para abandonar todo tipo de apegos en la cultivación, y después de un tiempo largo, se relajaron. Además, ocupados con el trabajo, no pueden resolver bien el ambiente familiar, y aún menos tienen tiempo para estudiar el Fa y refinar gong. Aunque a veces participan en unas actividades grupales, tampoco pueden avanzar diligentemente” (El xiulian de Dafa es serio).

Este párrafo de Fa me hizo ver la trayectoria descendente que puede sucederle a un cultivador. Realmente necesito estar alerta a mi relajación gradual.

Recordar y valorar nuestras oportunidades

Me di cuenta de que debo reemplazar el resentimiento y las quejas por gratitud y apreciar lo que Shifu me dio. Como una vida que ha llegado a obtener el Fa, todo el sufrimiento que soporté de niña pavimentó el camino para que un día pudiera practicar Falun Dafa.

Shifu dijo:

“ Desde el punto de vista de los grandes seres iluminados, ser un humano no es el propósito, la vida del hombre no existe para ser un humano, más bien es para que regreses. El hombre padece mucho sufrimiento, pero ellos consideran que cuanto más sufrimiento padece el hombre, mejor es, ya que se acelera el pago de las deudas; así es como piensan” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Cada persona tiene diferentes cantidades de yeli. Si no hubiera sufrido desde una edad temprana o no hubiera eliminado suficiente yeli, tal vez no habría tenido la oportunidad de obtener Dafa. Así que, mirando la situación al revés, debería estar profundamente agradecida a los que me hicieron daño y apreciar Dafa.

Un recordatorio

Después de muchas idas y vueltas, por fin he encontrado mi corazón resentido. Quiero recordarme y a los demás practicantes que, cuando recuerdas algo repetidamente, debes estar alerta, detenerlo y no dejarte llevar por eso. Ya se trate de un asunto actual o del pasado, puede implicar cierto apego. También es una oportunidad para reflexionar sobre el origen de esos pensamientos.

Por ejemplo, si siempre recuerdas algo de lo que te sientes orgulloso, puede tratarse de un apego de exultación o a la mentalidad de presumir. Si no dejas de recordar una escena hermosa, puede tratarse de un deseo de comodidad o lujuria. Si no dejas de pensar en algo que te enfada, puede tratarse de una mentalidad de lucha o de envidia. Estos son pensamientos distractores que están envueltos en nuestros apegos. No los queremos y debemos eliminarlos. Debemos mantener nuestros pensamientos rectos y centrarnos en nuestra propia cultivación.

Estas son mis reflexiones sobre la cultivación. Por favor, señalen cualquier cosa que no esté basada en el Fa.

(Presentado en el Fahui de Canadá de 2024)