(Minghui.org) Recientemente, arrestaron a una practicante local. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para recordarles nuevamente sobre los problemas de seguridad que atañen a los practicantes.

La practicante arrestada, Aiyin, a menudo distribuía folletos de clarificación de la verdad en público. Ella decía que no tenía miedo y ponía los folletos en todas partes, incluso al lado de cámaras de vigilancia. Me preguntaba si su arresto fue causado por su apego a alardear cuando decía que nunca tenía miedo, o si otros practicantes la veían como un modelo a seguir.

Algunos practicantes le recordaron a Aiyin que poner folletos al lado de una cámara de vigilancia a propósito era un problema porque no había una buena razón para hacerlo, y aún deberíamos prestar atención a nuestra seguridad. Otros defendían lo que hacía Aiyin, diciendo: “Ella sigue su propio camino, y nunca le ha pasado nada malo”, “Shifu mencionó que la mitad de las cámaras de vigilancia del PCCh no funcionan” y “Las cámaras están destinadas a rastrear a las personas malas, no a los practicantes de Dafa”.

¿Qué pasa con las cámaras de vigilancia que sí funcionan? Hubo artículos en Minghui que informaron que las cámaras no funcionaron con los practicantes que tenían pensamientos rectos, además de la sabiduría que el Fa les exigía tener en sus niveles. ¿Fue eso cierto para Aiyin?

Cai fue arrestada después de que una cámara de vigilancia la grabara distribuyendo folletos. Fue liberada bajo fianza. Cai era una practicante diligente, pero no prestaba atención a los problemas de seguridad cuando hacía llamadas telefónicas. A menudo hablaba sobre los proyectos de Dafa por teléfono con palabras en clave que inventaba. Después de ser liberada y volverse indigente, usó el teléfono de un pariente para contactar a un practicante. Varios días después, el teléfono del practicante al que llamó fue rastreado por las autoridades. Cuando otro practicante señaló su error, Cai le dijo al practicante que dejara ir el apego al miedo. Entiendo lo difícil que debe haber sido para Cai cuando estaba siendo perseguida, pero eso no es una excusa para ignorar las precauciones de seguridad.

La seguridad también es un problema cuando se trata de cuidar lo que decimos. Lingyin fue una vez severamente perseguida, y su familiar no practicante tenía una idea erronea sobre Dafa y los practicantes. Lingyin no cultivaba el habla y a menudo decía cosas que no debía frente a su familiar, lo que hacía que le desagradara aún más la práctica. Él la regañaba frecuentemente, decía cosas malas sobre otros practicantes y Dafa, y era grosero con otros practicantes. Como resultado, cuando Lingyin estaba con él, no saludaba abiertamente a otros practicantes.

Debido a la persecución, necesitamos ser extremadamente cuidadosos con lo que decimos frente a nuestros familiares. Hacemos esto para ser responsables con Dafa, otros practicantes y con nosotros mismos. Si cuidamos lo que decimos y somos compasivos en nuestras actividades diarias, nuestros familiares estarán más inclinados a tener una actitud positiva sobre nuestra práctica.

También necesitamos prestar atención a lo que hacemos en público. Policías y oficiales encubiertos frecuentan una tienda de té local. Desde julio de 1999, varios practicantes han sido arrestados en esa tienda de té. Varios practicantes ancianos continuaban reuniéndose en esa tienda para compartir sus experiencias e intercambiar materiales de clarificación de la verdad. Cualquiera podría haber notado su comportamiento inusual y saber que eran practicantes de Falun Dafa, sin mencionar a la policía. Cuando un practicante señaló el peligro de donde se reunían, uno aún comentó que solo estaban “siguiendo sus propios caminos”.

Hace tiempo, la policía arrestó a Fengju y confiscó su computadora. Fengju había escrito la contraseña de su computadora en una nota adhesiva y la había pegado en su computadora, por lo que la policía pudo acceder a toda su información. Después de ese incidente, Fengju volvió a poner su contraseña en su nueva computadora, hasta que un practicante lo notó y le dijo que la quitara.

Mingli había sido encarcelada durante diez años por practicar Falun Dafa. Después de ser liberada, todavía no seguía las pautas de seguridad cuando clarificaba la verdad. Fue arrestada nuevamente e, incapaz de soportar la tortura, proporcionó información sobre otros practicantes, quienes luego fueron arrestados. Mingli murió más tarde en un centro de lavado de cerebro.

Piénsalo: si no prestamos atención a nuestra seguridad durante la persecución y somos arrestados y torturados, ¿cómo nos verán aquellos que nos conocen y como veran a Dafa? Ya es difícil para nosotros salvarlos. Cuando nos ponemos en peligro durante la persecución, estamos dando a las personas razones para que no les guste Dafa y, en cierto sentido, ayudando a su destrucción.

Por favor, tomen en serio los problemas de seguridad y verifiquen si todos estamos siguiendo las reglas de seguridad de Minghui.