(Minghui.org) Obtuve el Fa en 1997, pero dejé de cultivarme durante más de 10 años debido a apegos humanos después de ser perseguida, y no seguí el ritmo de la rectificación del Fa. Las viejas fuerzas se aprovecharon de mí debido a mi sentimentalismo por mis hijos y porque miraba todo lo que encontraba desde la perspectiva de los pensamientos y sentimientos humanos.

En 2015 comencé a toser y comía cada vez menos. Tosía tanto por la noche que no podía acostarme y cada día adelgazaba más. Aunque hice las tres cosas, no sabía cómo cultivarme y mirar hacia adentro. Pensé que era sólo yeli de enfermedad y lo soporté. Debido a que mi tos empeoraba por la noche, mi esposo se enfadó conmigo culpándome por no tomar ningún medicamento. Luego tuve miedo de que me regañaran. Estuve tan nerviosa todo el día que no podía calmarme cuando estudiaba el Fa o hacía los ejercicios. Empeoré cada vez más. Solía pesar más de 100 libras (45 Kgs), pero mi peso había bajado a unas 70 libras (31 Kgs). Luego comencé a vomitar sangre.

Mi esposo llamó a mi familia. Mi hermano, mi cuñada y otros familiares vinieron y me obligaron a ir al hospital. Los resultados de las pruebas mostraron que tenía “tuberculosis” y “diabetes”, querían internarme en un hospital de enfermedades infecciosas. Sólo tenía un pensamiento: “No puedo quedarme en el hospital”. Cuando llegamos al hospital de enfermedades infecciosas, supimos que el hospital no tenía calefacción, así que mi familia tuvo que llevarme a casa. Cuando llegué a casa, estaba muy feliz y sabía que Shifu me estaba cuidando y que no necesitaba quedarme en el hospital.

Me calmé y me sentí muy feliz. Al día siguiente, mi sobrino vino a verme. Me engañó para que subiera a su coche y me llevó al hospital donde trabajaba mi otro hermano. En ese momento era director de un hospital municipal. Al ver lo delgada que estaba, me abrazó y lloró. También me emocioné y acepté una inyección intravenosa. Durante ese tiempo, realmente sentí que estaba viviendo una vida peor que la muerte y sentí que la vida no tenía sentido.

Después de regresar a casa, descubrí que mi esposo me había quitado mis libros de Dafa. No sabía si los había tirado o los había quemado, pero estaba extremadamente angustiada: además de que no me cultivaba bien, ahora mi familia había cometido un pecado contra Dafa, avergonzando a Shifu y a Dafa. Incluso me sentía avergonzada de ver a compañeros practicantes.

Así fue, hasta que un día volví a vomitar sangre. En ese momento, me di cuenta de que no podía seguir siendo tan negativa. Después de todo, si las viejas fuerzas me quitaran el cuerpo físico, ¿no desacreditaría aún más a Dafa? En ese momento, recordé el número de teléfono de una compañera practicante con la que no había contactado durante mucho tiempo. Le envié un mensaje de texto y al día siguiente ella y otro practicante vinieron a mi casa para compartir conmigo sobre la cultivación, lo que me animó mucho.

También me trajeron algunos libros de Dafa. Comencé a estudiar el Fa nuevamente y escuchaba los artículos de Minghui todos los días. Después de esta lección, decidí estudiar bien el Fa y encontré muchos apegos. Quería deshacerme de ellos con pensamientos rectos, especialmente los apegos del sentimentalismo y el miedo.

Una noche volví a vomitar sangre y mi esposo lo vio. Esta vez no tuve miedo y pensé: “Tal vez Shifu quiere que me deshaga de este miedo”. Vomité de nuevo y mi esposo me llamó por mi nombre y dijo: “Antes vomitaste medio cuenco de sangre. ¿Cuánto más vomitaste ahora? Le dije: “Me obligan a tomar medicamentos y a ponerme inyecciones todos los días, y sólo he empeorado, no mejorado. A partir de hoy no tomaré ni una sola pastilla. Estudiaré el Fa, practicaré bien los ejercicios y dejaré todo a Shifu. ¡Solo Shifu puede salvarme! Seguí recitando en mi corazón:

“...
Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”
(“Bondades entre el Shifu y los dizi”, Hong Yin II

“Vivir sin expectativas,
morir sin arrepentimientos;
extinguiendo todo pensamiento excesivo,
cultivar el fo no es difícil”.
(“Sin existencia”, Hong Yin)

En el momento en que dejé de lado el apego a la vida y el miedo a la muerte, dejé de vomitar sangre y la actitud de mi esposo cambió. Ya no me presionó para que fuera al hospital o tomara medicamentos. De repente comprendí que todas mis tribulaciones eran causadas por mi miedo. Fue tal como dijo Shifu:

“Todos ustedes ya son conscientes de la ley de la generación mutua e inhibición recíproca. Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente”. (Eliminen sus últimos apegos”, Escrituras esenciales para mayor avance II)

Así, dejé de tomar medicinas, estudié el Fa y practiqué los ejercicios con la mente tranquila. Ya no vomité sangre y mi tos prácticamente se curó.

Mi esposo fue testigo de las maravillas de Dafa y me ha apoyado en mis estudios del Fa desde entonces. A veces estudia conmigo y otras veces me ayuda a distribuir materiales de clarificación de la verdad. ¡También escribió una declaración solemne de que realmente está salvado! Shifu es muy compasivo. Mi nuera era miembro del Partido Comunista Chino (PCCh) y renunció al mismo. Mis dos nietas pequeñas recitan: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" todos los días. También enseño a mis nietas pequeñas a recitar poemas de Hong Yin. Realmente entiendo que sólo cultivándome bien puedo salvar a mi familia y a más seres conscientes, para que nuestro compasivo Shifu pueda preocuparse menos y estar complacido.

¡Gracias, compasivo Shifu! ¡Gracias a todos los compañeros practicantes que me ayudaron! Esta es la primera vez que envío un artículo. Si hay algo que no esté de acuerdo con el Fa, ¡por favor indíquenmelo!

¡Heshi!