(Minghui.org) Han pasado nueve meses desde que volví a mi ciudad natal para restablecer mi negocio. Una mujer de unos 50 años que arrastraba una pierna que parecía no funcionar bien vino un día y me dijo: "¡Has vuelto al negocio!".

Me resultaba familiar y recordé que había practicado Falun Dafa durante un tiempo, antes de que comenzara la persecución en julio de 1999.

"¿Qué puedo hacer por ti?", le pregunté.

Me entregó un trozo de papel blanco y me dijo: "¿Puedo darte esto?". Vi que era una lista de nombres de personas que habían renunciado al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.

Después de que se fuera, mi corazón no podía calmarse. Ella había practicado de forma intermitente antes del comienzo de la persecución, y yo pensaba que había abandonado la práctica hacía mucho tiempo. Los practicantes veteranos como yo podríamos pensar que ella no estaría al tanto de los artículos compartidos de Minghui, de las nuevas conferencias de Shifu y del progreso de la rectificación del Fa. Otros practicantes podrían incluso mantenerse alejados de ella por razones de seguridad.

Sin embargo, cuando muchos practicantes veteranos aflojan ahora en su cultivación, ella está en primera línea ayudando a la gente a renunciar al PCCh.

He conocido a varios practicantes como ella. Algunos de ellos se enteraron de la existencia de las "tres renuncias" después de encontrar materiales de aclaración de la verdad. Cuando veían el Semanario Minghui, juntaban las palmas de las manos en un gesto de respeto y decían con sincera emoción: "¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!".

Mientras escribo este artículo, las lágrimas cubren mi rostro. ¿No se supone que debemos ayudar a los que solían practicar Falun Dafa a retornar a la cultivación? Seamos diligentes, porque es nuestra elección y nuestra responsabilidad.