(Minghui.org) Una noche tuve un sueño en el que caminaba por la carretera, que estaba rodeada de altos edificios. De repente alguien gritó: "¡Corre! ¡Hay una gran inundación que avanza hacia nosotros!". Vi la inundación, me di la vuelta y corrí, y entonces me encontré volando.

Algunas personas que estaban delante de mí también volaban. Eran practicantes que aterrizaron en lugares suficientemente altos donde el agua no podía llegar. Un gran grupo de gente estaba detrás de mí, con cara de horror. Grité: "¡Rápido, reciten: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'!". Y todos gritaron la auspiciosa frase al unísono.

Seguí gritando: "Deprisa, renunciaen al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles". Todos gritaron: "¡Renuncio!". Luego entraron en una habitación para anotar sus nombres en la lista de renuncias a las organizaciones del PCCh. Entonces me di cuenta de que el diluvio había desaparecido, todos sonreían y suspiraban aliviados.

Después de despertar, pensé en el sueño. Aquella vez me di cuenta de que yo no había ayudado a esas personas a renunciar al PCCh. Estaban en la lista de renuncia al PCCh que los practicantes habían recopilado. Anoche envié la lista, que contenía más de 400 nombres.

Al eliminar mis apegos pude acceder a Internet

Debido a la falta de acceso a Internet en los últimos meses, los practicantes no pudieron publicar la lista al sitio web a tiempo, así que me la pasaron a mí. Tardé tres días en publicarla y comprendí que superar el bloqueo de Internet también forma parte de la cultivación.

El pasado noviembre no pude utilizar Internet durante una semana. Mi primer pensamiento fue que mi ordenador tenía problemas y había que arreglarlo. Luego, otro practicante me dijo que él tampoco podía acceder a Internet con su nuevo ordenador. Me sentí aliviado de que no fuera un problema informático. ¿Cuál era entonces el problema? No se me ocurrió mirar hacia dentro.

Me angustié cuando seguí sin poder acceder a Internet al cabo de otras dos semanas y me pregunté qué hacer con la lista de las renuncias del PCCh. La publicación de los nombres es el paso final del proceso, entonces, ¿hubo algún problema con nuestro grupo?

Pedí ayuda a Shifu, envié pensamientos rectos y busqué en mi interior. Descubrí el egoísmo, el apego de querer depender de los demás y estar cómodo. Pensé en dar la lista a practicantes que tuvieran acceso a Internet, pero no pensé en la presión que les supondría. Quise evadir mi responsabilidad antes de intentar solucionar el problema primero. Pensé que mi problema informático se solucionaría después de que un practicante actualizara el software.

Envié pensamientos rectos para eliminar estos apegos y, con la ayuda de Shifu, pude enviar rápidamente la lista y descargar algunas grabaciones y materiales informativos.

Una lista de más de cuatrocientas personas

Esta vez un practicante me dio una lista de más de 400 personas. Lo dividí en 8 grupos para evitar duplicar los nombres. Revisé la lista dos veces y esperé para conectarme a Internet. Mientras el software seguía buscando el servidor, seguí repeliendo pensamientos negativos. Además, quemé incienso por la mañana y le pedí ayuda a Shifu.

No fue hasta la tercera noche que finalmente me conecté al sitio web de Minghui. Estaba lleno de alegría. Envié un grupo de nombres y luego dejó de funcionar. Me di cuenta de que era el resultado de mi apego a la exultación. Así que intenté deshacerme de él y volvió la conexión a Internet. Entonces pensé que no debía ser demasiado entusiasta y se quedó atascado nuevamente.

Fue tal como dijo Shifu en la Sexta Lección de Zhuan Falun. Según cuenta la historia, habla de “alguien que con gran esfuerzo se cultivó hasta el estado de luohan” pero cayo, porque “…esa alegría es un corazón de apego, un corazón de exultación”. Me alejé de la computadora y envié pensamientos rectos. Estaba rodeado por un campo de energía recta y supe que era hora de volver a la computadora. Efectivamente, todo salió bien.

Esa noche tuve el sueño de que más de 400 personas completaron el proceso de las “tres renuncias” y tenían cálidas sonrisas en sus rostros.

Como practicantes, sabemos que el yeli de enfermedad es una ilusión que debemos superar. El bloqueo de Internet también es una ilusión que debemos superar, ya que es parte de nuestra cultivación.