(Minghui.org) Tengo 63 años. Comencé a practicar Falun Dafa en 2001. Me gustaría compartir con los practicantes mis experiencias de esclarecimiento de la verdad y de salvación de los seres conscientes durante el año pasado.
La pandemia ha durado más de cuatro años. Muchas personas perdieron la vida durante la pandemia. Además, algunas personas que siguen engañadas por el Partido Comunista Chino (PCCh) están perdiendo la vida. Para salvar a los seres conscientes, el marido practicante Liang (alias), su mujer Mimi (alias) y yo estamos en primera línea para esclarecer la verdad.
Durante el encierro, alquilamos una unidad en un edificio antiguo que contaba con instalaciones sencillas. Había algunas cámaras de vigilancia en la propiedad, lo que nos venía muy bien. Nos levantábamos a las dos o tres de la mañana, hacíamos los ejercicios de Dafa y enviábamos pensamientos rectos. Estudiábamos el Fa durante medio día y luego salíamos a aclarar la verdad a la gente durante otro medio día. Mimi, que tenía 67 años, se sentaba en la parte trasera de mi scooter, y salíamos a dar vueltas por las calles para aclararle la verdad a la gente. Liang, de 70 años, llevaba los folletos y los calendarios que distribuíamos. Colocaba carteles adhesivos por todas partes, lo que nos abría un buen campo de energía.
Shifu organizó a las personas predestinadas
Un día llevábamos con nosotros 40 calendarios de aclaración de la verdad, cuando fuimos a un mercado. Había poca gente y pocos autos en la carretera. Fuimos a otros dos mercados, pero tampoco había casi nadie. La gente se había quedado en casa a causa de la pandemia. Pedimos a Shifu que hiciera arreglos para que las personas predestinadas vinieran a escucharnos contarles los hechos. De pronto, aparecieron algunas personas en el pueblo, en los campos y en la carretera. Le aclarábamos la verdad a todos los que nos encontrábamos y les pedíamos que renunciaran a las organizaciones del PCCh. La gente nos escuchaba y aceptaba lo que les decíamos. Nos dieron las gracias en repetidas ocasiones. Recorrimos más de 15 kilómetros y repartimos todos los calendarios. Treinta y una personas aceptaron renunciar al PCCh.
Una mañana Liang trajo consigo 50 calendarios. Tres de nosotros fuimos a un mercado de trabajo a las 5:00 a.m. De camino al mercado, enviamos pensamientos rectos y le pedimos a Shifu que las personas predestinadas se reunieran con nosotros.
Cuando llegamos al segundo mercado de trabajo, ya había más de 20 personas. Repartimos los calendarios y les pedimos que renunciaran a las organizaciones del PCCh. Una señora se acercó a nosotros y nos pidió el calendario. Nos preguntó si antes también le habíamos dado un amuleto de Falun Dafa a la orilla del río, y nos dio las gracias. Le aclaré la verdad. Se lo agradeció mucho a Shifu. Los trabajadores del mercado nos escucharon y pidieron calendarios. Aquella señora pidió otro ejemplar para su jefe. Algunos obreros nos pidieron más calendarios para sus amigos. Les repartimos calendarios a todos los que conocimos. Distribuimos más de 20 calendarios.
Fuimos al tercer mercado laboral. Había mucha gente. Entregué los calendarios y les expliqué la verdad hasta que los repartimos todos.
Ese día ayudamos a más de 50 personas a renunciar al PCCh.
Siempre que había poca gente en el camino o en el lugar al que íbamos, le pedíamos a Shifu que hiciera arreglos para que viniera gente. Poco después, aparecían.
Explicándole a la gente por qué Shifu publicó artículos para ellos
Cuando Shifu publicó el artículo "Por qué existen los seres humanos", me di cuenta de que la rectificación del Fa del mundo había comenzado. Debemos enviar este artículo a todos los seres conscientes y darles la oportunidad de salvarse. Llevaba 30 folletos y el Semanario Minghui conmigo, todos los días, y los distribuía. Además, le aclaraba la verdad a todas las personas que conocíamos y les pedí que renunciaran del PCCh y de sus organizaciones juveniles.
Fuimos a un mercado que estaba lejos de mi casa. Repartimos octavillas y explicamos la verdad a la gente que conocimos. Cuando la gente no aceptaba el material, les decíamos que se había publicado el artículo de Shifu: "Por qué existen los seres humanos". Entonces, Los aceptaban inmediatamente y decían que leerían el material con atención.
Dos personas estaban delante de un puesto de arbolitos. Mimi les dio un ejemplar a cada uno. Uno miró el artículo y dijo: "¿No lo escribió el Shifu Li?". Señaló a otra persona y le pidió a Mimi que le diera un ejemplar. Mimi le aclaró la verdad y renunció al PCCh. Oímos que alguien nos preguntaba en voz alta si aún teníamos copias del artículo. Miramos hacia atrás y vimos que otra persona se acercaba al puesto. Le dimos un ejemplar y le explicamos la verdad.
Nos cruzamos con un hombre en la carretera y le dimos un amuleto y un folleto. Nos dijo que había leído nuestros materiales y que el PCCh era tan perverso que extraía órganos de personas vivas. Nos pidió que tuviéramos cuidado y que le diéramos otro folleto para su vecino.
Dos ancianos estaban trabajando en el campo. Les aclaramos la verdad. Les dijimos que Shifu había publicado un artículo titulado "Por qué existen los seres humanos". Uno dijo que lo que había dicho Shifu era muy bueno. Aceptó renunciar al PCCh.
Tener pensamientos rectos y evitar riesgos
Un día paseábamos por el mercado y vimos a dos policías de civil que venían hacia nosotros. Uno llevaba una cámara de vídeo colgada delante del pecho. Por seguridad, nos fuimos a otro lugar para aclararle la verdad a la gente.
En el extremo norte del mercado, vimos a un anciano sentado en un triciclo. Mimi le dio un calendario. Empecé a explicarle la verdad. Mientras hablaba, de repente me dijo: "Deja de hablar. Mira el auto que viene". Me di la vuelta y vi un coche de policía aparcado a mi lado.
Shifu dijo:
“Bajo cualquier circunstancia difícil, todos, mantengan sus corazones calmados. Sólo manteniéndose inamovibles, serán capaces de manejar todas las situaciones” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Medio Oeste de los Estados Unidos).
Mantuve la calma. Una joven me preguntó cómo habíamos hecho el calendario. Le dije que lo habíamos hecho con dinero de nuestro bolsillo para salvar a los seres conscientes. El coche de policía empezó a alejarse en ese momento. Entonces le aclaré la verdad a la señora. Y accedió a renunciar a las organizaciones del PCCh.
Cuando Mimi vio que se acercaba el vehículo de la policía, se detuvo en un puesto con los calendarios aún en las manos. El auto de la policía se marchó. Liang que llevaba los calendarios en su scooter, se detuvo, cuando vio el auto de policía. Y este le pasó por el lado izquierdo.
Cuando le aclaré la verdad a los campesinos del campo, me dijeron que la policía había dado órdenes al comité del pueblo de que no se permitiera a los aldeanos tener ninguna información sobre Falun Gong. A pesar de todo, la mayoría aceptó los materiales que les dimos. Dijeron que leerían lo que les dimos en cuanto regresaron a casa.
Un día nos cruzamos con un anciano. Le pregunté si le gustaría tener una memoria USB con películas, documentales y temas de actualidad que me había descargado. Nos preguntó si éramos de Falun Gong. Cuando se enteró de que éramos practicantes de Falun Gong, dijo: "Se quedarán aquí hoy. No les dejaré marcharse". Le dije: "Falun Gong enseña a la gente a ser buena. Usted parece amable. Queremos asegurarnos de que estará a salvo cuando ocurran calamidades". No nos escuchó. Dijo: "Se quedarán aquí. Cuéntenme cómo debo tratarles". Mimi dijo: "Si no quiere la memoria USB, en su lugar le daré un colgante". Lo miró y dijo: "No quiero nada. Ya pueden irse".
Incidentes así ocurrían de vez en cuando. Gracias a la protección de Shifu y a nuestros rectos pensamientos, sorteábamos con calma las situaciones de riesgo y nos manteníamos a salvo.
Un día, los tres enfermamos de fiebre. Al llegar a casa sentí frío y me temblaban las manos. Sabía que debía de tener omisiones. Miré en mi interior y descubrí dos problemas. Uno era que todavía tenía el apego de buscar el beneficio personal. El otro era que me quejaba de otros practicantes. Después de descubrir mis apegos, me recuperé al día siguiente. Mimi tenía un pequeño resfriado y se recuperó de la noche a la mañana. Liang también se recuperó rápidamente. Al día siguiente continuamos saliendo para aclarar la verdad a la gente.
Ayudar a Shifu en la rectificación del Fa y hacer las tres cosas es lo que hacemos diariamente. Hemos aprendido del Fa que esta es la etapa final, y no tenemos mucho tiempo que perder. Conocemos nuestra misión, nos cultivaremos diligentemente y salvaremos a más seres conscientes.
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Categoría: Mejorándose uno mismo