(Minghui.org) En los dos últimos meses, muchos practicantes locales fueron acosados por la policía, pero muy pocos casos fueron denunciados en el sitio web de Minghui.

En la mayoría de los casos, los agentes de policía y los trabajadores comunitarios iban a casa de los practicantes, les hacían algunas preguntas y les sacaban fotos. Muchos practicantes pensaban que no era para tanto porque no se les presionaba para que renunciaran o denunciaran Falun Gong. De hecho, algunos se sintieron bien consigo mismos, porque aclararon los hechos a los acosadores.

Entiendo que cualquier acoso proviene de seres malignos que manipulan a la policía o a los trabajadores comunitarios. A nivel humano, debemos tratar a los acosadores con racionalidad y aclararles los hechos. En otros niveles, también tenemos que enviar pensamientos rectos para eliminar el mal que hay detrás de ellos para atacar la causa de raíz y evitar que este tipo de persecución se repita.

Hace sólo unos años, entre 2021 y 2022, hubo una campaña masiva de acoso de “reducción a cero” en la que las autoridades atacaron a practicantes de todo el país, ordenándoles que escribieran declaraciones para renunciar a Falun Gong. ¿Qué causó que el reciente acoso masivo se repitiera tan rápidamente? ¿Se debe a que no reconocimos nuestros problemas o ciertos apegos y las viejas fuerzas utilizaron esto como excusa para iniciar una nueva oleada de acoso?

Creo que una de las razones es que no expusimos el mal a lo largo de los años y permitimos que nos persiguiera. Cuando los practicantes se niegan a denunciar la persecución diciendo que no conocen los nombres de los acosadores, me parece una excusa. La mayoría de las comisarías y comités residenciales cuelgan los datos de su personal en tablones de anuncios o los publican en algún sitio, por lo que no es difícil encontrar sus nombres e información de contacto.

Cuando denunciamos la persecución, podemos protegernos describiendo el incidente desde la perspectiva de un tercero. Por supuesto, cuantos más detalles mostramos, mejor. Mientras tanto, los practicantes de fuera de China ayudan llamando a la policía y aconsejándoles que no participen en la persecución. Algunos policías temen represalias si sus nombres aparecen en Minghui.org. Estos informes sin duda les harán pensárselo dos veces antes de volver a acosar a practicantes.

Frente a la persecución en curso, todos necesitamos pensar si hay cuestiones de xinxing que necesitan ser mejoradas o ciertos apegos que eliminar cuando no tomamos acciones inmediatas cuando ocurre la persecución.

Aunque las viejas fuerzas utilicen la persecución como excusa para mejorar nuestra cultivación, no podemos reconocerla. Insto a los practicantes de todo el país a que actúen y denuncien la persecución. Con la ayuda de los practicantes extranjeros, creo que podemos trabajar juntos para eliminar el mal a gran escala.