(Minghui.org) De niño era introvertido. Cuando mis padres se iban a trabajar, yo me quedaba en casa escuchando la radio, donde aprendía sobre las tradiciones y la vida de los pueblos antiguos. A menudo miraba al cielo e imaginaba que las nubes flotantes eran un Pegaso alado, o a veces una poderosa deidad. Siempre había tenido la sensación de que el cielo era mi hogar.

Tuve una pesadilla recurrente desde que era adolescente, en la que veía fuego del infierno, cadáveres y oscuridad. Finalmente, un día de 2002, soñé con muchas linternas flotantes en el cielo oscuro, con caracteres escritos en ellas: "Falun Dafa es bueno" y "Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".

Destinado a practicar Dafa

Empecé a practicar Falun Dafa en 2002, en la cárcel, después de haberme involucrado con gente mala y haber cometido un delito. El ambiente en aquel tiempo era duro y los guardias de la prisión a menudo castigaban físicamente a los discípulos de Dafa. Aproveché mis privilegios para repartir mensajes y las escrituras de Shifu entre los practicantes, y a veces los reunía para compartir sus experiencias y estudiar el Fa.

No fue fácil obtener el Fa en aquel lugar tan maligno, y lo aprecié mucho. Una vez me encontré con un compañero practicante que me agarró la mano y me dijo amablemente: "¡Felicidades por obtener el Fa!". Se me llenaron los ojos de lágrimas. Debido a las limitaciones de aquel ambiente, en aquel momento no podía decir abiertamente que era practicante.

Un día mientras estaba pasando unas escrituras los guardias me descubrieron. Me pusieron unos grilletes gruesos y me llevaron a otra celda para torturarme. Un guardia me dijo con saña: "¡Puedes aprender cualquier cosa menos Falun Dafa! ¿Por qué no puedo reformarte?".

Me sentí muy tranquilo y les dije en voz alta: "Estos años de vigilancia y disciplina no me han cambiado. Aprender del ejemplo no me ha cambiado. Pero Dafa ha cambiado por completo mi visión del mundo. He renacido y he comprendido el sentido de la vida, los principios para ser una buena persona y cómo ser una buena persona".

Un guardia intentó tentarme ofreciéndome la oportunidad de convertirme en jefe de equipo de reclusos y una libertad anticipada si renunciaba a Falun Dafa. Tras rechazar su oferta, varios guardias me golpearon con porras eléctricas. Las porras eléctricas irradiaban luz eléctrica azul, que crepitaba y chasqueaba en mi cuerpo. Lo misterioso era que yo no sentía ningún dolor, pero todos aquellos malvados guardias sudaban profusamente. Sabía que Shifu estaba a mi lado y me protegía.

Creer en Shifu y en el Fa y salvar a la gente con diligencia

Me uní a un grupo de estudio del Fa después de ser liberado. Estudié el Fa, envié pensamientos rectos, me deshice del miedo, cultivé mi xinxing y hablé con extraños para aclarar la verdad todos los días.

Un día me encontré con un joven en la calle, le hablé de renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) para garantizar su seguridad. El joven lo entendió enseguida y renunció al Partido y a las organizaciones juveniles afiliadas a las que se había unido. Le di un amuleto y le dije que recitara las dos frases: "Falun Dafa es bueno" y "Veracidad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".

Mi padre falleció hace algún tiempo. Cuando aún vivía, a menudo les aclaraba a él y a mi hermana mayor la verdad sobre Dafa. Mi padre sufrió un profundo lavado de cerebro por parte del Partido y se negó a aceptarlo, lo que me causó un profundo pesar. Mi hermana abandonó las dos organizaciones del PCCh a las que se había afiliado.

Mi hermana tenía mala salud. Siempre que alguien a su alrededor tenía un resfriado o la gripe, ella padecía la misma enfermedad poco tiempo después. Medio año después de renunciar a las organizaciones del Partido, me dijo: "Hermanito, ¿por qué no me he resfriado en tanto tiempo? Mi salud es mucho mejor que antes". Sonreí y le dije: "Hermana, has renunciado a las malvadas organizaciones del Partido y ya no estás bajo su control. Estás salvada".

Un día, una anciana contrató mi taxi para visitar a su hermano menor que había sufrido un derrame cerebral y estaba hospitalizado. Llevaba medio mes ingresado en un hospital de una gran ciudad. La familia ya no podía permitirse esos gastos hospitalarios, así que tuvo que trasladarse a un hospital local.

La anciana me contó la desgracia de su familia con lágrimas en los ojos. Le dije: "No te angusties, te diré un buen método que no cuesta un centavo. Mientras tú y tu hermano renuncien al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, y reciten devotamente las dos frases que te diré, tu hermano se salvará definitivamente". Ella dijo: "Gracias. Ustedes los practicantes de Falun Dafa son tan amables".

Vine a este mundo para ayudar Shifu durante la Rectificación del Fa. Mi responsabilidad es salvar a la gente. Debo cumplir mi voto, no puedo avergonzar a Shifu.