(Minghui.org) Lushi Chunqiu, una antigua antología filosófica china, incluye una historia de Tu Shu, el historiador real de Jin durante el Período de los Estados Combatientes (475 – 221 a. C.). Al darse cuenta de la situación caótica en su propio país, Tu se marchó al reino de Zhou.

El duque Wei de Zhou aceptó a Tu y una vez le preguntó cuál de los reinos de los Estados Combatientes caerá primero. Tu respondió que sería su país natal, Jin.

"Vi muchas decisiones de personal en la corte real que no se ajustaban a la moral y la justicia, lo que provocó la ira pública. Se lo señalé al rey de Jin y él respondió: 'Esto no dañará a nuestro país'”, explicó Tu. “También le dije al rey que muchas personas talentosas eran ignoradas, y él respondió: ‘Esto no dañará a nuestro país’. Por eso el estado de Jin acabaría primero”.

Tres años después, el estado de Jin cayó como se esperaba. Cuando el duque Wei le preguntó a Tu qué reino sería el próximo en caer, Tu dijo que sería Zhongshan. “El cielo ha creado a hombres y mujeres, y tal como lo ha ordenado, hombres y mujeres tienen cada uno sus propios caminos y espacios que no deben mezclarse casualmente. Observar las diferencias entre los sexos es un principio fundamental que el cielo estableció para la humanidad, y este camino celestial es también lo que garantiza la estabilidad entre un rey y sus súbditos. Pero hoy en Zhongshan, hombres y mujeres están abrazados día y noche. Viven de forma hedonista y cantan canciones de dolor. Y, sin embargo, su rey cree que esto es normal y no se preocupa, a pesar de que es el presagio del fin de una nación. Por eso el reino de Zhongshan será el próximo en caer”.

Dos años después, Zhongshan también cayó.

Si observamos la China comunista actual, al régimen totalitario sólo le importa su poder e ignora el sustento de sus ciudadanos; suprime la fe y los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y mientras tanto promueve la violencia, el odio y el sexo, cosas que al final dañarán a la sociedad. Sólo rechazando al Partido Comunista Chino (PCCh) podremos salvarnos a nosotros mismos y a la sociedad.