(Minghui.org) Tengo 68 años y practico Falun Dafa desde hace seis años. Me gustaría contarles cómo recuperé la esperanza de vivir después de empezar a practicar Falun Dafa.

Sufría muchas enfermedades. Debido a las migrañas, siempre sentía que tenía un grueso «sombrero» encima de la cabeza. Siempre tenía el estómago hinchado y sufría del corazón. Lo peor, sin embargo, era el asma bronquial, que derivó en enfisema. Tosía todo el año. Cada vez que tenía un ataque, me costaba respirar. Sólo quienes padecen problemas crónicos de salud graves pueden entender lo que se siente al ser torturado por las enfermedades. Ningún hospital podía ayudarme.

En lo más profundo de la desesperación, de repente pensé en Falun Dafa. A pesar de la persecución, sabía que muchos practicantes seguían practicando y estaban sanos. Incluso podían contar a la gente la verdad sobre Falun Dafa. Desde luego, no era fácil. Sentí que debía intentarlo, así que en 2017 decidí practicarlo.

Conocía Dafa desde hace más de 20 años. Mi hermana mayor empezó a practicar antes de 1999 y una vez me dijo que cada palabra de los libros de Dafa brillaba. También vio el emblema de Falun en diferentes colores. Yo no creía nada de esto. Sólo cuando mis incurables problemas de salud me torturaron más allá de mi resistencia pensé en practicar.

El Compasivo Shifu no me abandonó y siguió cuidando de mí. Cuando tomé el libro Zhuan Falun para leerlo y hacer los ejercicios, no vi que las palabras del libro brillaran ni que el emblema del Falun cambiara de color. Pero podía sentir y oír los Falun girando por todo mi cuerpo. Sin embargo, al principio no me lo creía, porque había sido adoctrinada profundamente por el ateísmo. Sin embargo, poco después de empezar a practicar, empezaron a ocurrirme cosas asombrosas y me convencí.

Cuando hice los ejercicios el tercer día, sentí como si pisara «ruedas de fuego». Tenía las piernas calientes y no podía soportarlo. Grité: «Shifu, ¿podría quitarme las ruedas de fuego?». En un instante, las «ruedas de fuego» desaparecieron y mis piernas dejaron de estar calientes.

Mis movimientos de los ejercicios no eran precisos al principio. Vi el cuerpo de Fa de Shifu “Fashen” a mi lado. Rápidamente me di cuenta de que tenía que corregir mi postura.

No podía mantener la cabeza erguida debido al «sombrero grueso» de las migrañas, pero en pocos días, esa sensación desapareció de repente y ya no sentía el estómago hinchado. Me sentí llena de energía y aumentó mi confianza en la práctica. También me di cuenta de que realmente había obtenido el Fa.

Shifu purificó mi cuerpo varias veces desde que empecé a practicar, y a veces podía ver cómo sucedía. Hace varios años, me caí y me hice daño en las costillas. Después de hacer los ejercicios, vi que Shifu usaba una mano grande para empujarme las costillas tres veces, y dejaron de dolerme. Una vez, en un sueño, vi a dos seres divinos tan altos que no podía ver sus cabezas ni sus pies mientras trabajaban en mí. Cuando sus manos entraron en mi estómago para quitarme el problema, sentí un dolor agudo. Me lo sacaron y me curé al instante. En otra ocasión soñé que me operaban médicos y enfermeras. Después de despertarme, los problemas que había tenido con el estómago y los intestinos habían desaparecido. Sé que Shifu me mostró estas cosas para animarme.

Antes tenía graves problemas con los pulmones y la tráquea. Mientras hacía los ejercicios, vi que Shifu me retorcía los pulmones como si escurriera una toalla antes de alisarla. Eso me curó el enfisema. Shifu enderezó mi tráquea como si estirara una cuerda, y entonces mi tráquea quedó bien. Habiendo experimentado estos milagros, sé que debo cultivarme hasta el final y no rendirme nunca sin importar lo que suceda.

Fortaleciendo los pensamientos rectos y superando las tribulaciones

Una vez me encontré con una prueba de eliminación de yeli (Karma) muy difícil. De repente empecé a toser mucho, como si tuviera un ataque de asma. No podía sentarme ni tumbarme. No podía dormir y a menudo tosía sangre. Sentía que no podía más y quería abandonar. Le dije: «Lo siento, Shifu. No puedo soportarlo más. No puedo cultivarme. Quiero morir". Cuando tuve este pensamiento, vi el cuerpo de Fa de Shifu llevando un bebé y comprendí que Shifu me estaba animando, diciéndome que si podía perseverar, tendría el yuanying (querubines). Con ese aliento, aguanté y finalmente superé la prueba. Desde entonces, por muy mal que me sienta al eliminar el yeli, sigo estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Dejo que Shifu decida y sigo trabajando para mejorar mi carácter.

En 2020, soñé que había tres grandes montañas en el horizonte y un alto muro de piedra bloqueando mi camino. Sentí que esto significaba que habría pruebas y que yo sería capaz de superarlas. Cuando me desperté, pensé: «No importa qué tipo de prueba sea, ¡la superaré! Tengo a Shifu y el Fa. No tengo miedo de nada. Seguiré teniendo pensamientos rectos y no me dejaré mover».

Las pruebas llegaron poco después. Estaba meditando cuando vi que el cuerpo de Fa de Shifu doblaba pequeñas tiras de corteza en ocho o nueve formas triangulares y me las ponía en el pecho. No entendí lo que eran y pensé que eran cosas malas. Le grité a Shifu que no las quería. Desaparecieron al instante. Después de meditar, no podía moverme y no tenía fuerzas. Empecé a toser y sentí molestias en el corazón. Sabía que estaba eliminando el yeli y que tenía que superarlo, como las tres montañas y el muro de piedra.

Unos días más tarde me encontré con otra cosa. Todas las noches, después de las cinco de la tarde, los Falun giraban detrás de mi espalda y en mis órganos internos. Empezaron a girar lentamente, pero en el transcurso de una semana lo hicieron cada vez más deprisa, hasta que no pude mantenerme en pie. Aunque estuviera tumbada, no podía soportarlo y grité a Shifu que me salvara. Entonces sentí que Shifu empujaba el Falun para que girara unas cuantas veces más a un ritmo cada vez más rápido hasta que tosí unas cuantas bocanadas de flema. Me recuperé.

En otra ocasión, soñé que Shifu me sacaba de los pulmones lo que parecía un manojo de hierba amarilla de elefante. Un joven dijo: «Te muestro esto». Al instante, me sentí muy relajada y feliz, algo que nunca había sentido antes. Estaba tan contenta que grité en voz alta. Comprendí que mi tráquea y mis pulmones habían sido tan dañados por el yeli que ya no podían funcionar normalmente. Shifu instaló tres cosas con forma de triángulo para abrir las zonas bloqueadas de mi tráquea, pulmones e incluso los vasos sanguíneos del corazón para que el Falun pudiera repararlos. Después de repararlas, estas cosas fueron retiradas. Pude sentir que me había recuperado completamente.

Los elementos del comunismo me causan problemas

Poco después de empezar a cultivarme, mi hija tuvo un bebé y quiso que la ayudara a cuidarlo. Como madre, era mi responsabilidad y no podía eludirla. Pero como cultivadora, tenía que estudiar el Fa y hacer los ejercicios sin importar dónde estuviera. Tenía que asegurar un ambiente de cultivación para mí. Le dije a mi hija: «Puedo cuidar a tu hijo porque Falun Dafa me ha dado un cuerpo sano. Pero debo continuar haciendo los ejercicios y estudiando el Fa mientras estoy allí. Si tú y tu marido no me apoyan o son infelices, no iré". Habiendo sido testigos de los beneficios de Falun Dafa, mi hija y su marido estuvieron de acuerdo.

Cuando llegué por primera vez a su casa, me encontré con algunas interferencias al hacer los ejercicios. Cada vez que me sentaba en la cama para meditar, sentía animales y gusanos que se arrastraban por la cama y por mí. Esto sucedió varias veces y no sabía qué estaba pasando. Una vez, sentí que tres cosas trepaban por mí y una de ellas acabó en mi espalda. Me sobresalté y pensé: «Debe de haber cosas malas en esta habitación». Registré la habitación y encontré tres ejemplares de los estatutos del Partido Comunista Chino (PCCh). Tanto mi hija como su marido son miembros del PCCh, al igual que el suegro de mi hija. Sentí que lo que llevaba encima tenía algo que ver con esas cosas. Me deshice de todos ellos.

Después de eso, seguía teniendo interferencias. Muchas cosas malas se arrastraban por la cama e interferían con mis ejercicios y el estudio del Fa. Pensé que todavía había cosas malas en la habitación. Busqué cuidadosamente y encontré seis libros con los estatutos del Partido en el cajón de mi hija. Estas cosas y los elementos del comunismo que había detrás de ellos me estaban interfiriendo. Si no me deshacía de ellos, no sólo interferirían conmigo sino que también perjudicarían a mi familia. Después de eliminarlos, las interferencias cesaron.

Tuve un mismo sueño dos veces. Soñé que había algo parecido a un gran diamante que golpeaba el alero de la casa. Pensé que aún podía haber cosas del Partido en la casa y busqué de nuevo. Encontré la gorra de mi yerno con el emblema del PCCh. No quité el emblema la primera vez que lo encontré y lo volví a poner. Cuando volví a tener el mismo sueño, decidí quitarlo. No hubo más interferencias después de eso.

Después de limpiar esas cosas de la casa de mi hija, se lo dije a los demás practicantes y me aconsejaron que enviara pensamientos rectos para eliminar la interferencia en otras dimensiones, ya que enviar pensamientos rectos puede eliminar el mal.

Llevo seis años practicando y, sorprendentemente, tengo un cuerpo sano. Al igual que otros practicantes, me he convertido en una persona sana y pacífica. A veces sueño con magníficos arcos, inmortales y seres celestiales, hermosas peonías y flores de loto que me rodean, y un gran letrero rojo que indica que he obtenido el Fa.

Habiéndome librado del dolor y el sufrimiento mediante la práctica de Dafa, espero que la gente no se deje engañar por el Partido y pueda recordar y comprender que «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno», porque recitar estas palabras puede traer bendiciones.

Si he dicho algo inapropiado, tenga la amabilidad de señalarlo.