(Minghui.org) Recientemente tuve un sueño sobre una persona a la que se le concedió la habilidad de escribir bien. Se volvió competente y podía escribir sobre lo que quisiera, hábilmente y al punto. Pero más tarde, lo divino le arrebataba esa capacidad y ya no podía escribir.

Cuando me desperté, sentí que la persona de mi sueño era yo mismo. En los años posteriores al comienzo de la persecución, escribía con frecuencia artículos para compartir y artículos para aclarar la verdad, y siempre fueron publicados. Escribir no me resultaba difícil, y a veces podía escribir varios artículos al día.

Más tarde, fui detenido y encarcelado durante varios años. Mi estado de cultivación se atrasó y después de ser liberado tuve dificultades para escribir algo, debido a mi pobre estado de cultivación. 

Entiendo que cuando la divinidad otorga a uno ciertas habilidades, corresponde a cuánta virtud y ye uno tiene y lo que uno quiere lograr en esta vida. Aunque la divinidad conceda a alguien la capacidad, sigue necesitando la bendición divina para hacer las cosas. Si uno se vuelve codicioso y quiere atribuirse el mérito, el resultado puede ser el contrario.

Antes juzgaba a las personas por su capacidad. Pero ahora por fin entiendo que «la capacidad de uno» no refleja la calidad, el nivel o el carácter de una persona. Incluso sin capacidad, uno puede ser considerado una buena persona si acata la ley universal y es amable.

Cuando me di cuenta de mi noción, empecé a rectificarla en mi vida diaria. Como profesor, dejé de tratar a mis alumnos de forma diferente en función de si eran inteligentes o no, o de si estudiaban mucho o no.

En el caso de los alumnos que no se esfuerzan, puedo comprender que su motivación, autocontrol y capacidad de concentración estén predeterminados. El estado de algunos niños tiene mucho que ver con su educación. No debería favorecer a los «buenos» alumnos y menospreciar a los «malos», juzgándolos según mis propias nociones. Debería animar y respetar a todos mis alumnos. Después de corregirme, mi relación, antes tensa, con algunos alumnos «problemáticos» mejoró notablemente.

Por otra parte, también me di cuenta de que me atraían las personas del sexo opuesto que son capaces. Aunque me interesan poco las personas guapas o ricas, sentir cariño por alguien competente y capaz sigue siendo un apego asociado a la lujuria. Necesito deshacerme de mi apego a la capacidad y rectificar mi juicio sobre las personas basándome en sus habilidades.