(Minghui.org)  Shifu nos dijo:

“Refinar gong requiere dar importancia al de; cuando nosotros refinamos gong, no pienses en cosas buenas, tampoco puedes pensar en cosas malas, lo mejor es no pensar en nada”.

“Cuando practicas gong siempre añades algunos pensamientos malos; dime, ¿puedes exteriorizar cosas buenas con tu práctica?”, (Quinta Lección, Zhuan Falun)

Durante mucho tiempo, mi mente no podía alcanzar la tranquilidad durante la meditación y los demás ejercicios, hasta el punto de ser incapaz de reprimirla. La razón fue que me dejé llevar por pensamientos que me distraían y no me tomé en serio la cultivación. 

Intenté rechazar los malos pensamientos, pero algunos pensamientos ordinarios me parecieron inofensivos y no me resistí. Y cuando eso ocurrió, uno tras otro, los pensamientos vinieron, y antes de que me diera cuenta, no podía tranquilizarme en absoluto durante la meditación. Pensaba erróneamente que si estaba tranquilo, no alterado ni enfadado, y mis pensamientos no eran perversos, mi cultivación no se desviaría.

Cuando empecé a inquietarme más durante los ejercicios y la meditación, incapaz de eliminar y suprimir los pensamientos que me distraían, me di cuenta de la gravedad de mi problema y empecé a tomar medidas. Busqué en mi interior los apegos que desencadenaban los diversos pensamientos. Me concentré en eliminar los apegos y los pensamientos, y eso me ayudó un poco. Pero esos pensamientos no se habían formado en uno o dos días; se habían generado durante mucho tiempo y eran abrumadores. ¿Qué podía hacer ahora? 

Un día, de repente se me ocurrió utilizar la música de los ejercicios y las instrucciones de Shifu para repeler esos pensamientos que me distraían, "un pensamiento reemplaza a miles de pensamientos..." (Novena Lección, Zhuan Falun) Me di cuenta que la música de los ejercicios y la voz de Shifu tienen el poder de Dafa y pueden eliminar los factores que interfieren y las sustancias corrompidas en otras dimensiones. 

Cuando hago los ejercicios primero, tercero y cuarto, presto atención con todas mis fuerzas a las instrucciones de Shifu y sigo los movimientos al pie de la letra. Cuando hago el segundo y el quinto ejercicio, me concentro en la música y no me pierdo ni una sola nota musical. Si mi mente divaga, la arrastro de vuelta inmediatamente. 

El proceso no fue fácil, pero trabajé duro. Había generado todas esas sustancias degeneradas; tenía que eliminarlas con resistencia. Después de los ejercicios, sentía que había limpiado muchas sustancias no deseadas.

No fue tan duro el segundo día, el tercero y el cuarto. Ahora, básicamente puedo controlar mi mente. Soy capaz de alcanzar la tranquilidad cuando escucho la música. Si mi mente divaga, puedo darle la vuelta enseguida.

Algunas veces, cuando escucho la música de los ejercicios, siento que mi estado es tan puro como cuando obtuve el Fa por primera vez en 1998. Shifu me empujó hacia arriba cuando obtuve el Fa por primera vez. Mis pensamientos estaban libres de distracciones y eran muy puros. Cuando meditaba en aquel entonces, me sentia como si estuviera en la playa, sentia la suave brisa, y mi cuerpo estaba completamente integrado con la musica.

Ahora, cuando medito, puedo volver a integrarme con la música. A veces, siento que mi cuerpo desaparece y que solo mis pensamientos y la música están fusionados, ¡lo cual es maravilloso! 

Aprendí una dura lección. Antes, no me daba cuenta de las sustancias corruptas que podían generarse en otras dimensiones con esos pensamientos distractores.

¡Gracias, Shifu, por iluminarme y corregirme!