(Minghui.org) Durante años, las autoridades penitenciarias de China han coaccionado a los reclusos para que persigan a los practicantes encarcelados porque se niegan a renunciar a la práctica. A medida que la rectificación del Fa se acerca a su fin y el lado consciente de la gente se va despertando, algunos de los reclusos no quieren perjudicar a los practicantes. Para que lo hagan, los guardias de la prisión los intimidan, manipulan, sobornan o incluso amenazan con matarlos. Los que no trabajan para transformar a los practicantes a satisfacción de los guardias son sometidos a severos castigos.

En este artículo, me gustaría compartir algunas ideas sobre cómo debemos manejar estas situaciones.

En un entorno cerrado como una prisión, los guardias tienen más poder del que uno podría imaginar. Por ejemplo, en el 12.º pabellón de la Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning, para asegurarse de que las reclusas participan activamente en la persecución y no tienen piedad de las practicantes, los guardias prometen a las reclusas penas reducidas y beneficios por hacerlo bien. Si no cooperan, las someten a aislamiento, humillaciones y otros malos tratos físicos, similares a los que sufren las practicantes. Los castigos incluyen permanecer en cuclillas durante horas, limpiar los aseos y el suelo delante de los demás, criticarse públicamente y llamarse a sí misma animal, escribir repetidamente "informes de arrepentimiento" y ser sometida a formación y reeducación intensivas.

Tras ser sometidas a repetidas penurias, algunas reclusas acaban convirtiéndose en las poderosas herramientas de persecución de los guardias. Maltratan a las practicantes para reducir los malos tratos que ellas mismas sufren. Es más, cuando una practicante se niega a renunciar a su fe, los guardias dirigen su ira contra las reclusas y las torturan aún con más saña, lo que provoca que las reclusas intensifiquen la tortura contra la practicante.

Naturalmente, las practicantes se compadecen de la situación de las reclusas. Pero, ¿debería conmoverse el corazón de una practicante cuando las reclusas le piden que coopere con los guardias para renunciar a Dafa? Las viejas fuerzas detectarán cualquier noción, apego o emoción humana, la magnificarán infinitamente y, finalmente, utilizarán la brecha para controlar a la practicante.

Los practicantes no deben permitir que el mal los manipule a través de su compasión o simpatía. Desgraciadamente, algunos practicantes no pudieron mantenerse firmes e hicieron cosas contra Dafa para ayudar a los reclusos, lo que finalmente arruinó su propia cultivación.

Shifu dijo:

“Le es extremadamente peligroso para uno añadir cualquier cosa humana a la práctica de cultivación” (Excavando las raíces, Escrituras esenciales para mayor avance).

La trampa blanda

En algunos casos, los reclusos fingieron ser amables, considerados, serviciales y estar del lado del practicante para ganarse su confianza. Pero por debajo de la mesa, trabajaron estrechamente con los guardias para perseguir a los practicantes, por su deseo de sobrevivir en prisión. Sus amables actos superficiales ocultaban sus malas intenciones y su naturaleza degenerada.

Tengo entendido que, si sólo vemos la superficie y nos dejamos engañar por la falsa amistad de los reclusos, quedaremos atrapados en complicadas emociones humanas. Los practicantes que juzgan la realidad basándose en nociones, apegos y emociones no verán la verdad ni trascenderán el reino humano.

Miremos las cosas desde el punto de vista de la rectificación del Fa. Las acciones de los reclusos hacia los practicantes no se refieren sólo a personas que persiguen a otras personas, sino a una batalla entre el bien y el mal en el universo. Aquellos que se convierten en títeres del mal son lamentables, ya que están haciendo la cosa más malvada del universo. Si realmente queremos salvar a la gente, sería un error que cumpliéramos con los presos. Podría salvarlos de ser abusados por los guardias, pero sus pecados contra Dafa los dejarían en la situación más peligrosa. La mejor manera de ayudarlos es hacerles comprender la maldad del Partido Comunista y la persecución, y despertar su conciencia, para que no trabajen para que el mal persiga al bien.

Somos partículas del Fa y debemos actuar con rectitud para salvaguardar el Fa, luchar contra la persecución y no dejar que la gente cometa crímenes contra el Fa. Debemos eliminar el mal detrás de los reclusos en vez de proteger lo que ellos quieren.

Shifu dijo:

“Hace mucho he notado que unos pocos de ustedes no tienen el corazón para proteger Dafa, pero en su lugar intentan proteger ciertas cosas en la sociedad humana. Si fueses una persona común no me opondría a eso; ciertamente es algo bueno el ser una persona buena que protege la sociedad humana. Sin embargo, ahora eres un cultivador. En cuanto a qué punto de vista tomas al tratar a Dafa es un asunto fundamental; también es precisamente lo que quiero señalarte. Durante su práctica de cultivación, voy a recurrir a todos los medios para exponer todos sus apegos, arrancándolos por las raíces” (Excavando las raícesEscrituras esenciales para mayor avance)