(Minghui.org) Llevo más de diez años participando en proyectos de aclaración de la verdad. Los demás practicantes y yo cooperábamos bien, pero el año pasado, Ying empezó a sospechar de mí y de vez en cuando se mostraba conflictiva. Su comportamiento me sorprendía, y a veces fallé las consiguientes pruebas de xinxing.

El mes pasado, cuando ella comenzó a actuar de manera extraña, al principio lo ignoré, pero, cuando me reprendió directamente, me molesté. Ella y yo nos habíamos puesto de acuerdo sobre cómo llevar un determinado proyecto, pero la coordinadora tenía una opinión diferente. Pensé que debíamos respetar la opinión de la coordinadora Gao, así que hice el proyecto según su opinión. Ying obedecía a Gao y no discutía con ella, aunque tuviera dudas. Esta vez, aunque las consecuencias eran claramente responsabilidad de Gao, Ying prefirió culparme a mí. Me sentí agraviada y pensé que Ying intimidaba a los débiles y temía a los fuertes. Al final le dije que no volvería a trabajar con ella y que se buscara otros practicantes.

No estaba segura de estar en lo cierto, y me pregunté si era una verdadera cultivadora y si podía seguir cultivándome. La respuesta fue afirmativa.

Shifu dijo:

“Que puedas cultivarte o no, depende completamente de si tú mismo puedes soportar, si te puedes sacrificar y digerir amarguras. Si puedes poner firme el corazón, ninguna clase de dificultades te podrá obstaculizar; yo digo que entonces no habrá problemas” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Me pregunté qué debía hacer. La cultivación es algo serio; ¿estaría realmente cultivándome si abandonaba el proyecto y dejaba de hablar con la practicante que no cooperaba conmigo? Una vez hice un voto a Shifu y prometí que me convertiría en una practicante de Falun Dafa en esta vida. ¿Sería digna de Su salvación si renunciara? ¿Sería digna de la esperanza que depositaron en mí los seres conscientes de los que era responsable? Me dije que no debía tratar este proyecto a la ligera, independientemente de lo difícil que se volviera la situación.

Fui a ver a Ying, y las dos nos disculpamos por nuestro comportamiento. Creí que el incidente había terminado, pero se avecinaban más pruebas de xinxing. Durante los siguientes días, mis pensamientos estuvieron llenos de los defectos de Ying, y los incidentes del pasado pasaron por mi mente como una película. Antes de practicar la cultivación, no me llevaba bien con Ying. Nos ignorábamos y la gente decía que éramos enemigas. Pero los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia de Dafa transformaron nuestra hostilidad en amistad, nos convertimos en compañeras de cultivación y la gente fue testigo de nuestros cambios.

Llevamos años practicando Falun Dafa y cada vez que surgían conflictos mirábamos hacia dentro. Sin embargo, hace seis meses Ying me dijo que la trataba de forma diferente. Yo sentía que la trataba igual que a los demás practicantes, porque todos somos discípulos de Shifu. Yo no estaba contenta y empecé a desarrollar opiniones negativas sobre ella, no obstante, no le dije nada. Aunque más tarde me pidió disculpas, pensé que no era sincera.

Estaba enfadada y sólo podía pensar en sus fechorías pasadas. Pero me di cuenta de que sería peligroso si seguía con mis pensamientos negativos. Intenté reprimirlos, pero fui incapaz, así que decidí memorizar el Fa.

Shifu dijo:

“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente” (Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance)

Recité repetidamente las palabras de Shifu y finalmente comprendí que mi envidia era la causa de mi resentimiento. Decidí memorizar el último párrafo sobre la envidia de la Sexta Lección de Zhuan Falun. Sin embargo, tuve dificultades para memorizarlo, pues sentía que algunos elementos malos me bloqueaban. Cada vez que intentaba memorizar el Fa, mi marido interfería conmigo reproduciendo vídeos en su teléfono móvil. Sabía que las viejas fuerzas no querían que estudiara el Fa y trataban de arrastrarme hacia abajo. Fui a otra habitación para memorizar el Fa, y también recité el Fa mientras preparaba la comida. Entonces, de repente, tuve un fuerte dolor en el bajo vientre, fui al baño y expulsé muchas sustancias malas. Supe que Shifu había eliminado la raíz de mi envidia.

Después de recitar repetidamente el Fa sobre la envidia, me di cuenta de que estaba apegada a encontrar faltas en Ying. La compasión de Shifu me despertó. Sé que debo escuchar a Shifu y dejar ir la envidia.

Cuando miro hacia atrás en mi camino de cultivación durante los últimos 27 años, me doy cuenta de que Shifu me ha estado elevando a niveles más altos y protegiéndome. Cada paso que he dado desde que comenzó la persecución no podría haberlo logrado sin Su guía y protección. ¡Shifu ha sacrificado tanto para cuidarme! ¿Qué es lo que no puedo dejar ir? Sentir envidia de otros practicantes es absolutamente erróneo. En cuanto lo comprendí, me sentí aliviada y feliz. Después, cuando salí a aclarar la verdad a la gente, todos me sonrieron.

¡Gracias, a los compañeros practicantes que me ayudaron a sacar a la luz mi envidia oculta!