(Minghui.org) Tengo 73 años y practico Falun Dafa desde hace 26 años. Me recuperé de muchas enfermedades incurables y mi familia se ha beneficiado mucho con Dafa. Toda mi familia se siente feliz, experimentó lo extraordinario que es Dafa y se siente agradecida con Shifu, el fundador de la práctica espiritual.

En mi familia somos ocho personas. Mi esposo y yo, que ya estamos jubilados, seguimos viviendo en nuestra antigua casa. Tenemos una pensión mensual de 1400 dólares. Es decir, que vivimos sin preocupaciones. Mis dos hijos viven en las casas nuevas de una ciudad del mismo municipio.

Antes de practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong), tenía muchas enfermedades y gastaba gran parte de mis ingresos en su tratamiento. Después de empezar a practicarlo, me recuperé. Llevo 26 años sin tomar medicamentos. Esto nos ha ahorrado mucho dinero.

Mi esposo estaba enfermo del corazón antes de practicar Falun Dafa. Ahorramos mucho dinero haciendo los preparativos para su operación. Sin embargo, se recuperó tiempo después de empezar a practicar Falun Dafa. Dijo: "Dafa es extraordinario. No lo creería si solo hubiera oído a los demás diciendo que leyendo el libro y practicando los ejercicios se curaban las enfermedades. Pero esto es cierto y está comprobado. Ahora creo de verdad". Cuando elevó su xinxing, su salud mejoró. Las otras enfermedades que padecía también desaparecieron. Desde entonces, todos los días está feliz y le dice a la gente que Falun Dafa es bueno.

Se ha unido a proyectos para generar conciencia sobre la persecución. Aunque lo detuvieron, siguió practicando en cuanto lo pusieron en libertad. Además, establecimos un grupo de estudio del Fa en mi casa. Lleva más de 20 años funcionando.

Mi hijo mayor es bendecido

Mi hijo mayor nos apoya para que practiquemos Dafa. Ha escuchado las grabaciones del seminario de conferencias de Shifu y sabe que Falun Dafa es recto, aunque todavía no lo practique. Condujo nuestra furgoneta de tres ruedas para llevar a los practicantes de nuestro pueblo a la estación de tren cuando fuimos a la Apelación del 25 de abril. Su bondad le hizo merecedor de bendiciones.

Cuando creció se alistó en el ejército. Después de terminar el servicio y licenciarse, lo enviaron a trabajar en el departamento de cereales de la ciudad. Se casó con una mujer amable y hermosa, que trabajaba en un centro médico del municipio.

Un día mi hijo llegó a casa y me dijo que lo habían trasladado a una ciudad de un distrito del interior. Me quedé sorprendida y me pregunté cuánto dinero se habría gastado en sobornos, para conseguir tal cosa. Le pregunté en voz baja cuánto dinero se había gastado para conseguir los contactos. Me respondió que no se había gastado ni un centavo. Entonces, me di cuenta de que era un arreglo de Shifu.

Años después, compró un apartamento de tres dormitorios bien ubicados. Más adelante, se compró un coche y otro apartamento más.

Mi nieta se quedaba conmigo cuando era pequeña. Estaba sana y no tomaba ningún medicamento. Cuando se sentía mal, recitaba las dos frases: "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Poco después se recuperaba. Recitó los poemas de Shifu mientras crecía. Cuando aprendió a escribir en la escuela, escribió las palabras: "Falun Dafa es bueno" en la pared.

Después de graduarse de la universidad, mi nieta quiso presentarse a las pruebas de acceso a la función pública. Mi hijo y su esposa estaban preocupados porque el Partido Comunista Chino (PCCh) persigue a Falun Dafa, y no permite que los practicantes y sus familiares se presenten al examen.

Una vez que mi hijo habló conmigo, me dijo que si los funcionarios venían a comprobar sus antecedentes y me preguntaban si practicaba Falun Dafa, mejor que no lo admitiera. Pero nunca he dicho que no soy una practicante ni siquiera durante el peor momento de la persecución del PCCh. Le dije que no había nada de malo en ser una buena persona que vive según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia de Dafa. Pero, no se quedó satisfecho del todo. Días después, volvió y me preguntó: "Mamá, ¿puedes ponerte de acuerdo conmigo? Es por el futuro de mi hija". Sabía que esto no le resultaba fácil. Así que le dije amablemente: "¿Qué te parece si publico en internet que te desheredo ¿Estás de acuerdo?". Guardó silencio y se marchó.

Luego, mi nieta se postuló a un trabajo en el que solo había un puesto en toda la provincia. Y consiguió el trabajo en un departamento financiero, con un buen sueldo.

Durante la pandemia, me quedé en casa de mi hijo. Tres de mis familiares dieron positivo pero mi esposo y yo, no. Mi hijo y su mujer creían cada vez más en que Falun Dafa es bueno y apreciaban a Dafa. Mi hijo también me llevaba en el auto cuando salía a generar conciencia sobre la persecución.

Mi segundo hijo

Mi segundo hijo estuvo desempleado durante algún tiempo y un día me llamó llorando: "Mamá, no tengo trabajo". Solo tenía estudios secundarios. En aquella época éramos pobres y no teníamos ningún contacto. Pensé en el principio de seguir el curso natural, ya que cada persona tiene su propio destino. Tenía que escuchar a Shifu y seguir el camino que Él le dispuso.

Después de aquello, mi hijo empezó su propio negocio. Y le ha ido muy bien. Al cabo de unos años, compró un apartamento nuevo y se casó. Un mes después, el precio de la vivienda aumentó mucho y compró dos autos. Un día dijo felizmente que había tenido buena suerte. Su mujer pudo conseguir un trabajo permanente a tiempo completo y dejar su trabajo temporal.

Yo cuidaba de su hijo cuando ellos se iban a trabajar. Mis suegros me elogiaban por criar bien a mi nieto. Todos los días le ponía música de Dafa y las lecciones del Seminario de Shifu. Era un niño que crecía feliz. Lo tomaba en brazos y me iba a repartir folletos desde que tenía unos meses. Más tarde, lo llevé a repartir folletos a otros pueblos. Siempre sonreía cuando repartíamos folletos.

Una vez, en la víspera del Año Nuevo Chino, lo llevé a colocar carteles. Gritó mientras yo colocaba un cartel: "Abuela, hay una linterna de los deseos en el cielo". Apretó ambas manos y dijo: "Deseo que toda la gente crea que: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'". Me quedé maravillada de que un niño tan pequeño pudiera decir esas palabras.

Mi nieto no recibió una buena educación de la escuela primaria, así que su padre gastó algún dinero en matricularlo en una escuela secundaria mejor. Pero a su padre le preocupaba que no lo admitieran. Entonces, la escuela secundaria bajó su nota de admisión y logró ingresar.

Sorprendentemente, las notas de mi nieto mejoraron durante su primer año de instituto. Consiguió seis premios, uno de los cuales era un premio estrella al rendimiento. Sus notas estaban entre las tres mejores de varios cursos. Le pregunté qué le había hecho progresar tan rápidamente. Sonrió y me dijo: "Creer que Falun Dafa es bueno".

Dafa me ha otorgado una familia feliz. No puedo expresarle mi gratitud a Shifu en el lenguaje humano. Debo progresar diligentemente y asumir mi responsabilidad histórica. Toda mi familia aprecia a Shifu y a Dafa.