(Minghui.org) Tengo 66 años y empecé a practicar Falun Dafa en 1995. Durante los últimos 20 años en mi camino de cultivación, hubo alegría después de haber pasado por tribulaciones, y arrepentimiento después de haber tropezado. Es más, es la inmensa gratitud que tengo por la gracia salvadora del Shifu. Desde que empecé hasta hoy, he atesorado cada oportunidad de mejorar mi xinxing que Shifu me ha otorgado.

Mirar hacia dentro durante las tribulaciones

He experimentado dos tribulaciones al perder la memoria. La primera vez fue el pasado mes de junio. Una mañana, nada más despertarme, mi mente se quedó en blanco, no recordaba nada. Sólo cuando mi marido empezó a recordármelo poco a poco recuperé la memoria. Lo tomé como algo natural y no le di importancia.

La segunda vez fue en julio. Cuando terminé los cuatro ejercicios de pie y me disponía a hacer la meditación sentada, sólo podía sentarme en la posición de loto completo (con las piernas cruzadas) y juntar las manos. Aparte de eso, no recordaba qué más hacer. Me alarmé y fui rápidamente a casa de un practicante, donde encontré a los dos coordinadores. Les expliqué lo ocurrido y les pedí que me echaran una mano. Ambos me ayudaron a averiguar la raíz del problema.

Uno de ellos dijo: "En nuestra cultivación, cultivamos la conciencia principal. Si tu conciencia principal se ha ido, ¿qué estás cultivando? Pero ten en cuenta que tu estado de cultivación antes de este suceso era bueno".

Antes de eso, estudiaba una lección de Zhuan Falun cada día, más las nuevas conferencias del Shifu por la noche. Había recitado Zhuan Falun cinco veces y lo había copiado dos veces, y también había recitado Hong Yin y Escrituras esenciales para el mayor avance, varias veces. Además, me mantuve haciendo los ejercicios y enviando pensamientos rectos. Y me iba bien aclarando la verdad.

Todo cambió cuando me arrestaron y saquearon mi casa en marzo de 2022. Algunos practicantes del mismo grupo de estudio del Fa también fueron sentenciados ilegalmente por asociarse conmigo. Después de que me pusieran en libertad, las autoridades vinieron a mi casa a acosarme en muchas ocasiones. Además, siempre había gente siguiéndome y privándome de mi libertad personal.

Llegar al límite de mi resistencia

Después de que se levantara el bloqueo, mi marido dio positivo en Covid 19 (virus PCCh), desarrolló muchos síntomas, uno tras otro, e incluso fue hospitalizado varias veces. Después de curarse de una enfermedad, vino otra. Le diagnosticaron muchos problemas de salud, que incluían lesiones cerebrales e infarto cerebral. También sufría frecuentes dolores de muelas, hiperglucemia y abscesos en las encías. A menudo escupía pus en grandes cantidades. El dentista le dijo: "Tienes que reducir la inflamación antes de que podamos extraerte los dientes".

Mi cuñado tenía cáncer de vías biliares, y le operaron para extirpárselo el pasado mes de abril. Cuando volvió a casa, se peleaba constantemente con su hija. Mi marido y yo fuimos una vez a separarles. Su hija dijo: "Anoche mi padre utilizó un cuchillo. Si volviera a hacerlo, lo usaría para matarlo primero". Le dije: "Si hicieras eso, tu familia quedaría arruinada". Mi cuñada le dijo: “Tu papá ya está muy enfermo, ¿por qué tú y yo simplemente no lo toleramos? Después de todo, lo hemos tolerado durante todos estos años”.

Durante ese periodo, mi hijo llamó a casa y dijo que su mujer tenía muchas molestias por estar embarazada, y me pidió que la ayudara a sentirse mejor. En aquel momento, mi marido tenía un dolor de muelas tan fuerte que a menudo gritaba algo incomprensible. Sentí que había llegado a mi límite y grité: "¿Quieren que viva o no? Mejor me busco un sitio donde estrellarme y morir".

Un practicante me dijo: "Es porque ya no vas a los grupos de estudio de Fa, así que no tienes a nadie que te dé su opinión". ¿Lo que dijiste (a tu hija) era algo que un practicante debería decir? Hiciste que se asustaran, así que tuvieron que dejar de luchar. Pero esto fue usar una manera injusta de abordar el problema. Nuestros practicantes cultivan la compasión y son amables con todos. Por favor, mira hacia dentro para examinar tu xinxing". Respondí: "También sentí que algo andaba mal últimamente, lo que me puso ansiosa".

Mi marido es una persona amable que tiene una actitud positiva hacia Dafa. Durante los muchos años de persecución, sufrió mucho. Cuando la policía venía a acosarme, a saquear nuestra casa o a hacer que me detuvieran, él intentaba protegerme lo mejor que podía. Bajo la protección del Shifu, conseguí escapar una y otra vez.

En nuestra vida cotidiana, él a menudo me creaba oportunidades para mejorar mi xinxing. Comprendí que me estaba ayudando, así que debía agradecérselo. Sin embargo, no podía soportarlo y a menudo me enfadaba. También desarrollé resentimiento y celos porque me faltaba compasión. Cuando me enfadé con él, ya había reaccionado como una persona común. ¿Debe un practicante enfadarse con una persona común?

Cuando estaba en ese estado, me olvidaba por completo de cultivar mi habla y decía lo que quisiera decir. Cuando un practicante dice algo, lleva energía. ¿Cuántas sustancias malas agregué al campo dimensional de mi esposo y mi familia? ¿No se aprovecharían de mí las viejas fuerzas? Las ilusiones de yeli (karma) de enfermedad fueron utilizadas para templarme, para que no encontrara tiempo suficiente para estudiar el Fa y hacer los ejercicios, y para que no hiciera bien las tres cosas. Aunque quisiera cambiar para mejor, habría estado atada por esas sustancias malas. Soy una practicante, debo tratar la salvación de los seres conscientes como la primera prioridad.

Shifu dijo:

“Cuando los pensamientos rectos de los Dafa dizi son un poco más fuertes, los Dafa dizi cambiarán todo y la maldad será eliminada. Entonces, ¿de qué servirán las malas personas?” (Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005).

Debería prestar más atención a los puntos fuertes de mi familia, afirmar su bondad y elogiar sus amables acciones, para ayudarlos a cambiar para mejor. Así, tanto sus cuerpos como sus mentes cambiarían a mejor.

Miré hacia dentro y desenterré varios apegos, como los celos, la mentalidad competitiva, la mentalidad de fanfarronear, el fanatismo y el resentimiento. Especialmente cuando se trataba de cultivar mi habla, no lo hacía bien, y empecé a examinar por qué decía esas cosas dañinas. Descubrí que había todo tipo de razones, que eran astutas y difíciles de detectar para mí. Aquellas palabras no eran ni de lejos lo que debía decir, ni lo que pretendía decir. Mientras recitaba el Fa, me di cuenta de que eran trampas tendidas por las viejas fuerzas. Usaron a mi familia para jugarme malas pasadas, hasta el punto que ya no podía soportarlo más. Me engañaron con esas ilusiones para que fuera en contra de lo que enseñan Shifu y Dafa, y para que me arrastraran hacia abajo.

Pude ver a través de la naturaleza de las viejas fuerzas mientras recitaba el Fa. Miré hacia adentro para cultivarme y traté de abstenerme de decir cosas dañinas. Ahora lo he expuesto y negado por completo. Haré bien las tres cosas estudiando y recitando el Fa y haciendo los ejercicios. Shifu me ha dado poder para continuar en mi camino de cultivación y ser capaz de tomar en serio los principios del Fa.

Mi marido mejoró recientemente, y cuando fue al hospital para un chequeo, la sombra de la lesión en su cerebro había desaparecido. El dentista le dijo antes que habría que extraerle los ocho dientes cuando se le bajara la hinchazón. Ahora está bien y no necesita ninguna extracción. La familia de mi cuñado volvió a la armonía, y mi nuera también dejó de alterarse. La raíz del problema estaba en mí y, después de rectificar, todo mejoró.