(Minghui.org) Jia tiene 92 años y vive en mi zona residencial. Se quedó sola tras la muerte de su esposo porque sus dos hijos se mudaron a Estados Unidos. Durante más de 10 años estudiamos juntos el Fa y aclaramos la verdad a la gente. También intercambiamos experiencias de cultivación. Nos llevamos bien, y hago todo lo posible para ayudarla.

Cuando mi casa fue remodelada en septiembre de 2021, ella amablemente me invitó a quedarme temporalmente en su casa y yo acepté con mucho gusto. También quise aprovechar este tiempo para estudiar el Fa y hacer los ejercicios con ella.

La condición física de Jia empeoró con los años. Se cansaba con facilidad. Su cuerpo se encorvaba y necesitaba usar un andador. Ya no era capaz de salir a aclarar la verdad. Debido a su condición, tuvimos un grupo de estudio del Fa en su casa. Pensé que si me quedaba con ella tendría más tiempo para estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Yo me encargaría de las tareas domésticas. Encargué arroz y verduras y se los llevé a su casa.

Sin embargo, al día siguiente me dijo: "Ha llamado mi hijo y me ha dicho que no puedes quedarte aquí y que no puedes dejar tus cosas en mi casa". Quedé estupefacta. Le dije: "Por favor, dame tiempo para encontrar un lugar donde vivir". Ella accedió.

Aunque no hablé mucho ese día, esta nueva situación era difícil de aceptar. Pensé que le estaba haciendo un favor al mudarme. No estaba segura de si la ayudaría en el futuro. Me sentí un poco intranquila cuando estudié el Fa esa noche.

Shifu dijo:

"Por eso les digo que cuando se enfrenten con un conflicto, cualquiera que sea, o cuando se sienten perturbados e incómodos internamente, siempre deben buscar la causa internamente. Puedo garantizarles que el problema yace en ustedes mismos" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Singapur).

Pensé detenidamente en ello y descubrí que tenía muchos apegos, como la envidia, el resentimiento, el interés propio y el deseo de ser recompensada. Sentía que me cultivaba mejor que los demás. Me sobrestimaba y tenía una mentalidad de autovalidación. Cuando identifiqué estos apegos, decidí eliminarlos. Después me sentí tranquila y en paz.

Mi yerno me ayudó a encontrar un lugar donde quedarme. Aunque estaba lejos, seguí yendo a la casa de Jia para el estudio del Fa y no le guardé rencor. Nuestro grupo de estudio más grande se suspendió porque estaba en el punto de mira de la policía.

Seguí estudiando el Fa con Jia. Como somos vecinas, continué ayudándola. No tenía miedo de la policía. Fui a su casa y leí el Fa con ella hasta que nuestro grupo de estudio del Fa pudo reanudarse.

Mirando hacia atrás, siento que ella me dio la oportunidad de mejorar en mi cultivación. Debo agradecérselo.