(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa que comencé a cultivarme en Dafa en 2011. Comparto mi proceso de cultivación para agradecer al Shifu por su compasión. Al mismo tiempo, deseo compartir mis lecciones aprendida de cultivación con otros practicantes y validar la belleza de Dafa.

La gente afirma que muchos niños pueden ver dioses y seres en otras dimensiones porque tienen la espiritualidad que los adultos han perdido. En algunos cuentos de hadas y películas, los duendes desean comunicarse con los niños. Mi propia experiencia confirma que esto es cierto. Cuando era joven, aunque no podía verlos, podía sentirlos a mi alrededor. Después de estudiar Falun Dafa, pude entender el por qué.

Creo en seres divinos desde una edad temprana

Nací en 1983. Desde que tengo memoria, he experimentado y visto cosas que otros no podían. Podía sentir a muchos seres invisibles rodeando mi cuerpo. Todos ellos eran muy amistosos. Me sentía feliz cada día porque podía comunicarme con ellos.

También me sentía un poco sola, porque no podía compartir lo que me parecía natural, ya que la gente no entendería mis visiones sin haberlas experimentado personalmente.

Desde muy joven, percibía lo diminuto que es un ser dentro de este universo. Me gustaba la astronomía y disfrutaba observando las estrellas. Cuando pensaba en la larga vida de las estrellas y la corta de los seres humanos, me sentía muy desconcertada y triste. Cuando aprendí a leer, me gustaban los libros sobre los misterios sin resolver del mundo y aprendí sobre la cultura prehistórica, las pirámides y los descubrimientos en la vanguardia de la física teórica. Además de haber leído sobre civilizaciones antiguas en revistas de arqueología, sentía como si tuviera una familiaridad inexplicable con algunas de ellas.

Las preguntas que me hacía a menudo eran: "Si el mundo me dio vida, un ser espiritual que puede pensar, ¿por qué me dejaría envejecer y morir? “¿Dónde está el borde del universo y para qué vive la gente?".

Afrontando las tribulaciones

Comprendí claramente que hay seres superiores en el universo. Para mí era un hecho evidente. Cuando no había nadie cerca, a menudo juntaba las manos y adoraba el cielo y la tierra. Antes de una tormenta, con frecuencia sentía la grandeza de la naturaleza y la magnificencia del poder divino. Recuerdo una noche en la que se avecinaba una fuerte lluvia en el cielo. La tranquilidad previa a la tormenta me atrajo profundamente.

Todos los vecinos de la comunidad dormían y la noche era sorprendentemente tranquila. Bajé las escaleras sola, me arrodillé y adoré a los seres divinos desconocidos que había detrás de las nubes. Mi corazón era puro. No tenía nada que pedir. Sólo sentía reverencia y anhelo por acercarme a esos seres de nivel superior.

Los tiempos felices de mi vida terminaron cuando estaba en sexto curso. Fue entonces cuando empecé a sufrir sinusitis y a tener mucha secreción nasal amarilla todos los días. Sin embargo, no era demasiado grave, así que me gradué la primera de mi clase. Pero en el primer ciclo de secundaria, mi enfermedad se fue agravando. Mi familia y yo no sabíamos que era sinusitis. Como a menudo me dolía la cabeza, una vez sospechamos que tenía cáncer cerebral. No fue hasta dos años después cuando fui al hospital y supe que ese era el problema.

La mayor parte del tiempo no podía respirar bien y mi memoria también empeoraba. Tuve que someterme a varias operaciones, pero no sirvieron de mucho. Mi inmunidad se debilitó rápidamente y en invierno tenía que cubrirme con dos gruesos edredones. Incluso en verano me resfriaba a menudo.

Desde el momento en que entré a la escuela secundaria hasta que practiqué Dafa, básicamente viví una vida que se sentía peor que la muerte. Los demás no podían entender lo malo que era. Todos sabemos que la asfixia puede llevar a la muerte, y yo estaba al borde de la asfixia. El sentimiento espiritual que tenía cuando era niña había desaparecido hacía tiempo. Me sentía como si me estuviera secando, y mi corazón se llenaba a menudo de desesperación. No podía ver la vida que me esperaba, pero aun así me resistía a separarme de ella.

Cuando estaba en segundo de bachillerato, mis notas eran las penúltimas de mi clase. Pero lo di todo y acabé ingresando en una universidad muy común. Luego trabajé en los medios de comunicación y tuve que desplazarme a otros lugares. Tuve varios contratiempos más, incluidas dificultades con las relaciones. Me lamentaba de que la vida fuera tan dura.

Durante este periodo, leí la Biblia y aprendí algunas enseñanzas budistas. El día antes de regresar a mi ciudad natal, visité uno de los templos taoístas más conocidos del país. Pero, sorprendentemente, nada más llegar, la gente me habló de la cultivación tántrica entre un hombre y una mujer. Me sentí disgustada y me marché.

En los momentos más desesperados, Shifu nunca me abandonó

Cuando regresé a mi ciudad, trabajé en una cadena de televisión local. Mi salud seguía siendo mala. Los médicos de medicina tradicional china decían que sufría una deficiencia renal. Como podía estudiar acupuntura en casa, a menudo me daba tratamientos de acupuntura. Funcionaba un poco, pero no podía curar mis enfermedades.

Como estaba envuelta del yeli (karma), Shifu Li tardó un año en iluminarme utilizando diferentes métodos, y finalmente empecé a practicar Falun Dafa. Al principio, un compañero de trabajo que es practicante de Dafa me dio una copia de la serie de conferencias en vídeo del Shifu. La vi de principio a fin, pero debido a mi yeli, no sentí mucho.

Shifu arreglo que obtuviera una novela escrita por un compañero practicante. Trataba de seres divinos que hacían cosas en el mundo humano, así como de personas que regresaban a sus verdaderos orígenes. Despertó mis recuerdos anteriores y sentí que se abrían muchas puertas en mi mente. Entendí de que lo que mi compañero trataba de decirme era lo que yo había estado buscando. Suspiré y me pregunté por qué mi calidad innata era tan pobre. Pero, aun así, Shifu no se dio por vencido conmigo. Quería volver a mi verdadero hogar con Él.

Otro compañero practicante me dio el precioso libro Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa, y pasé un día y una noche leyéndolo. ¡Finalmente me convertí en practicante de Dafa! Mi cuerpo se ajustó y purificó rápidamente, y mis enfermedades de larga duración se curaron prácticamente en una semana. Seguían apareciendo síntomas menores, pero comprendí que eran pruebas para mí. Me recuperé de todas ellas en un mes. Desde entonces, estoy sana.

Salvar a la gente es mi misión

Después de convertirme en practicante de Dafa, me di cuenta de que Dafa es tan sagrado y que ha sido difamado con las mentiras publicadas por el Partido Comunista Chino (PCCh), lo que ha hecho que muchas personas como yo, que buscaban el verdadero significado de la vida, perdieran la oportunidad de obtener la salvación. Muchos chinos fueron engañados y tuvieron pensamientos negativos sobre Dafa. Yo debía desenmascarar esas mentiras. Colaboré con otros practicantes y empecé a esclarecer la verdad. Al principio, hablé con mis parientes y amigos y les pedí que renunciaran el PCCh y sus organizaciones afiliadas. Casi todos mis parientes han renunciado.

Compañeros practicantes me dieron diarios de aclaración de la verdad bellamente confeccionados, y empecé a distribuirlos en las puertas de la gente cada mañana antes de ir a trabajar. Presté mucha atención a cómo se sentirían los demás al ver los materiales. Intenté colocarlos lo más rectos posible, con el contenido más importante hacia fuera. Más tarde añadí una bolsa de papel para guardar los materiales. También pegué algunas fotos de los ejercicios pacíficos y dos frases descargadas del sitio web de Minghui para fomentar la bondad. Quería asegurarme de que nuestros materiales estuvieran bien presentados y ordenados para que dieran a la gente una buena primera impresión.

Al cabo de un tiempo, otros practicantes me ayudaron a comprar una impresora y empecé a hacer materiales yo misma y a distribuirlos. Las pegatinas que hice incluían la verdad sobre el engaño de La farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen, el incidente del 25 de abril, la sustracción forzada de órganos de practicantes vivos de Falun Dafa, información sobre los altos cargos implicados en la persecución de practicantes de Dafa demandados en el extranjero, la renuncia al PCCh para mantenerse a salvo y noticias sobre la persecución local.

También participé en un proyecto de aclaración de la verdad a través de teléfonos móviles y en trabajos técnicos, como la instalación de sistemas informáticos para compañeros practicantes. Pensé que allí donde más me necesitaran, iría a ayudar.

Luego me casé y tuve un hijo, y de repente mi agenda se hizo mucho más apretada. Sentí que ya no podía ocuparme del trabajo técnico y la fabricación de materiales, que requerían mucho tiempo e investigación. Después de algunos ajustes, decidí hacer más aclaraciones cara a cara.

Mi deseo de salvar las apariencias era mi mayor obstáculo para aclarar la verdad. Siempre creí que tenía un trabajo respetable. Pero cuando intentaba hablar con la gente por la calle, algunos se limitaban a ignorarme o a decirme cosas feas, mientras que otros se burlaban de mí diciéndome: "Eres tan joven, ¿no tienes algo mejor que hacer?". Cuando me encontraba con varias personas así seguidas, dudaba en seguir adelante y sentía que era demasiado difícil para mí.

Pero comprendí que esto era algo que un practicante de Dafa debía hacer. Pensé en todas las dificultades que encontré antes de practicar Dafa y por qué tuve que pasar por ellas; comprendí que, si los practicantes no aclaraban la verdad, muchos chinos serían eliminados al enfrentarse a catástrofes. Sabía que no podía permitir que esto sucediera debido a mi apego a salvar las apariencias.

Era un poco cobarde y solía fantasear con el amor romántico todos los días antes de cultivarme. Al principio de la cultivación, pensaba a menudo cómo una persona así podría asumir la gran tarea de esclarecer la verdad. ¿Cómo podría hacerlo?

A medida que estudiaba más el Fa, mis pensamientos rectos se fortalecieron. Las enseñanzas del Shifu resolvieron por completo todos los misterios en los que pensaba y buscaba desde la infancia. Tenía recuerdos de lo más profundo de mi corazón de que siempre anhelaba por algo. Ahora comprendía de qué se trataba.

Sé que todo lo que dijo Shifu es verdad. Esta creencia procede de la racionalidad. Desde niña, tenía un deseo: si alguien me dijera cuál es el verdadero sentido de la vida de un ser humano, le seguiría para siempre. La vida es muy corta, y yo sabía que esta vida no es el final de la vida. La vida de un ser también tiene un verdadero origen antes de esta vida, y es extremadamente valiosa. Salvar a los seres conscientes era cumplir con una gran responsabilidad. ¿No es lo más significativo del mundo?

Cuando me deprimía porque mis esfuerzos por esclarecer la verdad no salían bien, me lo recordaba a mí misma: Si yo no pudiera hacerlo, ¿qué sería de mis seres conscientes? Debo ser capaz de hacerlo pase lo que pase.

Mi primer año aclarando la verdad cara a cara fue el caluroso verano de 2017. Eso coincidió con el lanzamiento del libro Como el espectro del comunismo rige nuestro mundo. Nos dimos cuenta de que el proceso de la rectificación del Fa requería que reveláramos a la gente la esencia y la naturaleza maligna del PCCh.

Así que me centré en dar a la gente este libro al aclarar la verdad. Aproveché la hora del almuerzo para distribuir entre 20 y 40 ejemplares. Tenía fuertes pensamientos de rectitud: Estaba haciendo lo que Shifu quería, era mi gran deseo prehistórico, y era para los seres conscientes. Permitiría a más chinos comprender la naturaleza malvada del PCCh y ser capaces de romper con las mentiras del PCCh. Esperaba de verdad que su lado consciente pudiera ver la verdadera situación y un futuro brillante ante ellos.

Aunque fue un reto físico y mental para mí, experimenté mucha alegría. Le dije a la gente: "Este libro describe el origen de China. El nombre de China significa literalmente 'el país central, y es un centro de cultura divina. Nuestros antepasados han abogado por la virtud y las buenas acciones desde la antigüedad. El PCCh acaba de gobernar el país durante unas décadas. Nos dijo que llevaría a la gente a la felicidad, pero ¿por qué sólo hemos experimentado turbulencias y catástrofes en estas pocas décadas? ¿Por qué hay tantos funcionarios corruptos del PCCh?".

Todos los chinos tienen muchas preguntas sin respuesta en el fondo de sus corazones. Les dije: "Este libro puede responder fundamentalmente a las preguntas que os habéis hecho durante muchos años. Averiguad qué es realmente el PCCh, por qué hizo todas estas cosas y su verdadero propósito".

Aclaraba la verdad mientras distribuía los libros. Pero tuve una tasa muy baja de ayudar a la gente a renunciar el PCCh. Como mucho, a una o tres personas al día, y estaba muy preocupada. Había más de mil millones de personas en China y, en aquel momento, sólo había más de 200 millones que hubieran renunciado el PCCh. Si ese ritmo continuaba, ¿cuándo alcanzaría el número que Shifu espera?

Shifu vio mi deseo e hizo que me reuniera con compañeros practicantes que habían estado ayudando a la gente a renunciar el PCCh cara a cara durante todo el año. Podían persuadir a docenas de personas para que renuncian el PCCh en un día. Salí con ellos durante un tiempo y aprendí sobre sus métodos: ir directo al grano, educado pero directo, y cubrir todos los ángulos sobre la autoinmolación, así como la belleza de Falun Dafa. Pronto podría hacer un trabajo mucho mejor ayudando a la gente a renunciar el PCCh. Cuando tenemos un corazón puro y sólo hacemos algo por el bien de los demás, la gente puede sentirlo.

Cultivándome a mí misma y salvando a los seres conscientes

Después de casarme, he encontrado muchas tribulaciones que me parecían muy difíciles de superar. Al estudiar más el Fa, me di cuenta de que debo desprenderme de ellas, recordarme siempre que soy una practicante de Dafa y de por qué estoy aquí. Tengo que recordar mi misión y mantenerme alejada de todas las tentaciones de la sociedad común. Eso no es lo que quiere mi verdadero yo. Sólo las tres cosas que Shifu nos pide que hagamos son nuestros objetivos en la vida; el resto puede desecharse. ¡Qué valioso es vivir una vida enteramente para los demás! Espero convertirme en un ser así.

Las personas que me rodean tienen diversas relaciones predestinadas conmigo, y estas relaciones predestinadas se originaron en nuestros deseos prehistóricos. Como practicante de Dafa con una misión, debo tratar a todos los que encuentro con amabilidad y deshacerme gradualmente de mis apegos, incluidos los malos pensamientos, la envidia y la mentalidad de menospreciar a los demás.

Shifu dijo:

“Sólo miro vuestro lado positivo, por lo tanto, puedo salvarlos. Si siempre estuviera mirando vuestro lado negativo, ¿cómo podría salvarlos? Mientras más lo mirara, más disgustado estaría, y entonces, ¿cómo podría salvarlos? (Aplausos) Así que, ante cualquier situación, no se sientan afectados por ningún comportamiento de tipo humano, no se sientan afectados por pensamientos humanos, ni tampoco se sientan afectados por qing y sentimientos de este mundo. Miren más el aspecto positivo en otros y menos las cosas negativas”. (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003)

Creo que deberíamos ser así cuando nos enfrentamos a familiares y seres conscientes. Debemos mirar el lado positivo de los demás y no su lado negativo, aunque su lado negativo nos haya herido profundamente, o aunque algunos de sus comportamientos sean muy bajos y vergonzosos. A excepción de los pocos malhechores imperdonables que persiguen a Dafa, debemos tratar a todos los demás con compasión. De este modo, puedo ver esperanza para mí misma y permitir que los demás también la vean.

Quiero usar la compasión que vino a través de mi cultivación para hacer surgir la bondad de otros, para que puedan identificar la naturaleza malvada del PCCh y renunciarlo. Es como encender una vela en el corazón de otra persona para iluminar la oscuridad y alejar todos los factores malignos.

Espero sinceramente que todos los chinos sean capaces de distinguir entre el bien y el mal, superar los obstáculos causados por las mentiras del malvado PCCh y tomar la decisión correcta.