(Minghui.org) Mi nieto tiene nueve años y actualmente está en tercer grado. Ha leído Zhuan Falun más de 20 veces. Aunque todavía no ha recorrido completamente el camino de la cultivación, se ha beneficiado de Dafa. Se sentía enfermo y débil con frecuencia desde que era pequeño. Sin embargo, ahora se encuentra sano y vigoroso.

Cuando tenía poco más de un año contrajo bronquitis y posteriormente rinitis. Se resfriaba y tosía todo el tiempo. Todo empeoraba cuando se iba a la cama por la noche. Podía gastar una caja de pañuelos de papel en una sola noche. Lo tenía que llevar a menudo al médico. Le administraban inyecciones, medicamentos y nebulizaciones. Nos resultaba agotador a los dos.

Cuando estaba en el jardín de infantes, solo asistía a la escuela durante unos 20 días. El resto del año se lo pasaba enfermo en casa. Cuando estaba en primer grado, faltó a la escuela durante un mes y medio debido a la enfermedad.

Posteriormente pasó a la medicina tradicional china, pero eso tampoco ayudó. Lo intentamos todo. Su condición no mejoró.

Debido a su estado de salud, a menudo lo malcriaba, lo que fomentaba malos hábitos. Cada vez que encontraba algo que no salía como quería, lloraba y perdía los estribos. Me sentía impotente.

Una vez, cuando volvió a estar enfermo. Le pedí a mi esposo que lo llevara al médico. Mi esposo no quiso y dijo: “Falun Dafa es bueno, ¿por qué no le enseñas a practicar Falun Dafa?". Sus palabras me despertaron. Antes de comenzar a practicar Dafa, sufría un reflujo ácido grave y mi garganta estaba llena de ampollas. Ni siquiera podía tragar un sorbo de agua. Nada lograba sacarme de mi estado. Entonces, Shifu me concedió una nueva vida. En ese momento mi nieto me dijo: “Abuela, ya no quiero tomar medicamentos”. Y le respondí: "¡Entonces aprendamos Falun Dafa!".

Durante las vacaciones de invierno en primer grado, comenzamos a leer juntos Zhuan Falun. Yo leía una oración, y luego él leía otra. Estudiábamos el Fa todos los días. Comenzamos leyendo un par de páginas por noche, hasta que terminamos leyendo una conferencia por noche.

A medida que incrementábamos la frecuencia y la cantidad de estudio del Fa, empezó a comprender poco a poco algunos principios del Fa. Sabía que para ser una buena persona necesitaba mejorar su temperamento y deshacerse de su mal genio. Como su comportamiento mejoraba día a día, su salud mejoraba. Dejó de faltar a la escuela en 2022.

También participó en el estudio grupal del Fa durante los fines de semana. La costosa medicina que le compró su padre ya no era necesaria y se tiró a la basura.