Compartir con otra practicante nos ayudó a ambos a mejorar

(Minghui.org) Fui a aclarar la verdad sobre Falun Dafa a la gente fuera de la oficina de pases de tránsito, y mientras estaba allí, me encontré con una compañera practicante y la saludé. Aunque no nos conocíamos, hablamos de nuestras experiencias de cultivación.

Me dijo: "Cada vez que Shifu purifica mi cuerpo, no tengo miedo por muy mal que me sienta. De hecho, me siento feliz y sé que él cuida de mí. Una vez sangré profusamente, pero no tuve miedo y seguí agradeciendo a Shifu. Cada tribulación que encontramos en nuestra cultivación es algo bueno. Debemos mirarlas con pensamientos rectos y no tener miedo".

Ella hizo un buen trabajo superando sus tribulaciones y tenía una buena cualidad de iluminación, con fuertes pensamientos rectos. Me inspiró y me conmovió mucho. Yo estaba pasando por la eliminación de yeli en ese momento, pero mi cualidad de iluminación era pobre y mis pensamientos rectos no eran tan fuertes como los de ella. Me sentía avergonzado. Después de hablar con ella, me decidí a creer firmemente en Shifu y en el Fa y a superar mis tribulaciones con fuertes pensamientos rectos.

Entonces le conté mis historias y pasamos un buen rato compartiendo nuestras experiencias.

Le dije: "Hace dos días llovía, así que me quedé en casa estudiando el Fa en vez de salir a aclarar la verdad. Mi hijo no estaba en casa, y mi esposa aprovechó la oportunidad para darme una buena reprimenda. La regañina duró 30 minutos y yo la ignoré. No me enfadé porque ella ha sido así durante muchos años. Siempre que nuestro hijo no estaba en casa, se enfadaba y me gritaba. Tiraba al suelo mi ropa, la toalla de la cara y las verduras que había comprado. Yo la ignoraba y hacía como si no hubiera pasado nada. Estoy acostumbrado a esto, y sólo pienso en las palabras de Shifu".

Shifu dijo:

“…es como alojarme en un hotel; me quedo solo unos pocos días y me voy deprisa”.

“…en el ambiente más complicado se puede cultivar gong alto” (Novena Lección, Zhuan Falun).

Continué: "No paraba de regañarme, así que le pregunté sonriendo: '¿Qué debo hacer para que dejes de enfadarte conmigo? Dame algunas sugerencias y haré lo que sea para complacerte. El ambiente de nuestra casa ha cambiado a mejor en los últimos años, desde que nuestro hijo pidió irse a vivir con nosotros dos. Todo va sobre ruedas y somos una familia feliz. Deberías apreciarlo". Al oír esto, mi mujer entró corriendo en mi dormitorio, tomó el móvil que estaba sobre la cama y estuvo a punto de golpearme con él. Yo sonreí y le dije: 'Adelante. Dame unas cuantas bofetadas, no me enfadaré. En vez de eso, te daré las gracias'".

Después de escuchar mi historia, la practicante me contestó: "¡Has hecho un gran trabajo! No soporto que mi marido me regañe. Por eso me duelen las piernas cuando las cruzo en posición de loto para meditar por la noche. Debo aprender a contenerme. Muchas gracias por tu ayuda".

Le dije: "Debería ser yo quien te diera las gracias. Lo has hecho muy bien al superar la eliminación del yeli. Tu experiencia me está ayudando".

Nos encontramos dos días después. Me dijo: "Mi marido me regañó ayer y pude contenerme. Más tarde me di cuenta de que no me dolían las piernas cuando hacía la meditación por la noche".

Le contesté: "Me alegro por ti. Ayer salí del pueblo para aclarar la verdad, y ayudé a más de una decena de personas a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) en 90 minutos. Todo fue muy bien, y nunca había podido ayudar a tantas personas a renunciar tan rápidamente. Me di cuenta de que Shifu te había enviado para ayudarme". Ella dijo: "¡Yo también pensé que Shifu te había enviado para ayudarme!".

¡Gracias compasivo Shifu! Nunca olvidaré la bondad de Shifu y no lo defraudaré. Haré bien las tres cosas y cumpliré mi voto, me desharé de mis malas nociones, seré desinteresado y compasivo, y me esforzaré para avanzar vigorosamente.