La vida escolar ayuda a señalar mis apegos

(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Asisto a la Northern Adademy of Arts y estoy en el 11.º curso. Me gustaría contarles algunos de mis recientes entendimientos sobre la cultivación.

Eliminando la envidia

Hace poco me di cuenta de que menosprecio a los demás, lo cual es una manifestación de la envidia. Cuando veo que a otros les va mejor que a mí o son elogiados, afloran mis pensamientos negativos. Suelo darme cuenta a tiempo, pero otras veces tardo un poco en darme cuenta de que son malos pensamientos.

Por ejemplo, cuando veo que a mis compañeros de clase les va mejor que a mí, académica o artísticamente, me siento incómodo y pienso en formas de demostrar que yo soy mejor. Debería alegrarme por sus logros en lugar de sentir que la situación es injusta.

Shifu nos enseñó:

"Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente.
Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría.
Un ser iluminado no tiene ningún apego en el corazón. Él contempla tranquilamente a la gente mundana extraviándose en las ilusiones".
(Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance)

Incluso los asuntos triviales pueden exponer nuestros apegos. Tratar mal incluso el asunto más insignificante puede llevarnos a comportarnos de forma contraria a las enseñanzas. Shifu también señaló en Zhuan Falun la seriedad de la envidia:

"Mientras la envidia no se elimine, todos los corazones que la persona cultivó y refinó se vuelven muy frágiles". (Séptima Lección, Zhuan Falun)

He observado que la envidia bloquea el pensamiento racional. En lugar de envidiar a los demás, ¿por qué no aprender de ellos? ¿Por qué aferrarse a sentimientos tan negativos? La envidia no sirve para nada y solo perjudica a uno mismo y a los demás.

Mirar hacia dentro en la vida cotidiana

A veces siento que ciertos acontecimientos son extraños. Sin embargo, muchos de estos sucesos no son casualidades, sino manifestaciones de mis apegos. Shifu dijo en Zhuan Falun:

"Un solo “qué raro” ya te detiene". (Sexta Lección, Zhuan Falun)

Si simplemente encontramos las cosas extrañas pero no miramos hacia dentro, nuestros apegos pueden pasar desapercibidos hasta que son señalados por otros.

Una vez, durante una clase académica, el compañero que se sienta detrás de mí recibió su tarea calificada del profesor. Empezaron a maldecir sin cesar, lo que me pareció extraño porque no se habían comportado así antes. Me di cuenta de que no era casualidad que yo lo escuchara. Recordé aquellos momentos en los que sentía resentimiento después de recibir mis tareas; incluso me enfadaba con el profesor y sentía que me calificaba injustamente. Este incidente me hizo darme cuenta de cómo Shifu a menudo me recuerda a través de los demás que vea mis propios errores.

En la cafetería, si veo que queda poca comida, tomo menos para dejar algo a los demás. Sin embargo, la persona que está detrás de mí puede tomarlo todo, lo que me hace sentir incómodo. Reconocí mi tendencia a tomar más cuando hay algo que quiero, dejando menos para los demás. Me di cuenta de que tenía que rectificar mi comportamiento y tener una mentalidad de superación personal.

Otro caso fue cuando noté que el temperamento de una persona empeoraba. Como resultado, quise evitar interactuar con él. Sin embargo, me di cuenta de que mi propio temperamento se estaba deteriorando. Decidí cambiar y afrontar los conflictos con amabilidad. Mi temperamento mejoró y los demás se volvieron más complacientes.

Un día me encontré unas manchas moradas en la pierna, que no me dolían ni me picaban. Miré hacia dentro y descubrí que todavía tenía egoísmo y lujuria. A veces ignoraba estos pensamientos porque se habían convertido en un hábito. Por ejemplo, desear más beneficios o preocuparse demasiado por el aspecto físico son formas de lujuria. A veces me fijaba en alguien que parecía atractiva. Esto demostraba que no me había cultivado bien.

Cuando descubrí estos pensamientos impuros, los erradiqué con pensamientos rectos: Mi mente se aclaró y tuve menos distracciones.

Mis amigos de vez en cuando se burlan de mí y dicen que mi conducta es "femenina". Aunque lo decían en broma, me di cuenta de que había algo de verdad en sus palabras.

Shifu nos enseñó:

"Yin y Yang invertidos, la moralidad mundial está dañada
Hombres dignificados no tienen el acero yang
Blando e irresoluto, con tonada femenina
Corazón y pecho estrechos y pequeños, demasiado cobarde".
(Yin y Yang invertidos, Hong Yin III)

Después de leer esto, recordé casos en los que mi actitud era estrecha de miras, como aquellas veces en las que me resistía a prestar cosas a la gente por egoísmo. Esta revelación me llevó a desprenderme de tales apegos y cultivar una mentalidad más amplia y generosa.

Cada experiencia es un espejo que refleja nuestro estado interior. Si podemos mirarnos desde esas instancias, podremos reconocer nuestros defectos y esforzarnos por mejorar.

Mantener la mentalidad de un cultivador

Este año, nuestra escuela recibió a muchos alumnos nuevos de diversos orígenes. Algunos están muy influenciados por la sociedad. Al observar su comportamiento, a veces me sentí influenciado. Sin embargo, me di cuenta de que debía mantener el alto nivel de un practicante.

Shifu dijo:

"solo entre el gentío más complicado y en el ambiente más complicado se puede cultivar gong alto, este es el significado". (Novena Lección, Zhuan Falun)

Al darme cuenta de que la sociedad se está derrumbando, hago todo lo posible por mantener el estándar de la moral. Siempre que soy testigo de un comportamiento o lenguaje inapropiados, se lo recuerdo amablemente a la persona.

También me di cuenta de que tengo tendencia a estereotipar a los demás, pero sé que juzgar a la gente está mal. Me esfuerzo por eliminar estos prejuicios y tener una actitud compasiva.

Por favor, señale cualquier cosa que no esté alineada con el Fa.

Gracias, Shifu. ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en el Fahui de la Northern Academy of Arts)