(Minghui.org) Nuestra comunidad fue cerrada durante la pandemia de COVID, pero aún podíamos movernos dentro de ella.

Un día, mientras daba un paseo, un hombre con una bolsa de plástico en la mano gritó angustiosamente al otro lado de la barricada: "¿Quién puede ayudarme a llevar estos medicamentos al N.º 301 de la Unidad 2 del Edificio 7?".

Todos los que estaban cerca lo oyeron, pero nadie dijo nada porque sabían que el apartamento tenía un aviso en la puerta de que alguien había dado positivo.

Pensé: "Soy una discípula de Dafa y no me voy a contagiar. Debo comportarme según los principios del Fa". Así que me acerqué al hombre, tomé la bolsa y fui al apartamento.

Llamé a la puerta y les dije que tenía una bolsa con medicamentos para ellos.

"Déjala fuera", me dijo alguien desde dentro.

Le dije: "Sé que ahora no puedes salir, pero por favor, no dejes de recitar las frases 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'. Si lo haces, pronto te pondrás bien. Ahora, sólo Dafa puede salvarte".

La persona que estaba dentro no respondió.

Volví en los días siguientes y llevé comida hecha por mí: albóndigas y bollos al vapor. Llamé a la puerta y les hice saber que había puesto comida fuera.

Unos días después, cuando volví a su apartamento y les recordé que recitaran las frases, la señora que estaba dentro me dijo que lo harían. Me alegré mucho por ellos y supe que la amabilidad de un practicante les había llegado al corazón.

El poder de las frases auspiciosas

Uno de los guardias de seguridad de la comunidad dijo: "Vi a Di hace unos días. Parecía débil y desmejorada, como otra persona".

Di es una joven practicante que siempre vestía con elegancia. Se infectó con COVID y sobrevivió, pero seguía sintiéndose débil y con poca energía.

Decidí hacerle una visita. Me di cuenta de que su casa estaba bastante desordenada, con frascos de suero colgados junto a la cama. Me contó que, incluso después de dar negativo, se sentía débil y sin energía. Se sentía fatal.

La ayudé a ordenar la casa y me di cuenta de que tenía una foto de Jiang Zemin, exjefe del Partido Comunista Chino (PCCh), en la pared.

"No deberías tener eso en tu casa", le dije en tono amable pero serio. "Ahora está muerto, pero millones de personas murieron a consecuencia de sus movimientos políticos. Esa foto sólo puede traerte perjuicios. No me extraña que no hayas podido recuperarte".

Di aceptó descolgar la foto y destruirla. Lo hicimos juntas. Mientras arrancaba el retrato, sentí aire frío en los brazos. También le dije a Di que recitara las frases y que pronto se sentiría mejor. Recitamos las frases juntas durante 20 minutos y ella siguió recitándolas sola.

Al día siguiente, me llamó hacia las 8 de la mañana. Me dijo que había recitado las frases durante toda la noche y que ya se sentía mejor y con más energía. Me alegré mucho por ella.

"Tu cuerpo brilla"

Cada vez que salgo a aclarar los hechos, primero le digo al Shifu en mi corazón: "Shifu, por favor, tráeme a las personas predestinadas". Les digo lo maravilloso que es Dafa.

Fui a la sala de correo de nuestra comunidad residencial y di a algunas personas el último software para burlar el cortafuegos de Internet. Les dije que podían ver noticias reales utilizando el software. Todos lo tomaron con entusiasmo.

Cuando me iba, una persona me dijo: "Tu cuerpo brilla". En efecto, ¡todo auténtico discípulo de Dafa brilla con luz propia!

"¡La gente que practica Falun Dafa es amable!"

En julio de 2023, bajé a tirar la basura. Una mujer delgada de unos 60 años también estaba tirando la basura. Tenía el pecho vendado como si la acabaran de operar.

"¿Qué ha pasado?", le pregunté amablemente. Me dijo que la acababan de operar y que le habían dado el alta dos días antes. Estaba allí para asistir al funeral de su cuñado y ayudar a su hermana a limpiar su casa.

"Pero te acaban de operar y aún estás débil. Por favor, déjame ayudarte", le dije.

Llevé una sandía a su casa. Nada más entrar, sentí un fuerte olor a orina. Su cuñado debía de llevar mucho tiempo enfermo. La ropa de cama olía a orina y el orinal estaba sucio y apestaba. Encontré una manta vieja, envolví las sábanas sucias, la ropa y demás; las llevé escaleras abajo y las tiré al cubo de la basura. Tardé varios viajes en recogerlo todo.

Cuando volvieron del funeral, la señora vio que yo sudaba copiosamente y que tenía la ropa manchada. Exclamó: "¡La gente que practica Falun Dafa es tan amable!". Todos los presentes la oyeron.

Cuando terminé de limpiar, la ayudé a ella y a otras personas que estaban allí a renunciar al PCCh. Le dije a la señora que recitara sinceramente "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y su salud mejoraría pronto. Me dijo que lo haría.