(Minghui.org) Mucha gente piensa que las relaciones entre parientes políticos son los problemas familiares más complicados. Antes de que mi hijo se casara, pensé que podría llevarme bien con mi nuera, ya que había comenzado a practicar Falun Dafa en 1998. Resultó que fui demasiado optimista.

Mi nuera era conocida por su mal genio. Se enfadaba fácilmente por cosas triviales. Una vez que perdía los estribos, regañaba o incluso golpeaba a la gente. Ella y mi hijo tienen una hija que su madre había cuidado. Me mudé de una aldea a su casa en la ciudad para cuidar a mi nieta cuando empezó el jardín de infancia. Fue entonces cuando tuve contacto real con mi nuera. Fue entonces también cuando comenzaron nuestros conflictos.

Desde que llegué a su casa, mi nuera empezó a molestarme cada vez que estaba en casa. Me reprochaba casi todo lo que hacía. Se quejó de que yo no limpiaba la casa lo suficientemente bien, no preparaba las comidas adecuadas ni dejaba la ropa limpia cuando la lavaba. Ella abusó verbalmente de mí y hasta me golpeó. Era la persona más irracional que jamás había conocido.

Recordé que Shifu dijo:

"Mientras soportaron todo esto, ustedes no se rebajaron a su nivel, y su corazón estuvo muy calmado. No devolvieron el golpe ni insulto a su agresor" (Exponiendo el Fa en Sidney).

Así que soporté su comportamiento y no dije una palabra. Pero todavía teníamos conflictos. No estaba feliz y escribí todo lo que pasó, para tener algo que arrojarle a la cara algún día. Mirando hacia atrás, ¡me sorprendió darme cuenta de que tenía un apego tan fuerte a la venganza! Aunque superficialmente parecía que su comportamiento no me molestaba, en el fondo de mi corazón estaba resentida. Vivía con el miedo de que ella explotara en cualquier momento.

Mientras continuaba cultivándome, me di cuenta de que nada sucede por accidente y que la causa fundamental de nuestros conflictos podría ser mi ye. Mi nuera en realidad me estaba ayudando a eliminar mi ye, así que debería haberle agradecido y no preocuparme más.

Un día que perdió los estribos y me gritó sin motivo, mi hijo no pudo soportarlo y discutió con ella. Le detuve y le dije que ella estaría bien una vez que se desahogara un poco. Esta vez no me sentí resentida y seguí sonriendo, aunque no dejé de lado completamente el agravio (cultivar el xinxing fue muy difícil a pesar de que entendía los principios de Dafa).

Mi nuera todavía se enfadaba de vez en cuando, pero yo creía lo que decía Shifu:

“La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera” (El Fa rectifica el cosmosHong Yin (II)).

Toleré su irracionalidad y me dije que debía concentrarme más en lo bueno de ella. Además de ser gruñona e irritable, se dedicaba a la familia y no tenía muchos de los malos hábitos que tenía la mayoría de los jóvenes.

Seguía haciendo las tareas del hogar como siempre y cuidaba bien de mi nieta. Cuando mi nuera estaba de buen humor, charlaba con ella y amablemente le recordaba los malos efectos de perder los estribos. Poco a poco sintió mi amabilidad y apreció mi ayuda, y cada vez perdía los estribos con menos frecuencia.

Un día hace poco, creó un gran problema por las bolas de masa. Almorzamos bolas de masa y mantuve algunas de las sobras calientes en la olla para mi nieta. El resto lo guardé junto con las recién hechas en el frigorífico. Le di a mi nieta las bolas de masa de la olla cuando llegó a casa de la escuela. Mi nuera me criticó por darle a su hija las sobras y por no calentarlas lo suficiente. También tiró todas las bolas de masa del frigorífico.

Shifu dijo:

“Cuando te encuentres ante un conflicto, probablemente este se manifieste en forma de fricciones de xinxing entre uno y otro; si logras soportarlo, tu yeli también disminuye, tu xinxing también se eleva, tu gong también crece y estos se fusionan todos juntos” (Cuarta Lección, Zhuan Falum).

Sentí que tal vez no había eliminado mi ye por completo y que Shifu podría estar usando este incidente para ayudarme. Después de que mi nuera terminó de quejarse, me sentí muy tranquila y fui a mi habitación a estudiar las enseñanzas de Dafa.

Al día siguiente, mi nuera llamó antes de que pudiera preparar panecillos frescos para mi nieta. Ella dijo: “Mamá, no tienes que cocinar comida fresca para mi hija cuando regrese de la escuela. Simplemente calienta los bollos viejos”.

¡Qué alivio! Nuestro conflicto finalmente se resolvió. Estoy extremadamente agradecida a Shifu, quien me animó a pasar la prueba de esta manera.

Sin la guía de Shifu, realmente no sé cómo habría mejorado mi relación con mi nuera. Me gustaría agradecer nuevamente a Shifu por usarla como una oportunidad para ayudarme a cultivar y mejorar mi xinxing.