(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa hace 26 años. Cuando me mudé de un suburbio a una ciudad a finales de 2022, mi entorno de cultivación cambió. Quería cultivarme con los demás practicantes sin importar dónde viviera.

Los otros practicantes me advirtieron que el ambiente en la ciudad era ajetreado, ruidoso y acelerado, lo que hacía difícil concentrarse.

Había muchas cosas que hacer después de que mi familia se mudó. Me recordé  que debía tratar la cultivación como mi prioridad. Si me obligaba a terminar todas las tareas domésticas antes de leer el Fa, estaría demasiada cansada para tomar mi libro o entender lo que leía.

Decidí garantizar mi tiempo de estudio del Fa. Envié pensamientos rectos cada vez con más frecuencia y me negué a distraerme con mi entorno o mis nociones humanas. Tracé una línea y me negué a pensar en lo que tenía que hacer porque sabía que si lo reconocía, me restringiría y también a los cambios del entorno según la mentalidad de cada uno.

Me comuniqué con algunos practicantes locales y comencé a asistir a un grupo de estudio del Fa local. El ambiente de la ciudad y el ajetreo no me afectaron.

Practiqué durante décadas, pero mi esposo no parecía tener una relación predestinada con Dafa. No le importaba que me cultivara cuando se sentía feliz, pero se oponía a ello cuando estaba enojado. Se metía especialmente conmigo después de beber. Si no podía encontrar ningún incidente reciente, contaba cosas que sucedieron hace años y decía las palabras más hirientes.

Cuando traté de explicarle, me acusó de discutir. Si me quedaba en silencio, decía que era testaruda. También dijo palabras negativas sobre Dafa. Me sentía agotada por estas tribulaciones. Los demás practicantes conocían mi situación y me animaron.

Un día de agosto de 2022, mi esposo me preguntó adónde había ido después de regresar de una reunión de estudio del Fa. Noté que estaba borracho. Le dije que estaba estudiando el Fa. Me interrogó y exigió saber adónde fui y por qué estuve fuera tanto tiempo. Le expliqué pacientemente, pero eso sólo lo enojó más y lo hizo más sarcástico. Incluso dijo que lo estaba engañando. Al ver que su mente no estaba clara, dejé de explicarle y le envié pensamientos rectos. Pronto se quedó dormido.

Dos días después, una practicante me llamó abajo y me dijo que no podría unirse al estudio del Fa ese día. Cuando mi esposo nos vio hablando empezó a beber de nuevo y dijo algunas palabras desagradables. Incluso empezó a empacar sus cosas y dijo que se mudaría. Lo detuve y le dije que sería más considerada en el futuro. Finalmente se detuvo.

El derrame cerebral de mi esposo

Sin embargo, alrededor de las 6:30 de la mañana siguiente su boca estaba torcida y caída. Apenas pude entender sus palabras. Inmediatamente lo llevé a un hospital. Se sometió a un tratamiento después de una resonancia magnética y una tomografía computarizada. Dos días después estaba mejor. Su médico le mostró su escáner y le dijo: “Tuviste un derrame cerebral. Tu vaso sanguíneo está casi completamente bloqueado, pero te ves mejor de lo que muestra la imagen”.

Podía mover las piernas y los pies y su boca volvió a la normalidad. Pensé que debía haberse beneficiado del campo de energía positiva de Falun Dafa.

Después de que mi esposo fue dado de alta del hospital, un practicante me recordó que esta era una oportunidad para que mi esposo practicara Falun Dafa. Siempre pensé que estaría agradecida si él no se opusiera a mi cultivación, así que nunca soñé que podría practicar.

Otra practicante vino a ver a mi esposo después de enterarse de su derrame cerebral. Ella le contó los hechos sobre Falun Dafa. Mi esposo había estado fuertemente influenciado por el Partido Comunista Chino. Aunque intenté aclararle los hechos muchas veces, se negó a escucharme. La practicante habló con él durante cuatro horas, contándole sobre sus experiencias personales, la historia china, la ciencia, los valores tradicionales, etc. Su corazón finalmente se abrió. Envié pensamientos rectos para eliminar sus nociones y los espectros comunistas que le impedían comprender. Él escuchó atentamente mientras ella hablaba.

Después de que ella se fue, charlé un poco con él, pero empezamos a estar en desacuerdo nuevamente. Me detuve cuando sentí que mis quejas afloraban.

Cuando leí el Fa con los demás practicantes esa noche, leí lo que dijo Shifu:

“Un día él conectó el detector de mentiras a una planta y luego pensó: «¿Qué experimento hago? Voy a quemar sus hojas con fuego y ver qué reacción tiene». Con solo este pensamiento y aun antes de quemar, esa aguja electrónica dibujó velozmente un tipo de curva, una que solo puede dibujar cuando una persona grita pidiendo auxilio por su vida. Este tipo de gongneng suprasensorial que en el pasado se llamaba telepatía mental es una capacidad potencial e innata del hombre, pero como los seres humanos de hoy están atrofiándose, aún tienes que hacer el xiulian nuevamente, volver al origen y retornar a la verdad, y regresar a tu naturaleza innata, solo entonces puedes poseerla. Sin embargo, la planta la posee y sabe lo que tú estás pensando; esto suena muy inconcebible, pero aquellos son experimentos científicos concretos” (Octava LecciónZhuan Falun).

Shifu me explicó por qué mi relación con mi esposo era tan mala. Fue porque tenía fuertes nociones negativas sobre él. Si incluso las plantas pueden sentir cosas, entonces los humanos tenemos una capacidad mayor. Nuestras nociones deben haber estado luchando entre sí en otra dimensión. Nos menospreciamos aunque no lo dijimos.

Decidí deshacerme de mis nociones negativas sobre él y cualquier otra persona. Shifu vio mi determinación y me ayudó a eliminar estos pensamientos negativos.

Mi esposo cambió después de que yo cambié. No importa cuánto tiempo estuve fuera, él no dijo nada malo e incluso actuó amablemente. Gracias, Shifu, por ayudarme a superar la tribulación que me atormentó durante más de 20 años.

Un día le pregunté: “¿Te gustaría saber más sobre Dafa? ¿Por qué no lees el Fa conmigo? Puedes mirarme para que no te quedes dormido”. Para mi sorpresa, aceptó felizmente.

Desde entonces hemos leído una o dos lecciones de Zhuan Falun todos los días. Él trata nuestro estudio en serio. ¡Está más allá de mis expectativas más locas! ¡Gracias Shifu!

Antes de comenzar a practicar Falun Dafa, insistía en tomar todas las decisiones en mi familia. Medía las cosas con los estándares de la gente común, por lo que tropecé en las relaciones familiares y perdí muchas oportunidades de resolver mis problemas con mi esposo.

Aprendí una dura lección sobre cómo mi estado de cultivación afectó mi entorno de cultivación y cómo mis nociones bloquearon mi mejora y mi capacidad para salvar seres conscientes. Como discípulos de Falun Dafa, tenemos una enorme responsabilidad. Tengo que estudiar bien el Fa y cultivarme sólida y diligentemente.

Aprecio profundamente la ayuda sincera y desinteresada de mis compañeros practicantes. Estoy llena de gratitud y aprecio el viaje que recorremos juntos.