(Minghui.org) Tuve numerosas cirugías cuando era niña debido a una infección crónica de los huesos (osteomielitis), incluyendo el desbridamiento del hueso, cuando los antibióticos no lograron eliminar la infección. Me puse bien después de empezar a practicar Falun Dafa en 1997.

Shifu, dijo: "…viéndolo desde otro espacio, incluso todos esos huesos están negros…" (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Mi cuerpo estaba así antes de empezar a practicar. Afortunadamente, Shifu cuidó de mí y limpió mi cuerpo. A continuación, algunas de mis experiencias con el yeli de enfermedad.

Pesadilla de Infección Ósea

En mayo de 1985, cuando tenía 12 años, se me hinchó una zona de la pantorrilla izquierda, cerca del tobillo, y sentí un dolor insoportable. La medicación no ayudó, y la zona hinchada se expandió; el dolor también aumentó. Mis padres me llevaron al hospital. El médico hizo una incisión y drenó el pus. La zona volvió a enrojecerse e hincharse. El médico repitió el tratamiento, pero esta vez no sirvió de nada. La hinchazón rojiza creció y se volvió morada. A menudo gritaba de dolor y no podía mantenerme en pie.

Asustados por mi situación, mis padres me llevaron a un hospital de la ciudad y me tomaron una radiografía de la pierna. El médico no sabía cómo explicar mi estado. Dijo que mi carne estaba podrida y que no podían operarme. Me sugirieron que me fuera a casa a descansar. Si mi estado mejoraba, podrían operarme.

Mi padre estaba triste y preocupado. Como ya no podía andar, me llevaba en brazos.

Un amigo me recomendó otro hospital. Un examen exhaustivo concluyó que tenía osteomielitis purulenta aguda. El hueso estaba tan deteriorado que era tan fino como un palillo. Si hubiera esperado una semana, habría necesitado una amputación. El médico me operó inmediatamente. Raspó el hueso podrido para que pudiera crecer hueso sano.

Durante las seis semanas que siguieron a la operación estuve hospitalizada y recibí antibióticos todos los días. Otra radiografía mostró que había crecido hueso nuevo, así que me enviaron a casa.

Tres meses después, otra revisión mostró manchas oscuras en el hueso. Estuve hospitalizada un mes más y me volvieron a operar. Aunque se me formaron cicatrices profundas en la pantorrilla, el hueso creció y pude volver a caminar. Mi familia estaba contenta.

En 1997 tenía 24 años y en marzo empecé a practicar Falun Dafa. Después de leer el libro Zhuan Falun, me di cuenta de que Shifu había estado cuidando de mí todo el tiempo; de lo contrario, la posibilidad de recuperarme de una enfermedad tan grave y prolongada era muy baja. Podría haber muerto o haber quedado discapacitada. Me sentí muy agradecida, practiqué con diligencia y seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Hacer el quinto ejercicio (meditación sentada) fue difícil. Era muy doloroso sentarse en la posición de loto completo. Las piernas se me ponían moradas o negras. Pero por muy doloroso que fuera, me negué a moverme o a bajar las piernas. Sabía que tenía un yeli enorme y tenía que soportar el dolor. Después de todo, mi hueso se había podrido. ¿Cómo podía ser trivial mi yeli? Si Shifu no me hubiera salvado, ya habría muerto. Estaba muy agradecida y decidida a cultivarme.

Yeli de enfermedad mayor

Seis meses después de empezar a practicar Dafa, el área alrededor de la cicatriz se volvió dolorosa, roja e hinchada. Me di cuenta de que Shifu estaba eliminando mi ye y limpiando mi cuerpo. De las enseñanzas de Fa entendí que la cirugía sólo eliminó sustancias en la superficie mientras que en otras dimensiones, el ye todavía estaba profundamente enterrado.

Sin embargo, mis padres se asustaron porque el aspecto de mi pierna les recordaba lo que me había ocurrido cuando tenía 12 años. Les dije que se trataba de un proceso de eliminación del yeli y que me pondría bien. No me creyeron y llamaron a mis parientes y vecinos para que me convencieran de ir al médico. Pero yo no vacilé y les leí el artículo de Shifu titulado Ye de enfermedad en Escrituras esenciales para mayor avance. Me escucharon y dejaron de preocuparse por mí.

La zona rojiza supuró pus y líquido durante diez días. Era insoportable, pero me la limpiaba. Como no podía andar, me sentaba en un banco y avanzaba poco a poco para llegar a algún sitio. Seguí estudiando las enseñanzas y haciendo los ejercicios, y la zona se curó en dos semanas. Mi familia y mis vecinos fueron testigos de lo extraordinaria que es Dafa.

De vez en cuando, la zona se enrojecía y se hinchaba, y a veces exudaba pus. Cada vez lo ignoraba. Como mis padres comprendieron la situación, no se preocuparon hasta que ocurrió un incidente en 2004.

Detención en un campo de trabajo

Un agente de policía me detuvo el 13 de mayo de 2004, cuando hablaba con algunas personas sobre Falun Dafa en un mercado agrícola. Había salido de un campo de trabajo seis meses antes, por practicar Dafa, y las autoridades me vigilaban en secreto. Me condenaron a otros dos años de trabajos forzados. Dije a los funcionarios que no había infringido ninguna ley y que debían ponerme en libertad.

Pronto empezó a dolerme la pierna. A medida que el bulto crecía, lloraba de dolor. Sabía que debía oponerme con firmeza a la persecución y que Shifu me ayudaría. Los guardias me ordenaron que tomara drogas, pero me negué. Me sujetaron y me inyectaron drogas que hicieron que el bulto se hinchara.

Al ver que no podía andar, los guardias me llevaron a un hospital de la policía para tomarme radiografías. Se detectaron numerosos problemas en el hueso y el médico habló con los guardias durante mucho tiempo. Al día siguiente, los agentes llamaron a la policía local y les dijeron que me llevaran a casa para recibir tratamiento. Oí decir al guardia que un amigo de un agente había muerto de una infección ósea, así que tenían miedo de que yo muriera mientras estaba detenida. La policía local tampoco quería aceptar la responsabilidad de mi muerte, así que llamaron a mis padres para que me recogieran.

Mis padres vinieron y nos llevaron a casa en un furgón policial. Los agentes me dijeron repetidamente que tenía que recibir tratamiento médico inmediatamente. Al ver la zona cicatrizada, hinchada y supurante, y dos grandes bultos en la ingle, mis padres se asustaron. Les dije que me pondría bien practicando Falun Dafa, pero no aceptaron lo que les dije.

A la mañana siguiente, mis padres llamaron a un taxi y me empujaron a él. Como eran inflexibles, fui al hospital. Las radiografías mostraron una larga lista de problemas y que era necesario otro raspado óseo. Pedí ayuda a Shifu y les dije a mis padres: "Esto es muy grave. Costará mucho dinero y no podemos permitírnoslo". Lo hablaron y accedieron a llevarme a casa.

A lo largo de estas tribulaciones, no dudé de que Shifu velaba por mí. Ni siquiera pensé en cuánto tiempo duraría. Continué estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Por muy doloroso que fuera, no paré. Cuando hacía los ejercicios, supuraba pus, pero no tenía miedo. Sabía que cuanto más practicara, más rápido me recuperaría. También quería utilizar esto como ejemplo para mostrar los beneficios de Dafa a los funcionarios y refutar la propaganda difamatoria vertida por el Partido Comunista Chino (PCCh) contra Shifu y Dafa.

Al cabo de un mes, mi pierna se recuperó completamente. Todo el mundo se sorprendió porque nadie esperaba que sanara tan rápidamente sin cirugía. Agradecí a Shifu por ayudarme a eliminar el ye y sacarme así del campo de trabajo.

Dolor extremo

Después ocurrieron varios incidentes menores, cada uno de los cuales duró unos diez días. No les presté mucha atención. No sabía que me esperaba una prueba mayor.

Mi pierna se hincho y me dolio de nuevo en marzo del 2023. Envié fuertes pensamientos rectos: Lo soportaría si lo causaba mi ye; si era una interferencia de las viejas fuerzas, lo anularía y lo eliminaría por completo.

Sin embargo, a finales de marzo, la inflamación empeoró y no podía caminar. La zona afectada aumentó, al igual que el dolor. Era mucho peor por la noche. Pedí ayuda a Shifu. Cuando era insoportable, gritaba como si mi vida se acabara.

El dolor siguió aumentando y, a mediados de abril, era indescriptible. Lloré y supliqué ayuda a Shifu. También recité repetidamente el siguiente poema:

“Templando la mente y el corazón de uno”

Obtener el estado de fo después de alcanzar la perfección,
tomar las penalidades sufridas como gozo.
Los sufrimientos físicos no pueden ser contados como sufrimientos,
cultivar el corazón de uno es lo más tormentoso.
Cada paso debe atravesarse,
los demonios están en todas partes.
Cientos de penalidades caen a la vez,
para ver cómo uno sobrevive.
Soportados los sufrimientos en el mundo,
del mundo como un fo uno se marchará.
(“Templando la mente y el corazón de uno”, Hong Yin)

No podía dormir, no podía comer y seguía vomitando. Bebía mucha agua, pero seguía teniendo sed. Estaba débil y el bulto era tan grande como una pelota de golf. No podía caminar y sólo podía tumbarme en la cama en una posición. Intentaba levantarme y hacer los ejercicios, pero no era posible. El dolor era insoportable y lloraba mientras pedía ayuda a Shifu.

No podía aguantar mucho más. No sabía cuánto ye tenía ni lo mala que había sido para sufrir tanto. No obstante, estaba decidida a cultivarme y me negaba a flaquear.

Continué así una y otra vez. Tenía miedo cuando llegaba la noche porque no sabía cómo iba a pasarla. Al verme tan mal, mis padres me preguntaron si quería ir al hospital. Al menos los médicos podrían ponerme una inyección para reducir el dolor, dijeron. Pero negué con la cabeza. "No. Creo en Dafa y confío en Shifu".

No dejaba de recordar las enseñanzas de Shifu. Un verdadero practicante no tendría enfermedades, así que todos estos síntomas eran ilusiones. Tenía que eliminarlos con pensamientos rectos. Al fin y al cabo, la práctica de cultivación transforma el cuerpo en materia de alta energía, mientras que la medicación no tiene ningún efecto. Era sólo que los cambios no se manifestaban en ese momento, y esto también es un proceso de iluminación.

A veces, me preguntaba repetidamente: "¿Eres una auténtica discípula de Dafa?". Cada vez me respondía "Sí". Sabía que había cosas que no hacía lo suficientemente bien, pero como discípulo de Dafa, no permitiría que ningún elemento negativo interfiriera. También recordé las palabras de Shifu: "Tú dices que tienes que ser firme e inconmovible; con un corazón así, cuando llegue ese momento, si realmente puedes mantenerte firme, naturalmente vas a poder hacerlo bien, porque tu xinxing ya se habrá elevado". (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Estaba resuelta en mi creencia.

El 28 de abril de 2023, el bulto se rompió y salió pus y otros fluidos. Lo limpié y me di cuenta de que el dolor se había reducido a la mitad. Seguí escuchando las conferencias de audio de Shifu y pude hacer los ejercicios. Como la zona estaba dentro del tobillo izquierdo y soy mujer, pude hacer el quinto ejercicio. Así pues, todo lo sucedido se había arreglado.

La herida se hizo más pequeña con el tiempo y se cerró unas seis semanas después. Para entonces hacía más calor y, afortunadamente, pude bañarme. De lo contrario, mi malestar sería inimaginable. Sé que las disposiciones de Shifu son las mejores. Sin Dafa, podría haber muerto. Dafa me salvó la vida, me dio la oportunidad de eliminar el ye y mejorar el xinxing, y mucho más.

¡Gracias, Shifu!