(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1996 y ahora tengo 83 años. Antes tenía todo tipo de problemas de salud, sin embargo me convertí en una anciana sana y llena de energía que lleva 27 años salvando a la gente.

Ahora, cuatro generaciones de mi familia conviven felizmente. Mi hijo y mi nuera me apoyan en mi cultivación y Shifu les ha bendecido.

Seguir a Shifu en todo momento

Shifu me rescató del infierno y me dio una nueva vida, que me llevó a lo que soy hoy. Si Shifu no me hubiera salvado, habría abandonado esta tierra hace mucho tiempo, así que hago las tres cosas y cualquier cosa que Shifu nos pida o desee que hagamos.

En un pasillo de un edificio residencial, estaba pegando folletos que denunciaban la atrocidad de que el gobierno extrae órganos en vida a los practicantes de Dafa, cuando un hombre me vio. Me agarró del codo y me preguntó: "¿Quién está extrayendo órganos?". Le dije que era cierto. Me respondió: "Detente donde estás", y empezó a marcar un número en su móvil para denunciarme.

En silencio, supliqué ayuda a Shifu. Le pedí que le impidiera llamar. Efectivamente, no pudo comunicarse y me soltó. Le di las gracias a Shifu mientras me alejaba.

Shifu quiere que estudiemos las enseñanzas juntos, así que establecí un grupo de estudio del Fa en mi casa. Con la ayuda de Shifu, todo ha ido sobre ruedas. La ciudad instaló monitores de vídeo en todo mi vecindario, sin embargo ninguno en la calle fuera de mi casa.

Shifu quiere que aclaremos la verdad, así que salgo a contar a la gente los hechos sobre Falun Dafa cara a cara y distribuyo materiales informativos sobre Falun Dafa. Lo hago en mi barrio y fuera de él, en el mercado y en los autobuses. También he ido a los pueblos de los alrededores con compañeros practicantes para hablar con la gente y darles materiales de Dafa. Hice muchos DVD de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista para que los practicantes los distribuyeran.

Una vez, vi a tres mujeres saliendo de una casa y les di un folleto de Dafa. Justo cuando iba a hablar, una de ellas me expresó: "Eres muy valiente al venir a la puerta de nuestra casa".

Le dije que era por su propio bien. Sacó su móvil y empezó a marcar un número para denunciarme. Le rogué a Shifu que la detuviera. No consiguió hacer la llamada.

Las otras dos mujeres dijeron: "Vámonos", y se fueron. Estas cosas han ocurrido muchas veces a lo largo de los años, no obstante siempre hemos estado a salvo gracias a la protección de Shifu.

Llevo muchos años aclarando la verdad en persona y salvando a la gente. Normalmente salgo por la mañana y luego estudio el Fa y envío pensamientos rectos en casa por la tarde. A lo largo de los años, he mantenido el pensamiento de que salvar a unos pocos no es demasiado poco y salvar a decenas no es demasiado. Trato de no estar apegada a ir a los extremos.

Pensaba: "Si salvo a menos gente, es porque no he aprendido bien el Fa. Tengo que mirar hacia dentro, aprender la lección y hacerlo mejor la próxima vez. Si salvo a más gente, es Shifu quien lo hace. Es que tengo este deseo. Shifu nos ha dado poderosas virtudes para ayudarnos a tener éxito en nuestra cultivación. Si no nos esforzamos al máximo, no seremos dignos de que Shifu nos salve".

Cosas asombrosas que encontré

Distribuyendo materiales de clarificación de la verdad

Un practicante veterano y yo fuimos a poner carteles y colgar pancartas en una noche de otoño de 2020. Sacamos una pancarta y la atamos a una roca. Al lanzar la piedra para colgar la pancarta en un árbol, me caí hacia atrás. Mi mano derecha golpeó el suelo y oí un crujido. Al principio pensé que podía haberme roto la muñeca, sin embargo enseguida me corregí y pensé que estaba bien.

No tengo ni idea de cómo me levanté. Le pedí a Shifu que me ayudara después de levantarme y recité "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". Perdí la cuenta de cuántas veces repetí esto. Le dije a Shifu: "Por favor, ayúdeme. Soy diestra. Por favor, ayúdame para que pueda terminar de distribuir estos materiales".

Entonces lancé la piedra con la mano izquierda y salió bien. Puse carteles donde podía alcanzar. Sentí claramente que Shifu lo hacía por mí. Más tarde se me hinchó la mano derecha y tuve dificultades para moverla. Apreté los dientes y recité "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". También repetí las frases para enviar pensamientos rectos. Algunas personas se acercaron para ver lo que estaba publicando. No me preocupé.

Me encontré con el compañero practicante de camino a casa cuando terminé. Le pedí que viniera a casa conmigo porque mi esposo tiene problemas de audición y no me oiría llamar a la puerta. No obstante no quiso venir. No le dije por qué se lo había pedido. Pensé: "No importa. Shifu me ayudará". Así que me fui a casa.

Mi hijo pequeño abrió la puerta antes de que yo llamara. Cuando me preguntó qué me pasaba en la mano, se lo conté. No comentó nada porque sabía que no iría al hospital. Me sugirió que me hiciera un cabestrillo casero con cinta y cartón para colgarmenlo del cuello y sujetarme la muñeca. Acepté y lo hice durante unos días.

Shifu dio a sus practicantes una poderosa herramienta de cultivación hace mucho tiempo. Es decir, mirar hacia dentro. Que yo salve a la gente debe ser lo más recto; nadie puede estar en contra de ello. Mis problemas pueden deberse a que tenía una brecha en mi cultivación y las viejas fuerzas se apoderaron de ella. Miré hacia dentro en busca de mi brecha y la encontré.

Todos nuestros vecinos plantaban hortalizas en el espacio abierto frente a su edificio. Delante del mío también había un descampado, así que planté puerros. Los quitaron más tarde, cuando la administración de fincas nos lo impidió.

Esto demostró mi apego al interés propio. La gente común puede hacerlo porque es gente común. Sin embargo al hacerlo, me puse al nivel de la gente común. Demostré que era egoísta. Me sentí avergonzada de haber intentado ganar este poco de beneficio incluso después de tantos años de cultivación. Tengo que eliminar mi egoísmo si quiero alcanzar la perfección.

La hinchazón de mi mano bajó lentamente. Salí a distribuir calendarios de escritorio cinco días después y al duodécimo día ya me había recuperado.

No sentí ningún dolor desde el principio hasta el final de esta lesión en la muñeca. Sabía que Shifu sufrió la tribulación por mí. Me siento mal por haber causado problemas a Shifu y le estoy muy agradecida.

Sufrimiento y eliminación de ye

Cuatro generaciones nos reunimos por la noche para despedir el 2022 y celebramos la víspera del Año Nuevo Lunar. Me lavé las manos y el pelo antes de comer y, de repente, sentí un fuerte dolor de estómago. Me apoyé en la lavadora y no podía moverme. Utilicé todas mis fuerzas para gritar. Mi nieta lo oyó y vino corriendo. Me sacó en brazos. Mi hijo también vino a ayudarme. Dos de ellos me llevaron a la cama y me hicieron sentar.

Me dolía mucho la parte superior del cuerpo. No podía decir dónde me dolía. En realidad me dolía todo. Mis hijos se reunieron a mí alrededor. Todos se asustaron al verme así. Mi primera nuera no es practicante de Dafa, ella sabe que Dafa es bueno. Me abrazó y me expresó: "Madre, no tengas miedo. Todo va a ir bien. Shifu cuida de todos nosotros". Seguía recitando "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".

Quería acostarme, y sentí que algo me apuñalaba cuando estaba bajando hacia atrás. Me dolía tanto que no podía sentarme ni recostarme. Me dolía tanto que no podía respirar. No hay palabras para describir el dolor extremo que sentí. Nunca en mi vida había sufrido tanto. Estaba agotada y con la ropa empapada en sudor.

Me apoyé en mi nuera. Ella no se atrevía a moverse. La gran mesa estaba llena de platos, no obstante nadie comía nada; todos se reunían a mí alrededor. Grité: "Shifu, por favor, sálvame". Todos los niños, asustados, se arrodillaron ante el retrato de Shifu y le pidieron ayuda. Al cabo de un rato, pude apoyarme en mi nuera para dormir un par de minutos. Pude dormir un poco más cuando pasó un poco más de tiempo.

Al día siguiente seguía en estado grave. Los tíos y tías de mis hijos vinieron desde muy lejos. Les dije que estaba bien, que Shifu cuidaría de mí, que estaba eliminando ye de enfermad y que me recuperaría en unos días. Quería que no se preocuparan y que se fueran a casa. Así lo hicieron.

Pensé con calma cuándo había disminuido mi dolor. Todos los practicantes a mi alrededor contrajeron Covid-19, sin embargo se recuperaron en unos días. ¿Por qué mi situación era tan grave? ¿Dónde estaba el problema? Después de mirar hacia dentro, descubrí que se debía a que mis pensamientos no eran rectos.

La pandemia se agravó cuando el gobierno abandonó la política de tolerancia cero. La tasa de infecciones se disparó el 10 de febrero. La velocidad a la que se propagó la infección fue espantosa, y el 95% de las personas de todos los lugares de trabajo y de los pequeños distritos vecinos contrajeron la enfermedad. Mi hijo mayor temía por mí y por mi esposo y se opuso rotundamente a que otros practicantes vinieran a nuestra casa a estudiar el Fa.

Tácitamente estuve de acuerdo con él y acaté lo que quería. Trasladé el grupo de estudio del Fa a la casa de otro practicante. Fui una vez, no obstante me enfermé y mi esposo también. Él se recuperó al día siguiente y yo estuve enferma más de dos semanas.

Unos días después, invité de nuevo a los practicantes del grupo de estudio del Fa a estudiar el Fa en casa. Intercambiamos opiniones sobre la pandemia. Todos los practicantes de mi zona se habían infectado y tenían síntomas leves o graves. Me pregunté cómo era posible que los practicantes de Dafa también estuvieran infectados. Algunos dijeron que hubo quienes se infectaron dos veces, y algunos incluso fallecieron.

Al oír esto, sentí miedo. Fue precisamente este pensamiento de "miedo" lo que me llevó a infectarme la segunda vez. Aunque en apariencia cambié de grupo de estudio del Fa por la objeción de mi hijo, acepté tácitamente su opinión de temer al virus.

Por un periodo de tiempo, no había sido capaz de estudiar el Fa con un corazón recto y solo había cumplido con los movimientos cuando enviaba pensamientos rectos. Había abandonado los pensamientos rectos en asuntos claves y no me había considerado como una practicante. No había pensado en mí como una persona que camina por la senda de lo divino.

Bajo la mirada de innumerables dioses, las viejas fuerzas están celosas de los practicantes de Dafa y no quieren que tengan éxito. ¿Cómo no van a aprovechar esta oportunidad para perseguirnos? Después de pasar por altibajos durante más de 20 años, hemos tropezado debido a esta pandemia. Estoy realmente avergonzada.

Dándome cuenta de mi problema, me arrepentí sinceramente ante Shifu y estaba decidida a corregirme, estudiar más intensamente el Fa y enviar pensamientos rectos. Shifu me ayudó de nuevo. Mejoré día a día y volví a la normalidad sin darme cuenta. Volví a ocuparme de salvar a la gente. Toda la familia volvió a ser testigo del extraordinario poder de Falun Dafa. Gracias, Shifu, por salvarme.

Lo que he aprendido en los últimos 27 años es lo siguiente: Ante cualquier problema, lo primero que uno debe pensar es que es practicante de Dafa, y entonces sabrá cómo manejarlo. No importa qué dificultades u obstáculos encontremos, nuestro primer pensamiento debe ser buscar a Shifu, porque Shifu está a nuestro lado en todo momento. Shifu aprecia a sus practicantes y no recuerda sus errores. Mientras uno corrija sinceramente sus errores, Shifu definitivamente podrá despejar el obstáculo para él.

Por supuesto, el Fa tiene normas. Uno no puede dar por sentada la misericordia de Shifu. Uno debe tener estándares altos y actuar como un verdadero practicante de Dafa. Por lo tanto, en el tiempo restante que tenemos para cultivar, debemos seguir las palabras de Shifu y estudiar más el Fa, salvar a más personas, mirar hacia adentro y cultivar nuestro xinxing, para que podamos alcanzar el estándar requerido de un practicante de Dafa.