(Minghui.org) Anne tuvo síntomas de enfermedad hace tres años y me preguntó si podía venir a mi casa a leer el Fa. Como yo estaba trabajando en proyectos de aclaración de la verdad en casa y tenía tiempo, acepté.

Estudiamos el Fa, hicimos los ejercicios y enviamos pensamientos rectos todos los días. Mejoró notablemente. Me alegré por ella y una vez más fui testigo de lo asombroso que es Falun Dafa.

Después de quedarse en mi casa durante más de un mes, Ana se dio cuenta de que estaba bien. Después de que ella se fue pensé que era maravilloso tener un ambiente donde yo pudiera cultivarme diligentemente con otro practicante. Los síntomas de enfermedad de Ana eran una advertencia de que algo iba mal en su cultivación. Yo no tuve ninguna comprensión, aunque compartimos nuestros entendimientos basados en el Fa.

Ana no dijo mucho sobre lo que podía haber desencadenado su tribulación. Sólo dijo que había tenido conflictos con otros practicantes mientras trabajaba en proyectos de aclaración de la verdad. No le pregunté los detalles, pues sé que no es fácil estar en una tribulación y no quería aumentar la presión a la que ya estaba sometida.

Más tarde me di cuenta de que mi corazón estaba movido. Si su enfermedad empeoraba, me preguntaba cómo yo explicaría lo sucedido a su marido y a sus hijos, que no practican Falun Dafa. No confiaba plenamente en Shifu y en Dafa, y tenía miedo de asumir la responsabilidad. Debía eliminar estas nociones humanas y fortalecer mis pensamientos rectos.

Debido al brote de COVID, se cancelaron muchas actividades de aclaración de la verdad, pero pudimos seguir haciendo los ejercicios en el parque. Sentí que mejoraba al hacer los ejercicios con otros practicantes. También leímos el Fa y hablamos de nuestras experiencias de cultivación y entendimiento.

Mi oportunidad de cultivación

El coordinador del proyecto en el que participaba anunció de repente que el proyecto terminaba. Yo había participado en él durante muchos años y pensaba que era una manera poderosa de aclarar la verdad sobre la persecución a Falun Dafa. Sin embargo, como los miembros del equipo tenían trabajo y trabajaban a tiempo parcial en el proyecto, el número de noticias que podíamos producir era limitado. El cambio repentino me dejó desorientada. Poco después, un practicante que trabajaba conmigo en el proyecto me dijo que se estaba formando otro grupo, pero no me pidieron que me uniera a ellos.

Sabía que era una oportunidad para mejorar mi carácter, pero no pude evitar sentir que se me trataba injustamente. Dediqué mucho tiempo y esfuerzo al proyecto. Empecé haciendo tareas esporádicas. Poco a poco aprendí a investigar, hacer entrevistas, escribir guiones y hacer doblajes. Tuve que soportar muchas incomodidades. No esperaba que me apartaran de repente.

Pensé: Si pregunto al coordinador por qué no me han invitado a unirme al nuevo grupo, puede afectar a los demás practicantes. Temía no manejar la situación como un practicante y tener un conflicto con el coordinador.

Aunque en apariencia me contuve, no podía superarlo. El incidente seguía molestándome.

Mis conclusiones

Cuando miré en mi interior, encontré mi problema: la codicia, no quería dejar ir el proyecto. Estuve ocupada trabajando en varios proyectos durante muchos años, pero a medida que aumentaban los requisitos de cada proyecto, sabía que carecía de la capacidad para hacerlos bien.

Cada proyecto necesita personas que trabajen en él a tiempo completo, de lo contrario es difícil alcanzar un nivel profesional. En una ocasión, el coordinador me señaló las áreas en las que tenía que mejorar: como reportera, cuando hacía entrevistas no hacía las preguntas adecuadas; mi lógica no era buena, los guiones que escribía no captaban la atención de la gente, etc.

Quería mejorar, pero no podía. Con el paso del tiempo también sentí que no podía cumplir los estándares exigidos por el proyecto. Fue bueno, tanto para mí como para el equipo, que dejara el proyecto. Me di cuenta de que necesitaba leer el Fa y mirar hacia dentro.

Shifu dijo:

"Aunque estás haciendo proyectos de Dafa dizi, en el Cielo no existen las estaciones de televisión, y los dioses tampoco tienen periódicos; todas estas cosas son formas de la sociedad de la gente común. Si tú no puedes guiarte con pensamientos rectos, si tú no puedes evaluarte a ti mismo como Dafa dizi usando el estándar de un cultivador, evaluar al mundo y evaluar a las demás personas, entonces tú justamente eres igual que la gente común” (Qué es un Dafa dizi, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).

Me avergüenzo cuando me mido con el Fa. Shifu me dio varias pistas de que debía soltar mi apego a trabajar en proyectos. Yo creía tener claros los principios del Fa. No quería admitir que tenía tantos apegos y usaba salvar a la gente como excusa. Estaba apegada a cuándo terminaría la rectificación del Fa y temía quedarme atrás. Estaba usando nociones humanas para ver los asuntos de la cultivación.

Debido a que estaba enredada en esta tribulación, frecuentemente tenía pensamientos negativos. Mientras hacía los ejercicios en un lugar de práctica, mi resentimiento volvió a salir a la superficie. Conté a los demás practicantes cómo me habían tratado injustamente.

Un practicante me dijo: "¿Por qué no dejas que los practicantes jóvenes trabajen en el proyecto?". Me di cuenta de lo fuerte que era mi resentimiento. Si los más capaces se unían al equipo, ¿no era algo bueno para todo el proyecto? ¿Cómo puedo tener tantos pensamientos egoístas? Los practicantes son para mí un espejo en el que reflejarme y mejorar mi cultivación. Nada ocurre por casualidad en el camino de la cultivación. Vea lo que vea, debo comportarme según los requisitos del Fa.

Poco a poco comprendí que debía centrarme en validar el Fa y no a mí misma. Tanto si participo en proyectos como si no, debo cultivarme a mí misma. Como practicante, no hay nada en el mundo humano a lo que deba aferrarme.

Gracias, Shifu. Gracias, compañeros practicantes, por vuestra ayuda desinteresada.

Esta es mi comprensión en mi nivel actual. Por favor, señalen cualquier cosa que no esté en línea con el Fa.