(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1996 cuando era bastante joven. Ahora estoy en la madurez y, al mirar atrás en mi camino de cultivación, me siento muy afortunado de haber tenido la guía de Dafa a medida que crecía. Me gustaría contarles algunas de mis experiencias y expresar mi profunda gratitud a Falun Dafa.
Mi familia creía en lo divino y mis padres son muy sencillos y honestos. Vivieron la Revolución Cultural y estuvieron entre los cientos de miles de jóvenes enviados al campo bajo la dirección del presidente Mao. Mis padres odiaban al Partido Comunista Chino (PCCh) porque desperdiciaron los mejores años de sus vidas. Me adoraban por ser el único hijo de la familia, pero también eran muy estrictos conmigo en cuanto a moralidad. Me enseñaron a ser una buena persona de acuerdo con los valores tradicionales de benevolencia, justicia, decoro, sabiduría y honradez.
Cuando era niño, cada vez que hacía algo mal, me reprendían de inmediato. Cuando mentía, mis padres me lo hacían notar. La primera vez que no hice la tarea, la profesora me llamó la atención durante la clase y me sentí avergonzado. Todas estas experiencias me hicieron sentir como si alguien en lo alto me vigilaba.
Mi padre solía hablar conmigo sobre temas que me hacían pensar. Por ejemplo, decía: “La ciencia moderna afirma que el ejercicio puede mejorar la forma física y la longevidad, pero ¿por qué las tortugas viven tanto tiempo a pesar de que no se mueven mucho?”. También le hice una pregunta: “Las pocas religiones importantes del mundo se originaron en países con culturas antiguas, por lo que debe haber más religiones en la antigua China, aparte del confucianismo y el taoísmo. China tiene cinco mil años de civilización, ¿hubiera surgido una gran religión en esta larga historia?”.
En esa época vi por casualidad un símbolo tallado en el escritorio de un compañero de clase. Me pareció muy misterioso e interesante, así que lo copié varias veces en mi cuaderno. Cuando llegué a casa, le pregunté a mi padre qué significaba el símbolo. Me dijo que era una esvástica, un antiguo símbolo espiritual.
Un día, mi padre me entregó un libro y me dijo: “Mira esto. Ningún libro ha explicado las cosas con tanta profundidad”. El libro era Zhuan Falun y cuando lo abrí, vi inmediatamente una gran esvástica, el emblema de Falun Dafa. Así fue como mi padre y yo comenzamos a practicar Falun Dafa.
Poco después de que comenzáramos a practicar, los espolones óseos de las rodillas de mi padre desaparecieron. De niño, siempre tenía miedo a la oscuridad y no me atrevía a caminar solo por la noche ni a dormir solo.
Después de leer Zhuan Falun, mi miedo a la oscuridad desapareció.
Leía Zhuan Falun todos los días, aunque no practicaba los ejercicios. En esa época era un nuevo estudiante de secundaria y siempre había gente en la puerta de la escuela comprobando que lleváramos la insignia de la Liga de la Juventud Comunista. En su lugar, yo siempre llevaba con orgullo un pin de Falun Dafa.
Aprendí a apreciar Dafa
El PCCh comenzó a perseguir a Falun Dafa en julio de 1999. Cuando vimos la transmisión televisiva de la farsa de la autoinmolación en la Plaza de Tiananmen a principios de 2001, mi padre y yo nos dimos cuenta inmediatamente de que los implicados no eran verdaderos practicantes de Falun Dafa. Al principio pensamos que los medios de comunicación del gobierno informaron sobre el incidente, pero no lo investigaron. Poco después, la propaganda difamatoria del PCCh contra Falun Dafa se intensificó en los medios de comunicación, y nuestros familiares dejaron de comunicarse con mi padre por miedo a verse implicados. Yo acababa de empezar a asistir a una de las principales escuelas secundarias de ese momento y, debido a una gran carga de estudio, no leía el Fa.
Después de empezar a estudiar en la universidad, me quedé muy sorprendido al ver las tendencias nocivas que había en el campus y sentí que me arrastraban hacia abajo. Cuando volví a casa de vacaciones, mi padre me entregó de nuevo el libro Zhuan Falun. Esta vez, sentí verdaderamente el valor del libro y pensé que sólo Dafa podía evitar que me contaminara la sociedad inmoral de China. Decidí practicar Falun Dafa a pesar de la persecución.
Mejorando mi carácter
Como no era seguro llevar los libros de Dafa en los trenes en China, descargué las conferencias de Shifu en un MP3 y las escuché en mi dormitorio todos los días. Me comporté según los principios del Fa y traté de ser una persona verdaderamente buena.
Todos los días iba a buscar agua caliente para mis compañeros de habitación y nunca presté atención a las pérdidas o ganancias personales. Nunca chismorreaba ni difundía rumores y la gente se sentía cómoda hablando conmigo de sus problemas. En nuestro primer examen final, quedé en primer lugar en todo el Instituto.
En mi segundo año, nuestro Instituto tenía cupos para estudiar en el extranjero y me inscribí. Sin embargo, mi nombre no estaba en la lista de los elegidos, y todos se sorprendieron. Más tarde me enteré de que fui reemplazado por un estudiante con la puntuación más baja del Instituto como resultado de un soborno.
Mi madre y nuestros parientes se enojaron mucho cuando oyeron esto, y algunos dijeron: “Nosotros también tenemos conexiones y deberíamos contraatacar”. Yo permanecí tranquilo y sin afectarme porque recordé lo que dijo e Shifu en Zhuan Falun:
“nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches”. (Séptima Lección, Zhuan Falun)
Pensé que no me correspondía esa oportunidad. De hecho, algo similar me había pasado antes, durante las vacaciones anteriores. Me habían seleccionado para ser uno de los representantes de nuestra universidad para asistir a un evento en Pekín, por lo que me pidieron que volviera a la universidad antes de lo habitual. Sin embargo, justo cuando estaba subiendo al tren para ir a la universidad, recibí una llamada telefónica en la que me informaban que había un cambio y que ya no era necesario que participara en la actividad. Más tarde me enteré de que me habían sustituido por otra persona. Comprendí que se trataba de una prueba de xinxing para mí. No me quejé y permanecí imperturbable.
Mi directora se sintió un poco avergonzada de que esto me hubiera sucedido dos veces y no sabía cómo explicar la situación. Después de escuchar cómo manejé ambos incidentes, se sintió aliviada y muy conmovida, y me elogió en clase por no apegarme a las pérdidas o ganancias personales. Un compañero de clase me dijo: "Todo el mundo dice que tienes una reputación brillante".
En el pasado, yo era pasivo ante la persecución a Falun Dafa, pero más tarde comprendí que aclarar la verdad a la gente era resistir la persecución, y ayudar a la gente a dejar de hacer cosas malas también era un acto de bondad. En ese momento no tenía ningún material para aclarar la verdad, así que simplemente hablaba con la gente. Gracias a mi buena reputación, muchos de mis compañeros de clase confiaron en mí y abandonaron las organizaciones del PCCh a las que se habían unido.
Cuando volví a casa de vacaciones, leí muchos artículos en el sitio web Minghui y me enteré de que algunos practicantes escribían mensajes en los billetes como forma de difundir la verdad. También hice billetes para aclarar la verdad después de regresar a la universidad e hice todo lo posible por contarle a la gente sobre la persecución.
Un incidente me ayudó a comprender mejor lo que significa "ser una persona verdaderamente buena". Gracias a que Dafa abrió mi sabiduría, siempre pude lograr el doble de resultados con la mitad del esfuerzo en mis estudios y siempre fui uno de los mejores estudiantes.
En China, hacer trampa es algo habitual en las escuelas. Como siempre sacaba buenas notas en los exámenes, algunos compañeros me rogaban que les permitiera sentarse detrás de mí porque no querían suspender los exámenes. En aquella época, los estudiantes podían elegir dónde sentarse durante los exámenes. Una vez, un compañero me pidió sentarse detrás de mí y me dijo que no tenía que hacer nada. Dijo que tenía buena vista y que aprobaría el examen copiando mis respuestas. Acepté por simpatía hacia él.
Sin embargo, el semestre siguiente, cuatro o cinco compañeros de clase quisieron reservar un asiento detrás de mí antes de los exámenes. Me di cuenta de que lo que pensé que era ser "amable" con mi compañero de clase, en realidad le estaba "impidiendo" estudiar mucho para obtener buenos resultados y lo estaba alentando a él y a otros a hacer trampa. Lo que hice fue en contra del principio de verdad.
Sin embargo, muchas personas hoy en día piensan que "eres una buena persona si eres amable", y la razón por la que no rechacé la solicitud de mi compañero de clase fue porque no quería ofenderlo. Debería medir mi conducta según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en lugar de lo que la gente común pudiera decir sobre mí. Con esta comprensión, di un paso adelante y rectifiqué mis pensamientos erróneos. El incidente me ayudó a dejar de lado el apego a salvar las apariencias y mi preocupación por lo que los demás pensaran de mí.
En mi tercer año, me inscribí nuevamente para estudiar en el extranjero. Esta vez, mi nombre estaba en la lista de nombres elegidos. El mes anterior a mi viaje al extranjero, la universidad me llamó y me dijo que mi solicitud para una beca en el extranjero había sido aprobada. Me quedé asombrado, porque no había solicitado ninguna beca y nadie de nuestra Universidad la había recibido el año anterior. Pensé en mi corazón que Shifu me estaba cuidando.
No perdí nada cuando otros me reemplazaron en el pasado. Al contrario, se me ofrecieron oportunidades para mejorar mi xinxing, lo cual es de suma importancia.
No ir a los extremos
Después de vivir en el extranjero, sentí por primera vez lo que significaba ser libre. Ya no tenía que mostrar mi documento de identidad cuando salía a hacer algo. La seguridad pública era buena, no había problemas de seguridad alimentaria y la gente era amable.
Me puse en contacto con practicantes locales de Falun Dafa y participé en un desfile para celebrar el “Día Mundial de Falun Dafa”. Luego, me uní a otros practicantes para recolectar firmas en una petición frente al consulado chino local.
Pensé que no tenía excusa para no ser diligente en un entorno libre de la persecución del PCCh. En ese momento, las atrocidades del PCCh en materia de sustracción de órganos apenas habían comenzado a salir a la luz pública. Me sentí muy preocupado y quise poner toda mi energía en detener la persecución, especialmente cuando pensé que no hice gran cosa en China cuando la persecución era más severa. En cambio, estaba ocupado haciendo cosas cotidianas y descuidé mis responsabilidades como practicante.
Estaba preocupado con las actividades para terminar con la persecución, y en cuanto a mi propia vida, pensaba que era suficiente con simplemente sobrevivir. Esas formas extremas de hacer las cosas a menudo me hacían luchar para llegar a fin de mes. La gente común tiende a juzgar a los demás por su nivel de educación y condiciones financieras. Soy un practicante de Dafa, ¿qué impresión dejaría en la gente si me conformara con una vida de pobreza?
Me di cuenta de que estaba yendo a los extremos en mi conducta. Pensé: Dafa lo abarca todo. Si puedo vivir una vida estable, eso también es validar el Fa. Así que reanudé mis estudios y conseguí un buen trabajo después de graduarme. Pude conocer a personas predestinadas en el trabajo y pude aclararles la verdad.
Soportando dificultades
Cuando era niño, mis padres siempre temían que yo fuera malcriado y no pudiera soportar las dificultades. Hablaban de enviarme al campo donde experimentara las dificultades de la vida. Yo no podía entender por qué la gente tenía que sufrir dificultades y pensaba: Estoy feliz con mi vida. ¿Por qué tengo que buscar dificultades? Sin embargo, después de que comencé a practicar Dafa, entendí por qué la gente sufre y ya no me oponía al sufrimiento.
En los primeros días después de mi llegada al extranjero, no tenía a nadie en quien confiar y estaba muy ocupado con mis estudios, mientras hacía trabajos ocasionales para llegar a fin de mes. Pasé casi todos mis días libres fuera del consulado chino, distribuyendo materiales de aclaración de la verdad a los transeúntes. Durante un año, sentí que nunca tenía un día libre. Mientras presentaba solicitudes ante el consulado chino, experimenté todo tipo de climas. En invierno, mis manos y pies estaban tan fríos que se me entumecieron, pero nunca lo tomé como una dificultad porque no era nada comparado con el sufrimiento de mis compañeros practicantes en China. Cada vez que sentía algún dolor físico o malestar, recitaba el poema de Shifu para fortalecer mis pensamientos rectos.
“Un gran ser iluminado no teme a las penalidades
Su voluntad está formada de diamante
Sin apego a la vida ni a la muerte
Camina abierta y majestuosamente su sendero en la rectificación del Fa”,
“Pensamientos rectos y acciones rectas” ( Hong Yin II )
Aclarar la verdad con sabiduría y bondad
Al principio, cuando estábamos frente al consulado chino, la policía no era muy amable y el ambiente no era muy bueno. Además, el clima era frecuentemente malo. Después de unos años, yo era a menudo el único practicante. Fue una gran prueba para mí. Pensé: ¿Por qué sigo viniendo aquí? ¿Debería seguir viniendo si nadie más lo hace? También me recordé a mí mismo que no debía quejarme de los demás. Al final, decidí seguir viniendo y hacerlo aún mejor.
Para entonces, había mejorado mucho en cuanto a mi dominio del inglés y mi comprensión de la cultura local. Me di cuenta de que mis ideas sobre que “la policía no es amable y no quiere que estemos aquí” en realidad formaban un muro entre nosotros. Al mirar hacia dentro, me di cuenta de que se comportaban de esa manera porque no les habíamos aclarado completamente la verdad y que también ellos necesitaban ser salvados.
Me di cuenta de que cada vez que iba allí había cuatro o cinco policías de servicio y parecía que un grupo de ellos se turnaba. Así que en realidad había bastantes en total. ¿No es debido a una relación predestinada que nos encontremos con ellos aquí?
Después de comprender esto, comencé a cambiar yo mismo. Cada vez que llegaba, primero me dirigía a la cabina de policía a la entrada del consulado y los saludaba cortésmente. Les explicaba que soy practicante de Falun Dafa y que presentaría la petición ante el consulado ese día. Cuando era el aniversario de la apelación del 25 de abril o el 20 de julio, el día en que comenzó la persecución, les explicaba por qué los practicantes de Falun Dafa de todo el mundo presentaban peticiones ante los consulados chinos esos días, y les daba material para leer. Cuando terminaba el día, me despedía de ellos. Se volvían muy amables y educados conmigo, y a menudo me recordaban que me abrigara para no resfriarme.
En el pasado, colgábamos carteles en la pared detrás de nosotros. La policía nos dijo que no lo hiciéramos y que debíamos sostener los carteles en nuestras manos. Más tarde, cuando estaba solo, colgué los carteles en la pared y la policía no me dijo que los quitara. Parecían confiar en mí y se mostraban muy tranquilos con lo que estaba haciendo. Una noche, hacía mucho frío y los oficiales de guardia entraron en la caseta para calentarse. Yo estaba solo afuera, sentado bajo las luces de la calle con mis carteles de Dafa, rodeado de montones de nieve. Por supuesto, sabía que Shifu estaba justo a mi lado.
Además de la policía de seguridad de servicio, también había policías locales. Cada vez que llegaba un nuevo oficial al mando, llegaba bastante temprano. A veces les preguntaba si sabían lo que había pasado el 20 de julio. Algunos de ellos decían: “Lo sé, porque he hecho mi tarea”. Siempre me aseguraba de que supieran la verdad.
Una joven policía dijo que quería saber más sobre Falun Dafa, así que otros policías me la presentaron. Con el tiempo, se desarrolló una confianza mutua entre la policía y yo.
Además de aclarar la verdad sobre la persecución, también compartí en un lenguaje sencillo cómo me beneficié de la cultivación de Dafa en mi vida diaria y en mi trabajo. La joven policía también visitó los sitios web de Epoch Times y Minghui.org y se enteró de la situación en China. Fue ascendida rápidamente y ahora es la oficial más joven de su rango en la sede de la policía.
Mi madre comienza a practicar Falun Dafa
Después de que comencé a unirme a la petición ante el consulado chino, los demás practicantes me dijeron que tal vez no podría regresar a China. También sentí que podría hacer mucho más en un ambiente libre en el extranjero, así que decidí no regresar a China. Cuando se lo dije a mis padres, no se opusieron. Mi madre me dijo que lloró toda la noche, pero aun así apoyó mi decisión.
Mi madre vino a visitarme al extranjero en 2009 y me alegré mucho de verla. Mi madre tenía algunos problemas de salud debido a que vivió en un entorno rural hostil durante la Revolución Cultural. Además de calambres estomacales y presión arterial alta, a veces tenía sangre en la orina y tenía que mantenerse abrigada. Compré un manómetro para que pudiera controlar su salud.
Un día, después de cenar, mi madre empezó a sentirse un poco mal y volvió a tener calambres estomacales. En casa, cada vez que esto sucedía, sufría un dolor extremo y sólo podía dormirse después de que le pusieran una inyección para calmar el dolor. Pero ahora estaba en el extranjero como visitante sin seguro médico y era de noche. Le sugerí que recitara: “Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Mi madre asintió con la cabeza en señal de acuerdo. Después de un rato, su dolor pareció disminuir y ambas nos quedamos dormidos.
Cuando nos levantamos a la mañana siguiente, mi madre dijo: “Anoche, después de irme a dormir, sentí una cosa grande y redonda que giraba frente a mi pecho. Era muy fuerte y me hizo sentarme”.
Dije emocionado: “Mamá, debe haber sido un Falun el que ajustó tu cuerpo. ¡Seguro que estarás bien!”
Mi madre estaba abrumada de alegría. Saqué el manómetro y le tomé la presión. La lectura era perfecta, 120/80 mm Hg. Ella estaba totalmente sorprendida por lo que había sucedido. Yo mismo me tomé la presión para asegurarle a mi madre que la lectura era correcta y que no había nada malo con el manómetro. Desde entonces, los calambres estomacales y la presión arterial alta desaparecieron. Cuando comenzó a hacer los ejercicios de Falun Dafa, veía con frecuencia el Falun colorido brillando con un resplandor dorado. Así de repente, mi madre también se convirtió en practicante de Dafa.
Conclusión
Han pasado 28 años desde que obtuve el Fa. Siento que soy muy afortunado de haberme topado con Dafa en mi vida. Al mirar atrás, el camino que atravece, puedo ver mejoras, así como también muchas deficiencias y arrepentimientos. En el pasado, a menudo me sentía deprimido cuando no lo hacía bien y perdía la confianza. Como resultado, estos sentimientos negativos me impedían ser diligente. Después de darme cuenta del problema, me deshice de mi actitud negativa. Ahora entiendo que cuando no lo hacía bien en el pasado, era debido a mi bajo nivel de cultivación. Ahora puedo ver claramente mis deficiencias y lagunas, y sé que esto se debe a que mejoré y me elevé en la cultivación. Estoy decidido a aprovechar al máximo el tiempo que me queda para hacer bien las tres cosas y cumplir el voto que hice hace mucho tiempo.
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