(Minghui.org) A principios de diciembre de 2024, Falun Gong Twin Cities Club(Club de Falun Gong de las Ciudades Gemelas) en la Universidad de Minnesota organizó dos proyecciones del documental Órganos del Estado —un candidato al Oscar 2025 que expone la sustracción forzada de órganos avalada por el Partido Comunista Chino (PCCh)—. Alrededor de 40 personas asistieron a ambos eventos, entre estudiantes universitarios, miembros de la facultad y público en general.
El Falun Gong Twin Cities Club de la Universidad de Minnesota proyectó el documental “Órganos del Estado”.
Respuesta del público
El Dr. Kirk Allison, profesor del Programa de Humanidades de la Salud del College of Saint Scholastica, habla tras ver la película.
El Dr. Kirk Allison, actual profesor del Programa de Humanidades de la Salud del College of Saint Scholastica y anterior director del Programa de Derechos Humanos y Salud de la Universidad de Minnesota, afirmó que este asunto va más allá de las diferencias entre los dos partidos políticos estadounidenses. «Cuesta creer que hayan pasado 25 años», dijo, y añadió que no se trata de un problema de China, sino del comunismo.
En un correo electrónico recibido unos días después, el Dr. Allison elogiaba el documental:
«En cuestiones de ética y del universo moral, tanto los fines como los medios cuentan. Los medios mencionados arriba convierten un posible bien en un mal explícito, con muchos actores directos y cómplices tanto cercanos como lejanos. En el ámbito de las políticas nacionales, internacionales y comerciales, reconocer la naturaleza de la bestia es el primer paso necesario. Órganos del Estado ha proporcionado una ventana para quienes estén dispuestos a mirar».
La película expone las mentiras del PCCh
Órganos del Estado narra la persecución del PCCh contra Falun Gong y la aceleración de la sustracción forzada de órganos en China durante los últimos 25 años, desde que Jiang Zemin [exjefe del PCCh] decidió, de forma bastante unilateral, que el movimiento espiritual debía ser erradicado de China, un genocidio filosófico. A la persecución le sigue el aumento exponencial de hospitales de trasplantes y de órganos disponibles en una o dos semanas, incluidos trasplantes de hígado completo que requieren una muerte, ofrecidos con compatibilidad a la carta a turistas de trasplantes que pagarían jugosas sumas para evitar las colas de espera de varios años de los sistemas voluntarios de donación de órganos con muchos millones de inscritos, pero disponibles sólo por accidente aleatorio.
Es evidente que obtener un órgano compatible con el HLA garantizado en el plazo de una semana no era cuestión de accidentes, sino que correspondía a la existencia de una población adecuada disponible. Como señalaron algunos que se retractaron o huyeron, esta población era seleccionada y tipificada sanguíneamente de manera sistemática y consistente, e incluso retenida en campos de reeducación mediante trabajos forzados y sometida a abusos continuos de formas que evitaban dañar órganos centrales.
Lo que Órganos del Estado añade a los relatos documentales anteriores son avances recientes, incluido el efecto de las pruebas acumuladas en los últimos 25 años, como las llamadas grabadas a hospitales que confirman la disponibilidad de órganos sanos expresamente procedentes de Falun Gong o expresamente bajo demanda, y los relatos de testigos presenciales de exguardias y personal médico que vieron o participaron físicamente en la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia aún vivos, reforzados por la recopilación y el análisis de datos por parte de investigadores. Es, además, un discurso desde dentro sobre las virtudes autodescritas de la filosofía y la práctica [de Falun Gong].
Órganos de Estado también resume el reconocimiento oficial de tales atrocidades por parte de la Unión Europea, la Cámara de Representantes de Estados Unidos (2024) y en las conclusiones del «Tribunal Independiente sobre la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia en China» de 2020, presidido por el exprocurador de la Corte Penal Internacional Sir Geoffrey Nice. Las conclusiones del Tribunal demostraron claramente la realidad de la sustracción forzada de órganos a gran escala a presos de conciencia, en el pasado principalmente de Falun Gong, pero también de cristianos no registrados y otros.
También han sido preocupantes las prácticas facilitadoras de la Sociedad de Trasplantes, que, alegando la efímera esperanza de promover una reforma ética, siguió fomentando la formación de cirujanos chinos especializados en trasplantes, aumentando la capacidad de volumen del sistema, claramente dependiente de los órganos de presos, que ahora cuenta con un sistema nacional de seguimiento centralizado pero no transparente, aumentando la eficiencia bajo la apariencia de una inescrutable afirmación de disponibilidad voluntaria de órganos sin comparación estadístico en ningún lugar del mundo libre. Aún sin explicación: el número masivo de trasplantes en curso, incluso a turistas de trasplantes, si bien también más discretamente anunciados y organizados que la anterior proclamación en el sitio web de reclutamiento del Centro Internacional de Trasplantes de China de que «¡Se pueden encontrar proveedores de vísceras inmediatamente!».
Practicantes de Falun Gong piden ayuda para sensibilizar a la población
Vivian, una practicante de Falun Gong que escapó de China, contó a los asistentes a la proyección de la película la experiencia de su familia al enfrentarse a la persecución en China. Su madre fue encarcelada sin un juicio justo simplemente por aclarar la verdad sobre Falun Gong en la plaza de Tiananmen. «Mientras estaba en prisión, todos los días veía cómo se llevaban a algunos practicantes y nunca volvían. Todo el mundo sabía que lo más probable era que los escogieran para sustraerles órganos.
«Cuando llegué a Estados Unidos, me escondía tras un velo de censura impuesto por el miedo y la indiferencia del PCCh», cuenta Joy, otra practicante china de Falun Gong. «Decidí abrirme y dar un paso adelante cuando me vi inmersa en la amabilidad del pueblo estadounidense, que me hizo darme cuenta de que en realidad este es el comportamiento social normal entre los seres humanos». Joy recordó a los asistentes que desconfiaran de las tácticas del PCCh para influir en la gente de fuera de China: «El PCCh ha estado expandiendo sus violaciones de los derechos humanos y la persecución a suelo estadounidense. Eso es represión transnacional». Instó a todos a «ayudar a difundir la verdad y a salvaguardar la libertad de creencia».
Reacciones del público
Después de la proyección, dos miembros del público se acercaron a un practicante de Falun Gong y le preguntaron si Falun Gong estaba en contra del PCCh antes de la persecución y si esa era la razón por la que el PCCh decidió iniciar la persecución. El practicante explicó que sólo empezaron a aclarar la verdad después de que comenzara la persecución y que se trataba de un esfuerzo para ayudar a la gente buena del mundo a diferenciarse del PCCh antes de que el Partido se enfrente finalmente a las últimas consecuencias de sus crímenes. Las dos personas dijeron que ahora lo entendían.
Una estudiante universitaria expresó su pesar, diciendo que le hubiera gustado pasar más tiempo hablando con practicantes chinos de Falun Gong para conocer mejor sus experiencias de primera mano sobre la persecución. Se mostró especialmente interesada tras enterarse de que la persecución a Falun Gong es también una persecución indirecta al pueblo chino, y compartió consternada esta constatación con su amiga.
Un caballero que asistió a la proyección dijo que le había gustado mucho el documental, y añadió que se sentía como si los practicantes fueran viejos amigos.
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