(Minghui.org) Hace unos años, enfrenté muchas dificultades y desafíos mientras ayudaba a expracticantes a regresar a la cultivación de Falun Dafa. Hubo momentos en que me sentí resentida e incluso pensé en abandonar la cultivación. Sin embargo, al perseverar en mirar hacia adentro y rectificar mi forma de pensar, logré mantenerme firme y elevar mi entendimiento. Sin la sabia enseñanza de Shifu de mirar siempre hacia adentro y estudiar el Fa, el resultado podría haber sido desastroso.

He querido compartir mi experiencia para que pueda ayudar a otros. Espero que sirva como un recordatorio para todos de que, al cultivarnos y asistir a Shifu a rectificar el Fa, debemos ser estrictos con nosotros mismos y tomar la cultivación seriamente. Cuando surgen conflictos, debemos examinarnos a nosotros mismos en lugar de culpar a los demás. Es muy fácil para las viejas fuerzas aprovechar nuestras brechas si albergamos nociones humanas y apegos.

Dejando que mis pensamientos rectos sean la fuerza para avanzar

Hace unos años, cuando escuché que algunos practicantes de Dafa se quejaban de mí, inmediatamente miré hacia adentro para examinarme. Encontré muchos apegos, pero de alguna manera sentí que la causa raíz estaba oculta. No pude identificarla de inmediato y necesité algo de tiempo para profundizar y aclararla.

Había hecho planes para comenzar a contactar a algunos expracticantes con la esperanza de ayudarlos a regresar a Dafa. Creía que era mi responsabilidad y un voto sagrado que había hecho en el pasado, por lo que debía cumplirlo. Después de evaluar la situación, decidí poner en marcha mis planes y luego tomarme un tiempo para examinar mi estado de cultivación y encontrar mis deficiencias.

Unos pocos practicantes y yo formamos un equipo para buscar y contactar a expracticantes. Justo cuando comenzábamos a avanzar, una entidad amenazante apareció en mi campo dimensional. Su presencia sugería que un gran peligro se cernía sobre mí. Me invadieron el miedo y la ansiedad, y sentí que podía ser arrestada en cualquier momento. Empecé a dudar de si debía haber contactado a los expracticantes e incluso contemplé la idea de abandonar la ciudad.

Pero no quería actuar precipitadamente. En lugar de huir, calmé mi mente y miré hacia adentro. Al examinar cuidadosamente mis pensamientos, me llamó la atención lo pasiva que había sido al contactar a los expracticantes. Los factores externos me estaban empujando hacia adelante, y no estaba completamente comprometida con mis propios planes. A medida que esto se hacía más claro, surgió dentro de mí una oleada de pensamientos rectos y un renovado sentido de responsabilidad. Decidí dejar que mis pensamientos rectos fueran la fuerza que me impulsara hacia adelante. Estaba lista para asumir este proyecto y tomar el control.

Compartiendo con los practicantes y obteniendo un mejor entendimiento del Fa

Cuando visité a una practicante, me di cuenta de que podría haber preocupaciones de seguridad con un proyecto de aclaración de la verdad en el que ella estaba involucrada. Varios indicios sugerían que podría estar siendo monitoreada por la policía. Estaba preocupada, pero temía que mis entendimientos no fueran precisos, así que no los expresé directamente, ya que no quería impedirle asistir a Shifu a salvar a la gente. En cambio, compartí mi experiencia de mirar hacia adentro y le recordé que tuviera cuidado.

Mientras hablaba con ella, percibí una sustancia siniestra que me rodeaba y vi cosas negativas en otra dimensión. Sentí una enorme presión, pero no podía decir si era una advertencia de Shifu o una interferencia de las viejas fuerzas. Miré hacia adentro y encontré varias cosas en las que fallaba. No tenía claridad sobre los principios del Fa en algunas áreas, todavía sentía miedo al aclarar la verdad en persona y era demasiado tajante en ciertos aspectos de la cultivación.

Una vez que me di cuenta de estos problemas, usé los principios del Fa para rectificarme. Le prometí a Shifu que lo haría mejor al aclarar la verdad en el futuro. Un sentimiento de calma se hizo presente en mi campo dimensional, coexistiendo con la presión invisible.

Compartí mis pensamientos con los practicantes del equipo, esperando a encontrar las brechas en nuestra cultivación. Vi un torrente de energía oscura acercándose, separándose justo detrás de mí y envolviéndome.

Esa noche, mientras copiaba el Fa en casa, una practicante cercana se me apareció en la mente varias veces. Estaba preocupada, pero no sabía qué hacer. Justo en ese momento, un principio del Fa reveló su significado más profundo y supe qué hacer. Vi en mi mente escenas de esta practicante siendo perseguida. Estaba confundida y me sentía impotente, así que traté de quitarlas de mi mente y concentrarme en ejecutar mi plan. Más tarde me di cuenta de que era una forma de egoísmo, ya que aún sentía miedo y quería protegerme del daño. No tenía un entendimiento completo de los principios del Fa.

Superando el resentimiento

Justo en el momento en que Shifu publicó el Jingwen Otra vez un palo de advertencia, la practicante cercana llegó a estar bastante convencida de que yo era uno de los seres negativos a los que se refería Shifu en el artículo. Incluso llegó a compartir su opinión sobre mí con otros, incluidos aquellos que recientemente habían regresado a la cultivación de Dafa con mi ayuda. Me quedé sin palabras y abrumada por la tristeza.

Sabía que no podía quedarme estancada en esto, así que después de un rato comencé a rectificar mi mentalidad. Quería llegar a un punto en el que pudiera manejar el asunto con calma y con suficientes pensamientos rectos. Pero no lo conseguía. Miré hacia adentro y busqué la causa raíz de mi tristeza. Identifiqué algunos problemas, pero no ayudó a fortalecer mis pensamientos rectos. Tuve un enfrentamiento tenso en mi mente: yo contra la negatividad de esa practicante. Desesperadamente quería encontrar en qué había fallado.

Todas las palabras y acciones hostiles de la practicante confundieron mi mente y no tenía forma de resistirlas. Como si una sustancia me estuviera restringiendo y no podía hacer nada. Recordé algunas experiencias pasadas de interactuar con personas y encontré rastros de la cultura del PCCh que me hacían pasiva en mis acciones. Luego examiné las palabras hirientes de la practicante y lo que había hecho. Aunque al principio parecían feroces, no estaban basadas en nada sustancial y, finalmente, se disiparon. Me sorprendió bastante.

En el siguiente momento, me sentí débil y una sensación de desesperanza se apoderó de mí. Sentí como si estuviera caminando hacia un callejón sin salida en mi cultivación y estuviera destinada a rendirme, ignorando todo lo que había logrado hasta ese momento. Creía que la vida que llevaba, incluido mi cuerpo físico, perecería. Me recordé a mí misma que no debía seguir ese tren de pensamiento y que no me rendiría tan fácilmente. Necesitaba seguir salvando a los seres conscientes con los que tenía relaciones predestinadas. Necesitaba mantener mi cuerpo físico, así que traté de salir de esa estado.

Después de un corto tiempo, surgió un pensamiento: Shifu estaba utilizando esta forma de conflicto para protegerme y hacerme buscar más profundamente dentro de mí para encontrar mis deficiencias, de modo que pudiera elevarme y alcanzar los estándares del nuevo universo. Decidí examinar mi estado de cultivación de manera integral para identificar dónde fallaba. Tan rápido como me llegó, la idea comenzó a desvanecerse y desaparecer. Luché por aferrarme a ella.

En el campo de energía, detrás de mí, apareció una entidad fuerte. Investigué cuidadosamente y percibí una sustancia de bondad. Mi corazón se volvió pacífico y la idea de mirar hacia adentro se hizo más fuerte. Sin embargo, un amargo resentimiento se apoderó de mi mente y me impidió mirar hacia adentro. No sabía cómo resolverlo, así que decidí sentarme allí y mantener mi mente quieta.

Para mi sorpresa, el resentimiento comenzó a desvanecerse lentamente y la idea de mirar hacia adentro se hizo más fuerte. Aunque los practicantes tenían opiniones encontradas sobre mí y algunos habían hecho cosas que me causaron gran dolor, no quería rendirme con ellos. No podía decepcionarlos, ya que eran seres que pusieron su fe en Dafa y cultivan la bondad. Un sentimiento de responsabilidad surgió dentro de mí: "Tengo que ayudarlos. Debo seguir mirando hacia adentro y encontrar mis deficiencias para poder cumplir mi voto y promesa con Shifu y los seres conscientes. Debo ser recta y honesta conmigo misma, y no retener nada ni tratar de ocultar nada". Con este pensamiento, las lágrimas rodaron por mi rostro. Me recordé a mí misma que debía mantenerme fuerte.

Conteniendo las lágrimas, me comprometí por completo a mirar hacia adentro y encontrar los problemas reales que aún existían en mi cultivación. Mis pensamientos rectos se fortalecieron con cada segundo, y me sentí más alta y confiada por dentro. Cuando me levanté, una ola de resentimiento recorrió mi cuerpo y se dirigió hacia mi cabeza. Estaba tan débil y frustrada que no pude suprimirla ni eliminarla. Utilicé toda la fuerza de voluntad que pude reunir y apenas logré mantenerla a raya.

Traté de analizar esta sustancia de resentimiento y llegué a una conclusión aproximada de que estaba allí porque no me gustaron los comentarios de la practicante sobre mí como un ser negativo. No podía racionalizarlo ni refutar la acusación. Me sentía tratada injustamente, pero no podía hacer nada al respecto. Sabía que todo lo que encontrábamos como cultivadores estaba arregaldo por Shifu, pero no quería buscar excusas para mis apegos. Estaba completamente perdida sobre cómo abordar el problema y me sentí frustrada. Incluso cruzaron por mi mente pensamientos como "El Dafa no es real" y "Me han engañado".

Me encontré al borde de abandonar la cultivación en Dafa. Traté de suprimir esos pensamientos y recordé mi opinión sobre aquellos que abandonaron la cultivación antes. Entonces, quedó claro que no podía traicionar a Shifu. Luché por sofocar los pensamientos negativos y no lograba calmarme. Sin saber qué hacer, caminé en círculos por mi sala de estar como un pájaro enjaulado, sin ver salida a esta situación.

Atormentada, miré el retrato de Shifu en la pared y recordé incidentes pasados donde sentí su compasión y guía. Le había fallado a Shifu. No me había cultivado bien y no había hecho lo que se suponía que debía hacer. Estaba llena de culpa y decepcionada conmigo misma.

Justo en ese momento, sonó mi teléfono. Era una practicante. No sabía qué decirle, pero sabía que debía hacer lo correcto y de ninguna manera guiarla por un camino erróneo. Hice todo lo posible por suprimir mis pensamientos negativos y solo le compartí que mi mayor arrepentimiento era haberle fallado a Shifu.

Después de colgar, mi campo de energía estaba tranquilo y sereno como nunca antes. Mis pensamientos estaban claros y racionales mientras trataba de averiguar qué hacer a continuación. Recordé lo que aprendí hace unos días mientras copiaba el Fa a mano. Debía prestar atención y cultivar cada uno de mis pensamientos y acciones. La impotencia y el resentimiento desaparecieron. Sentí como si estuviera en un reino diferente y mi campo de energía estaba tranquilo y sereno. Incluso mis movimientos eran increíblemente relajados.

Estudiando el Fa y mirando hacia adentro

Todos mis pensamientos desaparecieron. De manera subconsciente, miré hacia la dirección de mi cama. Un pensamiento se formó y me impulsó a sentarme. Mientras me sentaba lentamente en el borde de la cama, noté que la sustancia de resentimiento había vuelto, aunque mucho menos intensa esta vez. No había eliminado completamente esta sustancia y necesitaba encontrar una manera de hacerlo. La idea de copiar el Fa vino a mi mente y levantó mi ánimo. Estaba ansiosa por empezar, creyendo que mi estado de cultivación finalmente había vuelto al camino correcto.

Me levanté para moverme hacia el escritorio y recordé que justo antes había tenido el pensamiento de que Dafa no era real. Me obligué a eliminar completamente este pensamiento antes de estudiar el Fa. Entonces, todas mis experiencias de cultivación pasadas acudieron a mi mente y me aseguraron, cuerpo y alma, de la manera más tangible, que Dafa es real. Llena de alegría, repetí una y otra vez: "¡Dafa es real! ¡Dafa es real!". Un gran peso se levantó de mi pecho. Mi mente estaba clara y mi compromiso de estudiar el Fa se fortaleció.

Mientras copiaba el Fa, recordé lo cerca que estuve de abandonar la cultivación. Miré hacia adentro, buscando la causa raíz de este pensamiento, y me di cuenta de que siempre había tenido dudas sobre si realmente era una practicante de Dafa. Este descubrimiento deshizo una sustancia densa que había estado allí durante mucho tiempo y, finalmente, apareció una abertura—una salida.

Envié pensamientos rectos para eliminar esta sustancia y seguí mirando hacia adentro. Mientras anotaba mi proceso de pensamiento, una voz surgió en mi mente: “¿Eres una practicante de Dafa?”. Respondí que sí. La voz preguntó: “¿Cuál es tu prueba?”. Mi mente fue automáticamente hacia las muchas cosas increíbles que experimenté cuando comencé a practicar y mis entendimientos del Fa en ese momento.

Mi memoria del pasado era vívida y fresca. Me hizo ver cómo mi forma de pensar había evolucionado desde cuando era niña hasta la adultez. Se hizo evidente que siempre había albergado celos y competitividad. Recordé incidentes de mi niñez y cómo me habían impactado como persona. Estos me dieron grandes perspectivas sobre dónde fallaba en la cultivación y explicaron mis pensamientos rectos débiles en ciertos momentos. Encontré sustancias negativas en mi campo que no eran compasivas ni rectas, las cuales provenían de mi sentimentalismo.

Tenía la tendencia de exigir demasiado de los demás, actuaba con superioridad y siempre quería cambiar a otras personas. Me faltaba tolerancia y compasión. Esto tenía mucho que ver con la forma en que fui criada, pero no podía enumerar nada específico. Simplemente no me enseñaron a ser una persona amable y decente mientras crecía. Mi verdadera naturaleza bondadosa fue sofocada a medida que la sustancia negativa crecía y se apoderaba de mí.

Cuando me di cuenta de todo esto, apareció una nueva sustancia que me dio una nueva perspectiva sobre la vida y la cultivación. Me inundaron las emociones y las lágrimas comenzaron a brotar. También me di cuenta de lo crítica y desaprobadora que era hacia los demás y la sociedad, porque medía todo de acuerdo con los estándares de Dafa.

Pude mantener la calma en la superficie, pero me sentía cada vez más ansiosa por dentro debido a una enorme presión. Tenía demasiado miedo de leer los Jingween en Minghui.org o el Jingwen de Shifu Otra vez un palo de advertencia. Miré hacia adentro y descubrí que, en mi mente, los artículos en Minghui.org y el nuevo artículo de Shifu señalaban todas mis deficiencias.

Aunque estaba aterrada y ansiosa, continué examinándome y descubrí que no me gustaba en absoluto ser criticada. Decidí no dejarme llevar por esta sustancia, sino avanzar. Necesitaba enfrentar mis errores y fracasos. Incluso cuando sentía como si me estuvieran regañando al leer el Jingwen de Shifu, y mis deficiencias eran escrutadas por los practicantes al leer los Jingwen en Minghui.org, debía considerar sus consejos y enfrentar mis problemas con valentía.

Suprimí mi ansiedad e intenté superar mi miedo. Con las manos temblorosas, ingresé al sitio web de Minghui y leí "Otra vez un palo de advertencia" varias veces, aferrándome a la idea de mirar hacia adentro para examinarme. Gradualmente, mi mentalidad y capacidad se ampliaron, y ya no sentía ansiedad.

Recuperando los pensamientos rectos después de varios arrestos

Pocos días después, Minghui.org informó sobre los arrestos de varios practicantes con los que había estado en contacto recientemente. Como sospechaba, el proyecto de aclaración de la verdad en el que una practicante estaba involucrada estaba siendo monitoreado por la policía. Me sorprendió la noticia y sentí una enorme presión. Estaba ansiosa, preocupada y confundida. Consideré la posibilidad de que todos estos arrestos tuvieran algo que ver conmigo y me preocupaba la seguridad de otros practicantes con los que trabajaba estrechamente. Estaba perdida y no sabía qué hacer.

Pensamientos irracionales y aleatorios pasaban por mi mente, y no tenía pensamientos rectos de los que hablar. Entonces reconocí que todo esto podría haber sido arreglado para ayudarme a mejorar. Me dije a mí misma que debía mantener la racionalidad y los pensamientos rectos. Tenía que ser más fuerte y resistente frente a la adversidad, y capaz de manejarla. Decidí continuar estudiando el Fa y mirando hacia adentro.

Pronto Shifu me ayudó a darme cuenta de que había olvidado completamente la razón por la que quería ayudar a esos practicantes a regresar a Dafa en primer lugar. Mis pensamientos se habían desviado mucho de mi plan original de permanecer alineada con el Fa. Perdí de vista mis responsabilidades y olvidé lo sagrado que es cultivarse en Dafa; por eso carecía de pensamientos rectos. Me estaba encaminando hacia exhibirme y validarme a mí misma, colocándome por encima de los demás.

Sabía que debía rectificarme y desarrollar pensamientos rectos sólidos basados en el Fa. Traté de revisar mi camino de cultivación y, al comparar y aprender de experiencias pasadas, volver al estado en el que estaba cuando obtuve el Fa. Un pensamiento recto indestructible surgió desde el nivel microscópico de mi ser al recordar mi voto de hace mucho tiempo. Era mi responsabilidad, y estaba decidida a cumplirla. Mis dudas y preocupaciones desaparecieron. Me sentí fortalecida, confiada y lista para hacer cualquier cosa para ayudar a los practicantes a regresar a Dafa.

Se me recordó una vez más que todos los problemas y dificultades que encontramos en la cultivación están arreglados para ayudarnos a mejorar. Superé una fuerza poderosa que me había estado deteniendo y, finalmente, pude dar un paso hacia adelante.

Al día siguiente, me enteré de que fue arrestado otro practicante que recientemente había trabajado conmigo en la clarificación de la verdad en las áreas cercanas. Me preocupaba que todo fuera por mí y por mis errores. Estaba aún más preocupada por la seguridad de los practicantes a mi alrededor.

Debido a que mi esposo y yo habíamos reforzado las medidas de seguridad en nuestro hogar y revisado cuidadosamente nuestra seguridad en línea, surgieron mis apegos al dinero y al beneficio. No quería ser pobre y temía sufrir pérdidas económicas. Surgieron todo tipo de pensamientos egoístas. Sin embargo, el hecho de poder reconocer estos apegos me hizo sentir mejor.

Visité a algunos practicantes y estaba ansiosa por saber más sobre el arresto y cómo estaban los demás practicantes. Mientras estaba fuera, pude sentir cómo la presión y el miedo aumentaban. Traté de reprimirlos mientras intentaba encontrar la manera de que mis pensamientos rectos emergieran.

Un artículo de intercambio de experiencias escrito por mi hijo me recordó que la característica del universo, Verdad-Benevolencia-Tolerancia, está restringiendo todo. Con este pensamiento, la sustancia del miedo se disipó lentamente y el Fa de Shifu predominó. Al asimilarme al Fa, surgieron fuertes pensamientos rectos desde el nivel microscópico de mi ser. Sentí como si hubiera sido transportada a este vasto y lejano espacio, y me encontré acompañada por el sol, la luna, las estrellas y la interminable y abierta tierra.

Cuando llegué a casa, sin embargo, los pensamientos rectos disminuyeron. La presión regresó y entré en pánico. Cuando le conté a mi esposo lo que me pasaba, me consoló y me ofreció palabras de aliento, algo que rara vez hace. Incluso se quedó a mi lado para asegurarse de que estuviera bien. Traté de ignorar la sensación de pánico que se apretaba en mi estómago y me enfoqué en el hecho de que estábamos cumpliendo nuestros votos. Sorprendentemente, esto me dio algo de confianza en que el practicante estaría a salvo. Pero mi confianza seguía tambaleándose.

Cuando me quedé dormida, tuve un sueño vívido. Estaba con el practicante arrestado y su familia. Tanto él como su esposa me ignoraban. No sabía qué hacer, pero luego vi a su hijo mirándome. La expresión inocente del niño transmitía una bondad genuina y confianza. Surgieron pensamientos rectos en mí, y le dije a la pareja que estábamos cumpliendo nuestros votos. El tono del practicante se suavizó, y me dijo que fue liberado poco después de su arresto.

A la mañana siguiente, visité a otros practicantes para averiguar más sobre el arresto del practicante. Juntos, fuimos a visitar a su esposa y descubrimos que él había sido liberado poco después del arresto, tal como en mi sueño. Unos meses más tarde, supe que el arresto del practicante ocurrió mientras él estaba clarificando la verdad, cuando un transeúnte lo reportó a la policía.

Continuando cultivándome y mejorando

Sin la ayuda y protección de Shifu, y sin haber establecido una base sólida al estudiar el Fa, nunca habría podido superar esta tribulación.

Hubo dos ocasiones en las que estaba demasiado ansiosa para dormir, así que me levanté y anoté mi proceso de pensamiento en detalle. Fui honesta con Shifu y le dije que tenía miedo. Me dormí poco después y dormí muy bien. Muchos de estos incidentes me recordaron que Shifu siempre me está cuidando.

Tuve muchos avances y mejoré mucho en el proceso, sin embargo, no sentía que realmente hubiera superado mis apegos. Cuando otro practicante me criticó, pensé que aún había muchas cosas en las que necesitaba trabajar. Mientras estudiaba el Fa más tarde ese día, los principios del Fa se me revelaron y pude aceptar los comentarios negativos del practicante. Reconocí al verdadero yo a través del Fa, y una vez más fui testigo de la compasión de Shifu.

He fortalecido mi estudio del Fa y he mirado mucho hacia adentro durante los últimos meses. Al escribir lo que estaba experimentando en mi cultivación y mi proceso de pensamiento, me ayudó a encontrar más de mis apegos y me dio nuevas ideas y un mejor entendimiento del Fa. Me quedó claro que mis deficiencias, así como los del practicante que me criticó, fueron impuestos por las viejas fuerzas.

Tuve un sueño esa noche en el que muchas practicantes vinieron a visitarme. Estaba particularmente preocupada por una de ellas. Cuando esta practicante experimentó yeli de enfermedad un año después en la vida real, vino a pedirme ayuda. Nos apoyamos mutuamente en los meses siguientes y mejoramos juntas.

Me llevó meses antes de sentir que finalmente había recuperado mi cultivación y que podía tener pensamientos rectos y firmes como una verdadera practicante. Una sustancia inquebrantable, erguida entre el cielo y la tierra, llenó mi cuerpo y mi alma. Era brillante, pura y completamente imparable. En el momento en que la sentí, las lágrimas rodaron por mi rostro. Estaba profundamente conmovida.

Con gratitud y reverencia infinitas, envié un saludo de Año Nuevo a Shifu a través de Minghui.org. Le dije a Shify que continuaría estudiando la Fa y mirando hacia adentro en el próximo año. Para cumplir mi promesa, no me atrevía a relajarme y me mantuve motivada en mi cultivación. Cada vez que pienso en esta experiencia, no puedo evitar sentirme abrumada y me salen lágrimas.

Me cultivé de manera sólida y trabajé diligentemente en mis apegos durante el año siguiente. Shifu me ayudó a entender que ayudar a los practicantes a regresar a Dafa y apoyarlos en su cultivación es una responsabilidad y misión sagrada de todo practicante. Es algo que todos debemos hacer. Qué tan bien lo hagamos es una manifestación directa de nuestro estado de cultivación. Este también es el proceso de cultivar y mejorar uno mismo.

Cuando fui criticada y marginada por los practicantes locales, Shifu me dio ánimo a través de mis sueños para deshacerme de mi miedo y buscar a los practicantes que habían dejado de cultivarse. Las palabras y los actos de los practicantes me ayudaron a encontrar mis deficiencias y renovar mis pensamientos rectos.

Con la compasión y la guía de Shifu, comencé un nuevo capítulo en mi cultivación. He ayudado a varios practicantes a comprometerse más y ahora se cultivan verdaderamente en Dafa. Aún tengo muchas deficiencias pero pueden motivarme y ayudarme a mejorar en la cultivación. Mientras siga la guía de Shifu y me cultive de manera sólida, tendré éxito y alcanzaré la perfección.