(Minghui.org) Me uní a la plataforma global para hacer llamadas de esclarecimiento de la verdad a la gente en China (la plataforma RTC) hace seis años. Cientos de practicantes de Falun Dafa de todo el mundo estamos unidos en nuestra misión de decir la verdad sobre la persecución a los procuradores y al personal encargado de hacer cumplir las leyes en China. Seguimos las enseñanzas de Shifu, mientras trabajamos juntos para lograr este objetivo común.
La plataforma es un entorno de cultivación único. Hacer estas llamadas nos ofrece oportunidades para cultivarnos y eliminar nuestros apegos. Nos encontramos con todo tipo de personas: Algunas escuchan, otras no; algunas personas son educadas, mientras que otras son groseras; algunas son sarcásticas, y luego hay otras que gritan y nos maldicen.
Enfrentarse a los distintos comportamientos de la gente también pone al descubierto nuestros propios apegos, nos ayuda a eliminarlos y a mejorarnos a nosotros mismos mientras salvamos a la gente. Esto es una oportunidad de cultivación y nos permite asimilarnos a los principios de Falun Dafa.
Por otro lado, cuando practicantes de todo el mundo se reúnen, pueden surgir conflictos. Este es también un camino que Shifu ha dispuesto para nosotros, para que podamos cultivarnos juntos y mejorar. Hace poco tuve una experiencia inolvidable al respecto.
Tras el estallido de la pandemia de COVID, se interrumpieron las actividades para informar a la gente sobre la persecución en las atracciones turísticas, debido a los cierres locales. Practicantes de todo el mundo se unieron a la plataforma RTC, y necesitábamos capacitarlos. El coordinador general asignó a ocho practicantes con experiencia para formar un equipo de capacitación, y yo me encargué de coordinarlos.
Le pedí a mi esposo, que también es practicante, que se ocupara de las tareas domésticas para que yo pudiera centrarme en la capacitación. Pasé horas escribiendo guiones de entrenamiento y preparando materiales. Los ocho practicantes y yo organizamos y llevamos a cabo cuidadosamente la capacitación.
Más de 40 practicantes participaron en la primera capacitación, que fue un éxito. Los practicantes que asistieron pensaron que la preparación había sido eficaz y que se habían alcanzado los objetivos previstos.
Mientras empezábamos a preparar la segunda clase, el coordinador de la plataforma dijo a nuestro equipo de capacitación que tendríamos una reunión. Durante la reunión, no dejó de señalar nuestras diversas deficiencias y las áreas en las que la capacitación podía mejorar. Yo estaba confundida y los ocho practicantes que participaban en la capacitación estaban sorprendidos. La reunión terminó en silencio.
A la mañana siguiente, después de estudiar el Fa en la plataforma, los ocho practicantes expresaron su frustración. Yo también expresé la mía. Para verificar que la capacitación fuera efectiva, me puse en contacto con los practicantes que habían asistido y les pedí su opinión. Todos me dijeron que había sido un éxito y me hicieron algunas sugerencias. Envié sus comentarios al coordinador.
El corazón me daba vueltas. No podía calmarme y me sentía agraviada. Incluso pensé en abandonar la plataforma.
Un recordatorio para mirar hacia dentro
Mi esposo me recordó que pidiera ayuda a Shifu. Las enseñanzas de Shifu resonaron en mis oídos: “Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Cuando miré profundamente hacia adentro, me di cuenta de que, aunque en la superficie lo sucedido parecía poco razonable, debía de tener apegos que necesitaban ser expuestos y eliminados.
Fue una noche en la que, mi esposo y yo, estudiábamos “Enseñando el Fa en Manhattan” de Shifu, de la Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. X, que me iluminé. Miré hacia adentro y descubrí dos fuertes apegos: uno es que no quiero que los demás me critiquen. Desde niña mi vida fue tranquila. Cuando crecí y empecé a trabajar, siempre me elogiaban. Desarrollé una actitud orgullosa y egocéntrica.
También tengo apego a la fama. Sentía que el coordinador no reconocía mi duro trabajo y mis logros, sino que me criticaba. Me sentí agraviada y frustrada. ¿Acaso, no estaba el apego a mi reputación detrás de mis quejas e infelicidad? Pensaba que me tomaba la fama y la fortuna a la ligera, pero ahora estos apegos quedaban al descubierto. Mi reacción también era un reflejo de mi egoísmo.
Cuanto más pensaba en ello, más comprendía que Shifu utilizó este incidente para señalar mis apegos ocultos a través de la crítica del coordinador y exponerlos para que pudiera eliminarlos. Nada en la cultivación es accidental, y yo sabía que esto sucedió para ayudarme a mejorar mi xinxing. También era una oportunidad para mejorar mi cultivación y elevar mi nivel.
La cultivación implica cómo nos manejamos durante las tribulaciones, no significa estar cómodo. No solo no debo quejarme del coordinador, sino que debo estarle muy agradecida por haberme proporcionado una gran oportunidad para mejorar mi xinxing. He trabajado diligentemente durante más de diez años para garantizar el perfecto funcionamiento de la plataforma y que podamos salvar a la gente. Debo agradecérselo sinceramente.
Después de darme cuenta de esto, me sentí aliviada y cambié de actitud. Volví a centrarme en la coordinación de las capacitaciones. Nuestro equipo reflexionó sobre los aspectos que debíamos mejorar y revisó las clases, que se llevaron a cabo según lo previsto.
Mi xinxing y mi actitud mejoraron. El coordinador también ha cambiado. Ahora respeta las opiniones y sugerencias de nuestro equipo de capacitación y apoya plenamente nuestros esfuerzos.
La plataforma evoluciona y se ajusta constantemente para adaptarse a las nuevas necesidades, y nuestro equipo se ha ido adaptando y cooperando para que podamos avanzar como un solo cuerpo.
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