Con el Fa en el corazón, uno puede cultivarse bien

(Minghui.org) Después de que Shifu publicara “Por qué existen los seres humanos”, “¿Por qué hay que salvar a las multitudes de seres conscientes?”, “Mantente alejado del mal peligroso”, “El xiulian de DAFA es serio”, “Tratar correctamente a la familia de Shifu”, “Las tribulaciones del Fa” y “Despierta con un sobresalto”, los leí todos y mis ojos se llenaron de lagrimas.

Comencé a practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) en 1994. Tuve la suerte de ver una fotografía de Shifu en la casa de una practicante de Dafa. Sentí que estaba viendo el amanecer de la esperanza y rompí a llorar. Le dije a la practicante: “Los retratos de Buda que hay en mi casa son sólo imágenes de un Buda. El retrato de Buda que hay en tu casa es un Buda viviente”. Al ver que tenía una relación predestinada con Shifu, me prestó una copia del libro introductorio de Falun Gong. Lo llevé a casa y lo leí de una sentada. Decidí que esto era lo que había estado buscando desde que tenía memoria. Yo creía plenamente en Shifu y en Dafa, y que Shifu estaba aquí para salvar a todos los seres conscientes. Después de eso, todas mis dolencias desaparecieron. Me recuperé de una enfermedad cardíaca sin necesidad de cirugía y mis cálculos biliares desaparecieron. Fue gracias a Shifu que pasé de estar gravemente enferma y llena de yeli a ser alguien más saludable que cuando era joven. Me convertí en una practicante de Dafa del período de la rectificación del Fa.

He leído cada artículo y conferencia que Shifu ha publicado varias veces y los he copiado a mano para recordarlos más profundamente. He copiado Zhuan Falun siete veces. Cada vez que lo copié lo revisé varias veces. He copiado los volúmenes I -VI de Hong Yin dos veces, y algunos de ellos los he memorizado y leído una y otra vez. Nunca he dejado de estudiar el Fa y de hacer los ejercicios durante 30 años.

El 20 de julio de 1999 fui a Beijing para validar el Fa. Al día siguiente, tres líderes de mi compañía vinieron a mi casa. Uno de ellos me dijo: “La policía vino a preguntarnos quién practica Falun Dafa. La compañía te ha denunciado y quiere que entregues todos tus libros de Falun Dafa”.

Acabo de regresar de Beijing con mi marido y les dije: “Zhuan Falun es más importante que mi vida. Nadie puede quitármelo ni tocarlo”. La tribulación se hizo pequeña con mis fuertes pensamientos rectos. Se fueron sin llevarse nada y nunca regresaron.

En 2015, practicantes de Dafa de todo el país demandaron a Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), por iniciar la persecución a Falun Dafa. Yo era una de ellas. El documento que recibí por presentar la denuncia fue transferido a la comisaría local en una semana. La policía comenzó a llamarme cada tres días. Les expliqué los hechos sobre Falun Dafa y les dije: “¿Cómo es posible que uno no practique un ejercicio tan bueno?”. Dijeron que podía practicar en casa.

Llamaron a mi marido y le dijeron que tenía que ir a la comisaría esa tarde. Envié pensamientos rectos y llamé a la comisaría. Dijeron que me estaban esperando. Les dije que tenía que cuidar a los ancianos en casa y que no podía irme. Les pedí que me dieran un plazo porque sabían que Falun Dafa era bueno. Les dije que no iría. Nunca más me llamaron.

Salí a la calle para aclarar la verdad a la gente en persona. Llevo haciéndolo desde 1999. Salgo entre tres y cinco veces por semana, llueva o haga sol. La mayoría de las veces voy con otras dos o tres practicantes, una de las cuales me acompaña desde hace 16 años. Trabajamos en estrecha colaboración. Una de nosotros envía pensamientos rectos, mientras que la otro aclara la verdad.

Para que sea más fácil escribir los nombres de quienes renunciaron al PCCh y sus organizaciones afiliadas, no usamos guantes en invierno, pero nuestras manos siempre están calientes.

Salimos y regresamos a casa todos los días, satisfechas con lo que estamos haciendo. A veces traemos comida a casa para cocinarla. Siempre preparamos las comidas para nuestras familias a tiempo. Nos adaptamos al máximo al estado de la gente común y cumplimos con nuestros votos prehistóricos de salvar a los seres sintientes.

En cierta ocasión, mientras caminábamos, estaba aclarando la verdad a varias personas y ayudé a algunas de ellas a renunciar al PCCh, pero no sabía que la policía me estaba siguiendo. El oficial se acercó, tomó algunos de mis folletos y me iba a llevar a la estación de policía. Le pedí a Shifu en mi corazón: “Shifu, estoy en problemas. Por favor, ayúdame”.

El oficial no me escuchó cuando le dije la verdad sobre Dafa. Un joven se acercó y reprendió al oficial por ser entrometido y me dijo que me fuera rápidamente.

Me escapé y seguí adelante. Terminé de distribuir los materiales que tenía conmigo antes de irme a casa. Miré hacia dentro y descubrí que era mi falta de paz interior lo que me había causado problemas. A partir de entonces, presté más atención a no aclarar la verdad a multitudes de personas, y a estar concentrada, además de no distraerme con cualquier pensamiento, y mucho menos estar ansiosa. Desde entonces, siempre le pedí a Shifu que me ayudara a encontrar una persona adecuada cuando salía a aclarar la verdad. Han pasado más de 10 años desde que eso sucedió, y nunca he tenido más incidentes.

Shifu hizo arreglos para que yo asistiera a un grupo de estudio del Fa en la casa de una compañera practicante, a sólo tres minutos de mi casa. Empezamos a las 2 de la tarde y terminamos a las 6:30 de la tarde, después de enviar pensamientos rectos. Es genial estudiar el Fa en grupo. Encuentro diferentes principios del Fa todos los días y puedo sentir la iluminación de Shifu. La energía llena todo mi cuerpo y me hace sudar.

Shifu siempre nos ha dicho que estudiemos más el Fa. Con Shifu y el Fa a nuestro lado, podemos hacer las tres cosas sabiamente. Además de enviar pensamientos rectos cuatro veces al día, también los envío dos veces en el grupo de estudio del Fa. Por lo tanto, envío pensamientos rectos al menos seis veces al día. Solo cuando el Fa está en nuestro corazón podemos seguir bien el camino de la cultivación.

Aún estoy muy por detrás de otros practicantes en comparación con los requisitos de Dafa. Estudiaré más el Fa, me aferraré a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, seguiré firmemente el camino dispuesto por Shifu, negaré por completo los arreglos de las viejas fuerzas y usaré el Fa para corregirme de modo que pueda asimilarme a Dafa y seguir el camino hacia mi verdadero hogar con éxito.

¡Gracias, Shifu, por tu compasiva salvación!