(Minghui.org) Me gustaría contarles cómo mi familia y yo nos hemos beneficiado de Falun Dafa. También me gustaría compartir los beneficios que Dafa aporta a la sociedad, así como la forma en que ilumina nuestro camino espiritual.
Mi casa sigue intacta tras una gran explosión de gas
Hace unos 10 años, justo al terminar de preparar la comida, se produjo una explosión de gas en un departamento de la planta baja de mi edificio. Oí un estruendo ensordecedor y vi dos bolas de fuego deslumbrantes que salían por la ventana. En un instante, las ventanas de nuestro edificio y las de los edificios colindantes se hicieron añicos.
Lo sorprendente fue que mi departamento permaneció intacto. Ninguna de mis tuberías de agua o calefacción se rompió, y mis ventanas estaban bien. Fue Shifu quien protegió mi casa de una posible calamidad.
Más tarde supe que los coches de los alrededores se tambalearon y que la gente estaba desesperada. Incluso se murieron los cachorros de un vecino.
Una compañera de mi nieta que volvía a casa del colegio acababa de entrar en el barrio cuando se produjo la explosión y llovieron cristales rotos a su alrededor. Estaba tan asustada que se desmayó. Un anciano del primer piso también se desmayó.
La puerta del apartamento de abajo de mi vecino salió volando de sus bisagras y golpeó al propietario. Era director de una oficina de seguridad pública antes de jubilarse. Sus heridas necesitaron cuatro operaciones para curarse. Su nieto resultó herido en un brazo y tuvo que ser trasladado al hospital. Muchos niños no fueron a la escuela al día siguiente. Mi nieta sí fue.
La explosión dañó las puertas y los marcos de las ventanas de algunas personas, que quedaron atrapadas en el interior. Las tuberías del gas y la calefacción estaban rotas y salía agua por todas partes. Llegaron el alcalde y los periodistas. El alcalde dijo a los periodistas que solo podían entrevistarlo a él y que no podían publicar ningún artículo sin su aprobación.
Si no fuera por la protección de Shifu, mi apartamento seguramente habría estado en la misma situación que los demás.
Dafa me enseñó a devolver el mal con bondad
Cuando nos casamos en 1978, mi esposo y yo éramos divorciados. Xiaoying, la hija de 11 años de mi marido, era una hija ilegítima que tuvo su primera esposa, y que él adoptó. Pero la mimaba tanto que hizo que se volviera testaruda y egoísta. Dejó de ir a clase y empezó a tener citas cuando estaba en secundaria. Mi esposo no podía controlarla y, cuando ya no pudo soportarlo más, quiso enviarla de vuelta con su madre.
Aunque entonces no practicaba Falun Dafa, mis padres nos habían inculcado la cultura tradicional china desde pequeños, enseñándonos a ser amables y a pensar en los demás. Le dije a mi esposo: «La madre de Xiaoying ya tiene su propia familia. Si la enviaras de vuelta, ¿no perjudicaría a esa familia? Si su actual esposo supiera que su mujer tuvo una hija ilegítima, ¿podrían vivir en paz?».
Al darse cuenta de que lo que decía tenía sentido, mi esposo desistió de la idea.
Cuando Xiaoying se casó y tuvo un hijo, la acompañé al hospital, me quedé con ella y pagué la factura. Cuando le dieron el alta, me la llevé a casa para cuidarla durante un mes. Antes de que naciera la niña, preparé todo lo necesario para el bebé, como ropa y mantas. Xiaoying estaba muy emocionada y no paraba de llamarme «mamá». Mi yerno y yo también estábamos muy unidos.
Tuve la suerte de empezar a cultivar Falun Dafa en 1998. Desde entonces, todas mis enfermedades desaparecieron. Mi esposo también fue testigo de las cosas milagrosas que me sucedieron.
El exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, y su régimen canalla comenzaron la persecución de Falun Dafa el 20 de julio de 1999. Estaba decidida a mantener mi creencia y fui detenida ilegalmente cuatro veces. Envenenada por las mentiras del PCCh, Xiaoying decidió mantenerme a distancia.
La tercera vez que me detuvieron, mi esposo falleció antes de que me liberaran del campo de trabajo forzado. Cuando volví a casa, Xiaoying bloqueó la puerta y me dijo malhumorada: «¡Vete y no vuelvas!». Había estado pensando en mi casa día y noche, pero me dieron la espalda. No puedo describir lo desgraciada que me sentí. Acabé quedándome en casa de un compañero y alquilé un piso.
Una vez salí para aclarar la verdad y empecé a hablar con una mujer que no conocía. Mientras caminábamos y hablábamos, llegamos al edificio donde vivíamos mi esposo y yo. Ella me dijo: «Tú no lo sabes, pero aquí vivía antes una practicante de Falun Dafa. Cada vez que era arrestada y detenida, la hija adoptiva de su esposo gastaba sus ahorros».
Le pregunté cómo lo sabía. Dijo que se lo había contado su pariente Xiaogang. Xiaogang y Xiaoying eran amigas desde hacía tiempo. Cuando le pregunté qué hacía Xiaoying con el dinero, me dijo que lo despilfarraba todo. Por ejemplo, se lo gastó en viajes a la ciudad de Dalian y a otros lugares.
Le dije que yo era esa practicante. Fue muy amable conmigo e incluso me invitó a su casa. Le hablé largo y tendido sobre Dafa y le dije que recordara que «Falun Dafa es bueno». Renunció al PCCh y a sus filiales. Estaba muy disgustada por lo que Xiaoying había hecho y pensaba que era injusto, instándome a demandarla. Le dije: «Después de vender su casa, no tenía dónde quedarse. Está bien que se quede en mi casa. No quiero pelearme con ella. No importa quién viva allí».
Estuve detenida 25 días en 2001. Durante ese tiempo, Xiaoying tomó más de 30.000 yuanes de mis ahorros y se los gastó. Cuando estuve detenida ocho meses en 2005, Xiaoying se llevó unos 50.000 yuanes de mi tarjeta bancaria y de mi nómina.
La tercera vez que me detuvieron, estuve en un campo de trabajo forzado más de dos años. Xiaoying sacó todo el dinero de mi tarjeta salarial durante ese tiempo y ni siquiera me dejó volver a mi propia casa. El edificio donde vivíamos mi esposo y yo era una vivienda pública de la Oficina de Vivienda. Cuando las viviendas se vendieron a particulares, mi esposo y yo recibimos un trato preferente para comprar una casa en función de nuestros años de servicio. Habíamos comprado ese apartamento con nuestros ahorros.
Adoctrinada por la ideología atea del PCCh, Xiaoying no creía en el principio celestial «El bien se recompensa y el mal se castiga». Atrapada en la decadencia de las normas morales, solo era digna de lástima y acabó perjudicándose a sí misma. Murió de cáncer de útero a los 40 años.
Cuando falleció, su hija y su yerno se mudaron al piso en el que vivíamos mi esposo y yo. No pedí que me lo devolvieran, porque sabía que la vida era dura para ellos. Ese apartamento era de mi propiedad. Si hubiera ido a los tribunales a demandarles, habrían tenido que devolvérmelo, pero no lo hice.
El dinero es algo externo. La gente viene a este mundo sin nada y se va sin nada. Por mucho dinero que tengamos, no podemos llevarnos ni un céntimo. Cuando usé los estándares de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para medirme, mi corazón se ensanchó. El hecho de que mi esposo, Xiaoying, su hija y yo nos convirtiéramos en familia era un arreglo predestinado que debía ser apreciado.
Alquilé una casa y aclaré los hechos tanto a la hija de Xiaoying como a su yerno, diciéndoles que recordaran las frases «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Aceptaron mis palabras y renunciaron al PCCh. Gracias a que recordaron estas frases, pudieron escapar de la calamidad de la pandemia y ser bendecidos. ¡Esta es la mayor bendición de nuestra relación predestinada!
Estoy agradecida de que Falun Dafa haya elevado mis estándares morales y me haya enseñado cómo pagar el agravio con virtud.
Mi hermana fue bendecida por defender a Dafa
El tianmu (tercer ojo) de mi hermana ha estado abierto desde que era una niña. Entonces, muchas familias vivían en complejos multifamiliares. Cuando mi hermana decía que algo iba a ocurrirle a otra familia, realmente ocurría. Mis padres la regañaban y le decían que mantuviera la boca cerrada respecto a esas cosas.
Mi hermana dijo una vez que Baozhu, que vivía en el complejo, moriría un domingo y lo sacarían por la ventana. Baozhu también llevaba un vestido con una flor sobre el pecho cuando se llevaban su cuerpo.
En aquella época, el gobierno obligaba a la gente de la edad de Baozhu a ir a trabajar al campo después de graduarse en la escuela. Pero ella no fue. No encontraba trabajo en la ciudad, así que hacía punto, cosía flores y fabricaba otras artesanías. Más tarde, Baozhu enfermó y no mejoró ni siquiera después de buscar ayuda médica.
Un domingo, salí y escuché a alguien llorar. Cuando entré, mi hermana me dijo que Baozhu había muerto. Al cabo de un rato, la madre de Baozhu vino y le pidió ayuda. Después, mi madre me dijo: «Baozhu seguía soltera. Según las costumbres locales, no se la podía sacar por la puerta y había que sacarla por la ventana. Cuando salía, llevaba un vestido floreado con una flor envuelta en lana en el pecho».
Después de que el PCCh empezara a perseguir a Falun Dafa, mucha gente se dejó envenenar por su propaganda y siguió la corriente de la calumnia. Como mi hermana tenía el ojo celestial abierto, podía ver escenas en otras dimensiones. Sabía que los dioses y los Budas existían y que Dafa es una práctica de cultivación de la Ley de Buda.
Después de hablar con una cuidadora sobre Falun Dafa, vino mi hermana, y esta mujer le dijo: «Ella practica Dafa y me pidió que renunciara al PCCh».
Mi hermana le contestó: «Lo que te ha pedido es algo bueno. ¿No es por tu bienestar? Antes tenía mal carácter y mala salud. Después de empezar a practicar Falun Dafa, su carácter mejoró y sus enfermedades se curaron. Es mi hermana mayor».
Una tarde, mientras mi hermana estaba en el trabajo, apareció un agente de policía y preguntó por mí. En vez de contestarle, le preguntó: «¿Quiere saber cómo está ahora o antes?».
Él respondió: «¿Qué más da?».
Ella dijo: «Claro que hay diferencia. Por ponerte un ejemplo, antes, cuando limpiábamos el taller los sábados, ella nunca tomaba la iniciativa de ayudar, y no le importaba cuando tiraba la basura que no llegara a la papelera. Ahora se apresura a ayudar y no depende de los demás. Después de limpiar, toma la iniciativa de tirar la basura. Si hay basura en el suelo, la recoge. ¿Dirías que Verdad-Benevolencia-Tolerancia no es buena?».
Cuando el régimen de Jiang intensificó la persecución, mi hermana defendió a Dafa y se atrevió a decirle a un oficial de policía que Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno. Sus pensamientos y acciones bondadosos han acumulado grandes bendiciones para ella.
Antes de esto, ella no tenía casa y vivía con su hijo en un mohoso dormitorio de trabajo. Pero ahora que se ha jubilado, tiene su propia empresa. Es propietaria de ocho departamentos en la capital provincial, dos de los cuales son dúplex de más de 200 metros cuadrados.
Hace diez años, a mi hermana le extirparon el útero, pero siguió teniendo la menstruación normal después de recuperarse. Mi cuñado se sorprendió y bromeó: «¡Aún podrás quedarte embarazada!». Así fue bendecida por hablar en favor de Dafa.
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