(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Soy de Gimhae, Gyeongnam, Corea del Sur, y fui maestra durante 39 años y medio. Me jubilé en febrero. En noviembre de 2024, cumplo 20 años de practicar Falun Dafa.

En Exponiendo el Fa en el Fahui de Singapur, Shifu dijo: "Ya que la cultivación es nuestra primera prioridad, no debe ser interferida por nada" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Singapur, 1998).

Cuando comencé a practicar, decidí que para que mi cultivación estuviera libre de cualquier interferencia, debía ser mi máxima prioridad y seguiría incondicionalmente los arreglos de Shifu.

Presento Falun Dafa a los estudiantes

Comencé a practicar Falun Dafa cuando tenía 42 años, y Dafa cambió mi vida. Desde el principio me enfoqué en cultivarme bien y en cómo yo podría decirle a otros sobre Dafa. Cada semestre, enseñaba a los estudiantes cómo practicar los ejercicios. Los niños también recitaban las dos frases: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Pensaba que incluso si los niños no persistían en cultivarse, al menos deberían recordar las dos frases: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Les conté a los niños acerca de lo divino, y estoy muy agradecida de que nadie se haya quejado o me hayan denunciado. Muy pocos de mis estudiantes se enfermaron o tuvieron problemas importantes, como traumatismos.

Shifu corrigió mi mala costumbre de perder los estribos con los niños. No mucho después de que comencé a cultivarme, Shifu me puso a prueba para ver si era capaz de mantener la calma, y pasé la prueba. Cuando fui a casa esa noche para leer Zhuan Falun, me di cuenta de que este era realmente un libro milagroso. En mi último año de maestra, muchos de mis alumnos eran malcriados y ocasionaban  problemas todos los días, como para eliminar todas las deudas que tenía. Por lo general, miraba hacia adentro y trataba de contenerme, pero no era fácil.

Cuando un estudiante me maldijo, me enojé mucho. Pero recordé lo que dijo Shifu: "Sin embargo, hemos dicho que siendo una persona que refina gong, hay que llegar a no devolver el golpe ni los insultos, hay que exigirse con un estándar alto" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Así que contuve mi ira y llamé al estudiante. Justo cuando estaba a punto de gritarle, los músculos de mi cara de repente se relajaron y sonreí. Inmediatamente me di cuenta de que Shifu me estaba dando una pista para que dejara de estar enojada con los niños y dejara de crear yeli. Sonreí y hablé con él. Después, los niños se portaron mejor y ya no perdí los estribos.

Mantener buena relación con el director

Sabía que todo lo que tenía había sido arreglado por Shifu. En Corea del Sur, los estándares de promoción descendieron, y de repente me ascendieron a subdirectora de una escuela. Acababa de empezar a trabajar en un proyecto de Dafa, para revisar traducciones: todos los días, después del trabajo, pasaba horas corrigiendo.

Este ascenso a subdirectora me dio mucho tiempo. Sin embargo, cuando pensé en ir a trabajar a una escuela a más de 80 kilómetros de mi casa, me pregunté por qué me enviaron a una escuela tan lejana. Pero luego me di cuenta de que Shifu debía tener una razón. Al cabo de unos días, comprendí que había una relación predestinada especial entre el director y yo. Decidí que, pasara lo que pasara, haría un buen trabajo y salvaría a los seres conscientes.

Los maestros decían que este director era muy duro y estricto. Estaban asustados, pero después de trabajar conmigo durante unas dos semanas, él confiaba en mí y era amable.

Le presenté Dafa a la conserje de la escuela y le enseñé los ejercicios. De vez en cuando practicábamos en el pabellón, y el director lo veía. Dijo que debía enseñar los ejercicios a todos los profesores y estudiantes de la escuela. Así que, todos los días, aprovechaba un descanso de 20 minutos para reunir a más de 70 estudiantes y profesores en el pabellón menor y les mostraba los ejercicios. Después de unos meses, me pidió que fuera al hogar de ancianos adyacente al mediodía, todos los miércoles, para enseñar los ejercicios a las personas mayores.

Al final del año, sugerí que la escuela comprara boletos de Shen Yun para los estudiantes y maestros, y el director aceptó. Como resultado, el personal, los estudiantes y los maestros fueron a ver Shen Yun, pero el director no fue porque no estaba de humor.

En Corea del Sur, los administradores escolares tienen que ser transferidos después de dieciocho meses, pero ese año  cuando termino Shen Yun local, la regla cambió repentinamente, a una permanencia de un año como subdirector, antes de que pudiera solicitar la transferencia a otra escuela. El cambio repentino en las regulaciones de transferencia me hizo darme cuenta de que Shifu estaba tratando de iluminarme y me pedía que regresara a la ciudad de Gimhae. Aunque el director quería que me quedara un año más, inmediatamente solicité un traslado.

Unos dos meses antes de ser transferida, mientras meditaba, de repente vi mi vida anterior con este director. Como en esta vida, aquel fue un destino corto y triste. No podía parar de llorar. Unos días después, me envió un correo electrónico para disculparse y explicarme que la razón por la que no había ido a ver Shen Yun era que estaba celoso de que yo sólo tuviera a Shifu y a Dafa en mi corazón.

Más tarde me llamó y me dijo que había terminado de leer Zhuan Falun, que yo le había dado. Cuando escuché esto, compré boletos para Shen Yun para él y su esposa, y dijeron que estaban muy conmovidos por las actuaciones de Shen Yun. Bajo el arreglo de Shifu, resolví mi relación predestinada con este director y cumplí mi misión de ayudar a Shifu en la Rectificación del Fa.

Después de regresar a Gimhae, en el transcurso de tres años y seis meses, trabajé con tres directores, y después de saldar todas las deudas de ye que les debía, fui ascendida a directora.

Mi cultivación en mi función como directora

En marzo de 2017, me trasladaron a una escuela en el área de Yangsan como directora. Los padres y los profesores estaban muy descontentos. Como cultivadora, siempre me comporté de acuerdo con Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y traté a los estudiantes, padres y maestros con la mentalidad de poner a los demás en primer lugar. Aunque todos estaban preocupados por mí, no le presté mucha atención.

El presidente de la asociación de padres y maestros vino a mi oficina la primera mañana e hizo varias solicitudes. El personal de la oficina también era frío conmigo. Sentí que todos aquí eran groseros. Pero desde el primer día, miré hacia adentro, me deshice de mis apegos a la fama y la fortuna, y refrené mi mente. Estaba decidida a tratar a todos con respeto y, como directora, atender sus solicitudes tan pronto como pudiera.

Para permitir que los profesores se concentraran en educar a los estudiantes, disminuí su carga de trabajo. Poco después, les dije que quería hablar con los niños en el auditorio. Quería hablarles de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Aunque no había precedentes para celebrar una reunión matutina para los niños, los maestros no se opusieron. A través de la educación mensual sobre Verdad-Benevolencia-Tolerancia, las expresiones de los niños se volvieron más diáfanas y venían a saludarme cuando caminaba por el campus de la escuela.

Con el tiempo, los profesores estuvieron satisfechos. El presidente de la Asociación de Padres y Maestros también me agradeció enviando un arreglo floral de felicitación a la escuela cuando regresé a Gimhae. En la primavera de 2018, aproximadamente 21 de los 25 empleados vieron Shen Yun.

Más tarde, me di cuenta de que también era un arreglo de Shifu, que de repente me ascendieran a directora. Tres meses después de que me convirtiera en directora, mi hija, que trabajaba para un proyecto de medios, comenzó a trabajar en plataformas de redes sociales. Este proyecto no fue fácil. Había muchas cosas tediosas que hacer, desde seleccionar buenos artículos, traducir del inglés al coreano y corregir artículos. Ningún practicante se ofreció como voluntario para hacer esto, así que decidí tomarme un descanso y ayudar a mi hija con este nuevo proyecto.

Le pregunté a tres practicantes de nuestra región que pudieran traducir del inglés al coreano, y todos estuvieron de acuerdo. Aunque la traducción y la revisión no fueron perfectas, lo hicieron con mucho cuidado. Poco después, el número de artículos que necesitaban ser revisados aumentó drásticamente, pero yo era la única que hacía la corrección. A veces tenía que revisar ocho artículos.

A medida que el número de seguidores en las cuentas de redes sociales sigue aumentando, también lo hacen los ingresos publicitarios de los medios. Por lo tanto, con el fin de lograr el mismo nivel de información que los medios ordinarios, los medios contrataron a tres periodistas. Nos salimos del programa poco después de que los jóvenes practicantes se unieran. Me gustó mucho que el proyecto de la plataforma social haya desempeñado un papel positivo.

En más de un año que trabajé en este proyecto de medios, mejoré mucho, y algunas veces sentí que estaba usando mis habilidades extraordinarias. Los practicantes de nuestra área nunca se quejaron del arduo trabajo y todos cooperaron muy bien. Cuando pienso en la ayuda desinteresada de mis compañeros practicantes, me siento muy conmovida y muy agradecida por su ayuda desinteresada.

En septiembre de 2018, después de terminar mi tarea aquí, me transfirieron a una escuela más pequeña en la ciudad de Gimhae. Al año siguiente, una maestra, que también es practicante, llegó a nuestra escuela y la asigné para estar a cargo del programa de educación moral de los niños, y ella les habló sobre Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Gracias a la creatividad y los esfuerzos de esta practicante, los niños cambiaban cada día.

En el segundo año, el programa fue bien recibido por los padres. Cuando me fui de la escuela, los alumnos de sexto grado me saludaron y sus rostros brillaban extraordinariamente.

Trabajé en esa escuela durante unos dieciocho meses, y estaba a punto de ser transferida, cuando un director superior me llamó y me pidió que fuera a su escuela. Aunque nunca pensé en ir a esa escuela, sentí que sea lo que fuera que encontrara, no era accidental, así que presenté mi solicitud.

Más tarde, un maestro de esa escuela comenzó a practicar Falun Dafa, y abrimos un nuevo sitio de práctica cerca de la escuela. Durante mi permanencia en esa escuela, recibí una llamada de alguien que conocía de la universidad, a quien le había contado sobre Shen Yun, pero él no lo había visto. Durante nuestra conversación telefónica, dijo que sería transferido a un puesto cerca de nuestra escuela en enero. Entonces, le recomendé Shen Yun nuevamente, y esta vez fue a verlo.

Seis meses después de ser trasladado aquí, fue reasignado a su ciudad natal. A partir de este incidente, una vez más sentí que todas mis transferencias fueron cuidadosamente arregladas por Shifu, y todas ellas fueron para permitirme conectar con los seres conscientes y realizar mi misión de salvarlos.

Debido a que mi trabajo en esta escuela iba bien, pensé que había terminado mi tarea en la sociedad de la gente común, por lo que quería solicitar la jubilación honoraria con dos años de anticipación. Un día, mientras dudaba, soñé que alguien me regalaba dos pagarés. Cuando me desperté y lo pensé, sentí que todavía había algo que tenía que hacer en los dos años que quedaban. Así que solicité un traslado a una zona de Gimhae en la que nunca había trabajado antes. Quería terminar mi carrera docente allí.

Los estudiantes de la última escuela eran más educados y de buen carácter que cualquiera de las escuelas anteriores en las que trabajé, y los profesores eran concienzudos y responsables. No había nada especial de lo que tuviera que preocuparme.

Cuando el Departamento de Educación o el grupo del director iban a visitar nuestra escuela, decían: "¡Esta escuela está tan limpia y el ambiente es tan relajado!" Todas las mañanas, cuatro miembros del personal de la oficina venían a mi oficina y hablaban de las actividades como si fuéramos una familia. En los dos años que trabajamos juntos, nunca discutimos. Cuando me jubilé, los profesores estaban muy afligidos.

La fiesta de jubilación de un director es especial. Las fiestas de jubilación generalmente se llevan a cabo en Gimhae, pero cuando me jubilé, de repente cambiaron a una fiesta de despedida en Xianyang. Xianyang fue el primer lugar donde comencé a trabajar cuando me convertí en maestra a la edad de 21 años. Mi carrera docente comenzó y terminó en Xianyang.

Sentí como si hubiera recibido un regalo precioso. En mis 39 años y 6 meses como maestra, cuidé a los niños y cumplí con mis responsabilidades. Después de comenzar a practicar Dafa, recordé mi misión de salvar a los seres conscientes y de presentar Dafa a las personas con las que interactuaba. Cuando pensé en los elaborados arreglos que Shifu hizo para mí, mis ojos se llenaron de lágrimas.

Los organizadores de la fiesta me pidieron que escribiera mi frase favorita en la medalla que me dieron, y escribí: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". El día de la fiesta de jubilación, todos los directores de la ciudad estaban presentes, y el anfitrión leyó en voz alta "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y explicó el significado de esta frase. No hay palabras para expresar mi gratitud a Shifu. Después de la ceremonia de despedida, los directores dijeron que esta fiesta de jubilación fue la más seria y solemne a la que jamás hayan asistido. Ese día, hubo una fuerte nevada en las montañas de Xianyang.

Aunque he tenido muchas deficiencias en los veinte años de cultivación, bajo los cuidadosos arreglos de Shifu, los he atravesado sin problemas. Si no hubiera cultivado Dafa, yo, que tenía ansiedad, nunca me habría convertido en directora. Una vez más, me gustaría agradecer a Shifu por su meticuloso cuidado, y también me gustaría agradecer a mis compañeros practicantes que han pasado por 20 años de cultivación conmigo.

Gracias, Shifu. Gracias, compañeros practicantes.

(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa en Corea del Sur 2024)