(Minghui.org) Mi abuela me cuidó desde que era pequeña, y ahora tengo siete años. Ella es practicante de Falun Dafa, y yo estudio el Fa con ella, aunque a veces me gusta jugar.

Ahora estoy leyendo Zhuan Falun, y estudio algunas páginas con mi abuela todos los días. Hoy empecé a leer la Tercera Lección. Mi abuela me observa cuando leo y me explica las palabras que no conozco.

Ahora puedo reconocer la mayoría de las palabras de Zhuan Falun. Cruzamos las piernas en la posición de loto completo cuando estudiamos el Fa. Cuando me duelen las piernas, mi abuela me dice: “Intenta perseverar. Estás eliminando la sustancia negra cuando te duele. Pronto se irá.” Por eso, me siento con ambas piernas cruzadas cuando estudio el Fa. Es bastante difícil, pero no bajo las piernas hasta que termino de leer.

Mi abuela me enseñó a memorizar muchos poemas de Hong Yin. Ella escribe el título del poema en un papel y lo cuelga en la mesa al lado de mi cama. Luego, memorizo el poema antes de dormir. Una vez que lo he memorizado, me enseña otro poema.

También recito: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. ¡Shifu es grandioso!”, decenas de veces antes de irme a la cama. Lo hago todos los días y no me olvido cuando estoy en casa de mi abuela. Pero cuando visito a mi madre, juego mucho y me olvido de recitar las frases.

Mi abuela a menudo me lleva al estudio grupal del Fa o a distribuir materiales informativos sobre Falun Dafa. Me gusta ir con mi abuela y dar folletos a la gente, me siento feliz cuando me agradecen. También colocamos los folletos en los coches de las personas, frente a sus casas, o entramos a edificios de apartamentos y los dejamos en cada puerta.

No sabía realmente cómo cultivarme cuando tenía seis años, pero ahora que soy un año mayor, sé qué hacer. Ahora estoy en mi último año de jardín de niños, y el próximo año iré a la primaria. Recuerdo lo que Shifu dijo: “...como practicante uno no debe devolver el golpe ...” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Un niño en mi clase me abofeteó. No lo provoqué y no le devolví el golpe. En silencio le di las gracias y recité “Quién tiene razón, quién no” de Hong Yin III.

En otra ocasión, un compañero de clase me pinchó el dedo con la punta de un lápiz, y me dolió. Agradecí en silencio a mi compañero y recité “Quién tiene razón, quién no”. Le doy las gracias a mi hermano cuando me molesta, y siempre recito “Quién tiene razón, quién no”.

Tuve una hemorragia nasal durante la siesta en la escuela, así que seguí recitando: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. ¡Shifu es grandioso!”. También recité algunos de los poemas de Hong Yin y mi nariz dejó de sangrar.

Le conté a mi abuela lo que pasó, y ella me felicitó, diciendo que yo era una verdadera practicante y que lo hice muy bien. “Somos practicantes, así que debemos hacerlo bien”, le respondí.

Les dije a mis compañeros de clase que recordaran: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. ¡Shifu es grandioso! Si recitan las frases muchas veces, les irá mejor en la escuela y su madre estará muy feliz”.

Algunos compañeros me ignoraron, y no pude hacer nada. A otros compañeros les gustó lo que les dije, ¡y le di las gracias a Shifu!

¡Soy la joven discípula de Shifu, y estoy muy feliz por eso! ¡Escucharé a Shifu y haré las cosas bien! ¡Gracias, Shifu!