(Minghui.org) Algunos practicantes vinieron a mi casa para estudiar el Fa, memorizarlo y compartir conmigo cuando perdí la vista. Ellos me animaron a seguir cultivándome con determinación.

Enviando pensamientos rectos y salvando a cuantos seres conscientes pueda

Un día en 2013, al terminar de enviar pensamientos rectos con una practicante que tenía el tercer ojo abierto, ella me dijo sorprendida: «Hermana, Shifu envió soldados y generales divinos. Dos equipos marchaban con grandeza sosteniendo armas en sus manos». No podía iluminarme en ese momento y no entendía por qué Shifu hizo tales arreglos.

Luego, Shifu hizo que una joven practicante con el tercer ojo abierto viniera a mi casa. Cuando terminamos de enviar pensamientos rectos, me agarró del brazo y me dijo emocionada: «Tía, te vi salir volando por la ventana cuando estábamos enviando pensamientos rectos». No creí realmente lo que me decía.

Shifu se dio cuenta de que yo no me había iluminado, y por eso me lo mostró en un sueño. Vi dos grandes relojes de pared antiguos. Uno marcaba las 12 en punto y el otro las 6 en punto. Estas dos horas eran el momento de enviar pensamientos rectos. Me di cuenta de que Shifu estaba insinuando que mi parte que había completado la cultivación estaba dirigiendo a soldados y generales celestiales para desmantelar los males en la otra dimensión.

A partir de entonces, me aseguré de enviar pensamientos rectos diez veces al día, o incluso cada hora, durante al menos quince minutos cada vez, o a veces durante horas cada vez. Dirigí a los soldados y generales celestiales para desmantelar el mal durante 30 minutos o una hora a las 7 de la mañana y a las 7 de la tarde todos los días durante muchos años.

Me puse ansiosa al escuchar que otros practicantes salían a aclarar la verdad a la gente en persona todos los días, porque yo no podía salir. Shifu vio mi corazón y me trajo a las personas predestinadas. A mi marido le gustaba jugar al majiang. Nuestros parientes, sus amigos, excompañeros de clase y colegas venían a casa a jugar al majiang con él. Yo aprovechaba estas oportunidades para darles folletos y pedirles que  renunciaran al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles. Gracias al impulso que me dio Shifu, ayudé a algunas personas.

Confirmando lo extraordinario de Falun Dafa

Mi familia hacía todo por mí cuando perdí la vista. Luego Shifu me mostró que debía hacer las cosas por mí misma. Por ejemplo, que aprendiera a encender y apagar el reproductor de música recién comprado, y a manejar los controles de avance y retroceso. Un día, cuando quise poner en pausa el reproductor de música, pulsé un botón y paró. En realidad, Shifu lo sabe todo.

Cuando un día una practicante me vio encender y apagar un pequeño bolígrafo grabador, me dijo: «Te admiro mucho. No sé cómo lo haces». Le respondí: «Shifu me dio sabiduría». Hago todo por mí misma, excepto cocinar. Incluso me corto yo misma las uñas de las manos y de los pies. Los demás me admiran mucho.

Un día de marzo de 2023 no podía mover la espalda. No podía caminar y tuve que arrastrarme hasta el baño. Supliqué a Shifu que me permitiera levantarme. Lentamente, doblé las piernas, me agarré al marco de la puerta y me levanté. Sabía que Shifu me ayudaba.

Me sostuve del armario, caminé lentamente hasta la cabecera de la cama y me senté apoyándo mi cabeza en el respaldo. Envié pensamientos rectos y miré hacia adentro. Luego practiqué el primer ejercicio nueve veces. Era agotador. Me tomé un descanso y luego practiqué el segundo y el tercer ejercicio. Se produjo un milagro después de enviar pensamientos rectos. Me agarré de la pared, caminé despacio hasta el comedor y me senté a comer como si nada hubiera pasado. Me recuperé del dolor de espalda al cabo de una semana. Volví a comprobar lo extraordinario de Falun Dafa.

Shifu me dio un bolígrafo celestial

Antes de perder la vista, había publicado varias veces en el sitio web de Minghui artículos para compartir. Shifu me dio un bolígrafo celestial tres veces después de perder la vista y me permitió hacer cosas imposibles.

Escribí mi primer artículo para compartírselo a una practicante que tenía síntomas de haber sufrido un derrame cerebral. Lloró después de leer mi artículo. En otra ocasión pasé cuatro horas escribiendo mi artículo para el Fahui, después practiqué el segundo ejercicio y sentí que me envolvía una fuerte corriente de energía cálida. Sentía como si mis brazos y mis manos no existieran, y que mi cuerpo era suave y flotaba. Era tan confortable. No hay palabras para expresar lo que sentí en ese momento. Sabía que Shifu me estaba animando.

Escribí más de diez artículos en los últimos diez años. Otros practicantes revisaron mis artículos y los enviaron al sitio web de Minghui. Como no podía ver, era difícil para mí escribir y también para otros practicantes revisar mis artículos. Encontré interferencias muchas veces durante el proceso. Gracias al impulso de Shifu, estos artículos finalmente se terminaron.

Aunque no puedo ver nada, estoy caminando por un sendero sagrado y brillante, guiado por nuestro misericordioso y gran Shifu. Mi corazón siempre brilla cuando camino por este sendero.