​Falun Dafa me ha cambiado completamente

(Minghui.org) Mi madre y mi esposa son practicantes de Falun Dafa que comenzaron a practicar Dafa antes de que comenzara la persecución el 20 de julio de 1999. Mientras mi madre estaba bajo la amenaza de la persecución, me escribió una carta diciéndome que recitara con frecuencia: «Falun Dafa es bueno, Verdad- Benevolencia- Tolerancia es bueno». Me dijo que así convertiría la desgracia y el desastre en bendiciones, y me mantendría a salvo. Fue la primera vez que tuve el honor de oír hablar de Falun Dafa. Ahora tengo 60 años.

Falun Dafa me salvó

Mi vida estaba en un momento muy bajo en el verano de 2015. Mi inversión había fracasado y no tenía trabajo. Quería ganar dinero rápido y dar un giro a mi vida. Me creí las mentiras que me contaban mis propios hermanos y me uní a la «Lotería Mark Six» para hacer trabajos de recaudación de dinero del juego. Una vez fui a la ciudad de Shenzhen para encargarme de una recaudación, pero fui engañado por mis hermanos, e incluso fui retenido contra mi voluntad por la empresa de juego.

La empresa de juego era de carácter mafioso. Pensaban que yo era un jugador que les debía dinero, y me exigieron que pagara todo el dinero del juego en tres días. Me amenazaron con cortarme los tendones de Aquiles y tirarme al mar. Cuando intenté llamar a mis hermanos, sus teléfonos móviles estaban apagados.

Estaba desesperado, sin salida. Entonces recordé lo que me dijo mi madre de recitar: «Falun Dafa es bueno, Verdad- Benevolencia- Tolerancia es bueno». Lo recité en silencio en mi mente.

En el vigésimo primer día de reclusión, mientras recitaba sinceramente los versos, vi varios rayos de luz brillar en la habitación. Sentí una brisa refrescante que entraba por la ventana y oí una música maravillosa y relajante. A la mañana siguiente, el jefe de la banda me dijo: «Llevamos tres semanas observándote. No pareces miembro de una banda. Te habrán engañado. Puedes irte a mediodía». Incluso me dio 200 yuanes para los gastos de viaje y me llevó a la autopista. Pude volver a casa sano y salvo.

Sabía que todo esto se debía a que recitaba sinceramente: «Falun Dafa es bueno, Verdad- Benevolencia- Tolerancia es bueno». ¡El Shifu de Dafa me había salvado la vida! ¡Gracias, Shifu! Desde entonces, «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno» quedó profundamente grabado en mi corazón.

Creyendo firmemente en Dafa

En 2017, bajo la guía de mi esposa, leí el libro principal de Falun Dafa, Zhuan Falun, y fui a un sitio cercano de estudio del Fa para estudiar el Fa, aprender los ejercicios de Dafa y escuchar las grabaciones de las conferencias del Fa de Shifu. Tardé cuatro días en terminar de leer Zhuan Falun por primera vez. Mientras lo leía, mi mente no tenía ningún otro pensamiento, y toda mi concentración estaba en el libro. Los principios de Dafa me conmovieron profundamente y seguí leyendo.

Al día siguiente de terminar de leer el libro, sentí como si estuviera resfriado. Vomité muchos sólidos amarillos y noté mucho líquido azul oscuro en las heces. Comprendí que se trataba de Shifu purificando mi cuerpo. Después de practicar Dafa durante unos dos meses, mi salud mejoró drásticamente.

Al estudiar el Fa, comprendí por qué los practicantes de Falun Dafa creen firmemente en la práctica, incluso bajo la persecución más cruel. Es porque Falun Dafa es el Fa de Buda. Cuando conocí a los practicantes, vi que eran sinceros, amables y tolerantes. Fui muy afortunado de encontrar esta oportunidad tan rara y preciosa, y no la dejaré escapar.

Antes de practicar Dafa, tenía muy mal carácter y me irritaba con facilidad. A menudo me enzarzaba en discusiones y golpeaba mesas y sillas por asuntos triviales. Valoraba mucho la fama y la fortuna. He trabajado en diferentes sectores dentro y fuera de la Administración, pero, debido a mi mal genio, no podía tolerar nada ni a nadie que no me gustara. También tenía una mentalidad arrogante y solía proteger siempre mis propios intereses. Por lo tanto, nunca trabajé durante mucho tiempo en un mismo lugar, y acabé sin nada después de muchos años.

Después de que empecé a practicar Falun Dafa, me consideré un practicante de Dafa y siempre traté de mantenerme en los estándares de Verdad- Benevolencia- Tolerancia. Me cultivaba en cada pensamiento, palabra y acción, mantenía una mentalidad pacífica y trataba bien a todo el mundo. A medida que continuaba practicando Dafa, mi temperamento, personalidad, hábitos de vida y actitud de trabajo cambiaron completamente. A través del estudio de Zhuan Falun, entendí el principio del Fa:

«...el que no trabaja no gana, el que trabaja más gana más, el que trabaja menos gana menos» (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Corregí muchos de mis malos hábitos y me convertí en una persona con los pies en la tierra y muy trabajadora.

Encontré un trabajo en una fábrica cerca de casa, como había deseado. En los últimos siete años, trabajé en el taller más polvoriento de la fábrica haciendo tareas de rectificado y pulido. Era el trabajo más exigente físicamente de la fábrica. Insistía en ir a trabajar temprano y salir tarde. Además, me dijeron que era el único empleado que no había pedido un aumento desde que se creó la fábrica.

Intento dar lo mejor de mí en el trabajo. Sin embargo, no es porque valore el salario como lo más importante. Es porque valoro mi trabajo como una plataforma para conocer y aclarar la verdad a la gente que viene aquí de todo el país. A menudo utilizo el poema de Shifu «Templando la mente y el corazón de uno» en Hong Yin para animarme. Desde que practico Dafa, soy una persona feliz, tanto en el trabajo como en casa.

Aún tengo muchos aspectos que mejorar. Por ejemplo, no tengo una comprensión profunda del Fa; todavía tengo una mentalidad de ostentar así como muchos otros apegos, y necesito hacer mejor las tres cosas. En el tiempo que me queda en el período de la rectificación del Fa, seguiré los principios de Verdad- Benevolencia-Tolerancia, creeré firmemente en Dafa, estudiaré bien el Fa y haré bien las tres cosas.

Si hay algo que no está de acuerdo con el Fa, por favor, tengan la bondad de señalarlo.