(Minghui.org) Soy un practicante de Dafa de unos 40 años, que trabaja en desarrollo de software en una gran ciudad de China. Comencé a practicar Falun Dafa en septiembre de 2021. Me siento profundamente honrado por los grandes arreglos de nuestro Shifu, quien guía y ofrece salvación a aquellos con relaciones predestinadas. Con inmensa alegría en mi corazón, soy el ser más afortunado del universo por comenzar a practicar Falun Dafa.

Aclarando los hechos en el trabajo

Comencé mi camino de cultivación viendo programas en internet creados por practicantes norteamericanos de Dafa. Gradualmente, comprendí la naturaleza malvada del Partido Comunista Chino (PCCh) y decidí convertirme en un cultivador de Dafa. Desde entonces, practico solo, ya que no hay otros practicantes en mi zona. Estudiando el Fa y navegando en Minghui.org, llegué a comprender la importancia de hacer las tres cosas: estudiar el Fa, aclarar la verdad y enviar pensamientos rectos.

Entre estas tres cosas que deben hacer los practicantes, aclarar los hechos es la más difícil para mí, ya que implica superar los apegos. Sabía que el estudio continuo del Fa y la práctica diligente me ayudarían a mejorar, pero anhelaba que otros practicantes me guiaran.

Solía ser introvertido, con pocos amigos íntimos o colegas. Hace poco, viajé al extranjero por trabajo con una compañera. Comimos juntos y visitamos clientes. Durante ese tiempo, me volví más hablador, quizá debido a los arreglos de Shifu, y finalmente la ayudé a renunciar al PCCh. Para mi sorpresa, ella comenzó a leer Zhuan Falun.

Palo de advertencia

Nada ocurre por casualidad en la cultivación, y considero cualquier incidente, como golpearme la cabeza, como un «palo de advertencia». Siempre que esto ocurre, reviso inmediatamente mis pensamientos y acciones recientes, y el dolor disminuye enseguida.

Hay muchos casos de practicantes de Dafa perseguidos en China, y he encontrado muchos artículos de intercambio de experiencias sobre cómo superar las tribulaciones con pensamientos rectos. A veces, después de leer esos artículos, me preguntaba cómo reaccionaría si me persiguieran. Mientras profundizaba en estos pensamientos, creaba diversos escenarios y diálogos en mi mente.

Un día, mientras me duchaba, seguí reflexionando y perdí la noción del tiempo. Mi mente estaba ocupada mientras me lavaba los pies. Cuando por fin levanté la cabeza, me golpeé con el picaporte de la puerta. El dolor me recordó inmediatamente que se trataba de un «palo de advertencia». Mis pensamientos rectos habían desaparecido mientras ensayaba los escenarios de persecución. Me di cuenta de que pensar de forma tan negativa y persistente podía, en realidad, invitar a la persecución. Estaba muy agradecido por la compasiva guía y protección de Shifu por darme el «palo de advertencia».

Sacando el contenido sucio

Cuando recién empecé a practicar Falun Dafa, Shifu me ayudó a eliminar muchos malos hábitos, incluyendo fumar, beber alcohol, jugar en mi computadora y teléfono celular, y comer cebollas y ajo crudos. Así, me transformé en una persona más positiva y enérgica.

Durante una reciente sesión de meditación, recordé de repente mis experiencias pasadas en el juego: el trabajo en equipo, las estrategias y los cumplidos de los demás. Después de un rato, por fin reconocí que eran pensamientos incorrectos. Mientras pensaba en cómo eliminar las interferencias externas, consideré que en realidad podían ser experiencias de mi vida pasada.

Recordé la enseñanza de Shifu:

«Por ejemplo, una botella llena de cosas sucias, cerrada con una tapa ajustada, al ser arrojada al agua se hunde inmediatamente hasta el fondo. Tú vuelcas las cosas sucias que tiene adentro y cuanto más vuelcas, tanto más alto flota la botella; al vaciarla por completo, la botella sube flotando completamente hasta la superficie del agua». (Primera Lección, Zhuan Falun)

Me di cuenta de que estos pensamientos eran la suciedad que había dentro de mi «botella» (mente). Eran distorsiones modernas que yo había permitido que se manifestaran. Entonces, declaré: No quiero estos contenidos sucios. Quiero deshacerme de ellos.