Las amables palabras de los practicantes de Falun Gong despiertan a los agentes de policía

(Minghui.org) Trabajar en departamentos de policía bajo el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) no es una carrera profesional transparente, ya que los empleados no solo tienen que observar y seguir los deseos de la alta dirección, sino que también tienen que realizar tareas que violan la ley y sus conciencias, como perseguir a los practicantes de Falun Dafa. Sin embargo, las personas involucradas tienden a ser ciegas a la verdad y no son conscientes de las consecuencias de sus acciones.

Los practicantes de Falun Dafa despiertan amablemente a la policía a través de llamadas telefónicas y conversaciones en persona, generando conciencia sobre la naturaleza del PCCh y la persecución a la práctica espiritual. A continuación, se presentan algunas historias sobre cómo varios agentes de policía cambiaron su actitud sobre Falun Dafa después de escuchar a los practicantes explicar las cosas.

La subdirectora de un departamento de seguridad pública quiere saber más

Una practicante marcó el número de una subdirectora del departamento de seguridad pública. Después de que la oficial tomó el teléfono, la practicante le contó sobre la maldad del partido comunista. La practicante dijo: “Usted es una persona de adentro, así que sabe más que yo”.

La practicante le dio las direcciones de los sitios web de un software que evita la censura de información del PCCh. La practicante estaba preocupada de que la subdirectora no recordara todo si le daba demasiada información, así que primero le dio un poco de información y luego esperó su respuesta. La subdirectora preguntó: “¿Hay alguna otra información?”.

La practicante luego reprodujo una grabación sobre la Ley de Protección a Falun Dafa que se aprobó en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Después de escuchar la grabación, la subdirectora preguntó: “¿Qué otra información tiene?”.

Como quería escuchar más, la practicante reprodujo grabaciones que explicaban que China no es el PCCh y sobre casos en los que las personas que persiguieron a los practicantes de Falun Dafa sufrieron retribución de ye. Ella las escuchó todas y luego dijo: “He tomado nota de todo esto. ¿Tiene alguna otra información?”.

La practicante pensó que los funcionarios del partido comunista en estos días realmente quieren obtener más información externa. La practicante le explicó por qué debía renunciar al PCCh y luego le preguntó: “¿Qué tal si renuncias a tu afiliación al Partido?”. La subdirectora respondió: “Claro, gracias”.

Director de la estación de policía conmovido por la compasión de la practicante

Una practicante fuera de China llamó al director de una estación de policía. Al principio, insultó mucho a la practicante y dijo: “Ustedes, los que practican Falun Dafa, me llaman todo el tiempo. ¿Dónde están? ¡Iré a arrestarlos!”.

La practicante se calmó por un momento y luego dijo con una sonrisa: “Por favor, cálmese un momento. Le contaré una historia. ¿Quiere escucharla?”. El director no dijo nada, así que la practicante narró su experiencia personal.

Había sido denunciada por distribuir materiales en China. Cuando la policía allanó su casa, encontraron materiales de Falun Dafa. El director de la estación de policía local investigó personalmente la fuente de los materiales. La practicante le estaba diciendo al director por qué repartía los materiales, y el director escribió algo mientras escuchaba. Luego le pidió a la practicante que firmara lo que había escrito. La practicante descubrió que el director había inventado una historia. Escribió que alguien había colocado los materiales en la cesta de la bicicleta cuando un pariente de la practicante montó en bicicleta en una excursión, y que el pariente se llevó los materiales a casa sin darse cuenta. Después de que la practicante leyera la historia, le dijo al director: “Lo siento, no puedo firmarla. Este pariente no me trajo los materiales, así que no puedo incriminarlo”. El director dijo: “Estoy haciendo esto para salvarte a ti. También puedo salvar a la persona que imprimió los materiales”. Presentó el informe que había escrito y la practicante fue puesta en libertad poco tiempo después. Tres meses después, la practicante pasaba por la estación de policía y decidió ir a visitar al director. Se enteró de que el director había sido ascendido a director del departamento de transporte.

Después de que la practicante terminó de narrar esta experiencia, le preguntó al director por teléfono: “¿Crees que fue recompensado por hacer una buena acción? ¿Qué opinas de la sabiduría de este director?”.

El director se quedó en silencio durante un rato. La practicante le contó entonces que el PCCh tiene la costumbre de deshacerse de los represores una vez que dejan de ser útiles. La actitud del director cambió y dijo: “Te aprecio. Sé que estás cuidando de mí”.

Un policía se queda pensando profundamente después de que una practicante le explica los principios

Una practicante fuera de China marcó un número. Ambos se saludaron y el receptor dijo que era un policía. La practicante dijo: “La policía también necesita saber la verdad sobre Falun Dafa”. El policía gritó agresivamente: “No me lo digas. Dime tu número de identificación, cómo te llamas y dónde estás”.

La practicante le dijo: “Joven, no te enojes tanto. Vamos a conversar un rato”. Él dijo: “Está bien, conversemos. Dime más”.

La practicante se dio cuenta de que no estaba realmente interesado en conversar, sino que quería rastrear su ubicación mientras hablaban. Luego, la practicante le contó la historia del PCCh de deshacerse de los represores una vez que dejaban de ser útiles. Ella le preguntó: “Eres un oficial de policía. ¿Tu posición es tan alta como la de Wang Lijun, Bo Xilai y Zhou Yongkang [exfuncionarios de alto rango del PCCh que ahora están encarcelados]?”. Él respondió: “Por supuesto que no”.

La practicante preguntó: “¿Dónde están esos tres ahora? En la prisión de Qincheng, ¿verdad? Después de la Revolución Cultural, más de 800 oficiales de policía de Beijing fueron ejecutados en secreto en la provincia de Yunnan. Liu Chuanxin, el director del Departamento de Seguridad Pública en Beijing, murió por un supuesto suicidio. ¿Sabías estas cosas?”. Él respondió: “No lo sabía”. La practicante le explicó todos los detalles.

La practicante le preguntó: “La División de Seguridad Nacional ha implementado un sistema de responsabilidad de por vida para los casos, así como un sistema para volver a investigar a las partes responsables en los casos procesados injustamente. ¿Sabías de esto?”. Él dijo que no lo sabía. La practicante continuó: “Ni siquiera sabes de estas cosas. Joven, ¿no te estás poniendo en una situación peligrosa?”. Se puso ansioso y dijo: “¿Cómo puedes hablarme así?”.

La practicante respondió: “Estás persiguiendo a los practicantes de Falun Gong hoy. ¿Quién va a pagar la factura por ti en el futuro? Tu jefe no lo hará; el Partido Comunista ciertamente no lo hará. ¿Sabes a lo que te enfrentarás?”.

El tono beligerante del oficial de policía había desaparecido, como un globo desinflado. Se quedó en silencio durante un buen rato.

Director jubilado del Departamento de Seguridad Pública renuncia al PCCh

Un practicante en China se encontró en la calle con un director jubilado del Departamento de Seguridad Pública. El practicante corrió hacia él y le dijo: “Estuviste en seguridad pública durante muchos años y has sido una persona recta. Nunca perseguiste a la gente junto con el partido comunista”. Se alegró de escuchar eso.

El practicante le aconsejó que renunciara al PCCh. Se sorprendió y se detuvo un momento. El practicante dijo: “No tengas miedo. Ya estás jubilado, así que tu vida es lo más importante. Cuando te uniste al Partido, juraste que lucharías por el comunismo toda tu vida. Ese es un juramento venenoso. El partido comunista es algo malo que siempre lanza movimientos y ha perseguido a muerte a muchos chinos. El cielo lo castigará y está cerca de su desaparición. Si luchas por él toda tu vida, todavía eres miembro de él, así que ¿no serás enterrado junto con él? No fuiste corrupto, no aceptabas sobornos, no buscabas prostitutas ni apostabas, no mentías ni cometías fraude, eras un funcionario íntegro, no seas parte del partido comunista”.

Luego preguntó: “¿Cómo puedo renunciar?”. El practicante respondió: “No es necesario que lo hagas a través de su sistema. Te ayudaré a hacerlo”. Antes de despedirse, se llevó algunos materiales.