(Minghui.org) Hace poco vi una película sobre la Navidad. Cientos de duendes vivían felices con Papá Noel y su esposa en un pueblo navideño. Un elfo comenzó a tener una alta opinión de sí mismo y estaba celoso porque Santa Claus se preocupaba por los otros elfos. Los pensamientos del elfo se volvieron oscuros: comenzaba peleas, quería destruirlo todo e incluso pensaba que era mejor que Santa Claus.

Cuando el elfo falló, Papá Noel y su esposa le llamaron. Ignoraron su mal comportamiento y le trataron como a su propio hijo. Comprendió que lo que había hecho estaba mal y se convirtió en lo que siempre había sido: uno de los muchos elfos felices.

Felicidad verdadera

Me di cuenta de que la felicidad no se trata de destacarse o volverse arrogante. Cuando los pensamientos de una persona son oscuros, no puede ser feliz. La verdadera felicidad llega cuando uno coopera desinteresadamente con los demás, se olvida de los propios intereses y se ayudan unos a otros. Como resultado, uno siente la felicidad que el universo otorga a cada individuo.

Cuando el corazón de uno se vuelve oscuro, no importa cuán poderoso pueda parecer en la superficie, la persona no será feliz porque esto va en contra de las características del universo. Cuando la mentalidad del elfo cambió, como una gota de agua, pasó a formar parte del vasto océano y volvió a ser feliz.

Shifu nos dijo:

“Todos ustedes son una partícula. Y ante mis ojos, nadie es mejor que ningún otro, ya que yo levanté a todos con mi mano al mismo tiempo” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003)

La película me recordó la interferencia demoníaca de la propia mente que Shifu menciona en Zhuan Falun. Una vez que aparece esta mentalidad, no es fácil eliminarla. Santa Claus y su esposa utilizaron diferentes formas para despertar al elfo y ayudarle. No importa lo mal que se portó, Santa Claus todavía le trataba como a un niño amado y esperaba su regreso.

No importa qué tipo de discípulo sea uno, Shifu siempre nos trata con compasión. Algunos practicantes están en peligro debido a sus egos inflados o pueden haber desarrollado ciertos pensamientos sobre Dafa o Shifu. Quiero decirles: ¡Shifu te está esperando, vuelve a ser una de las innumerables partículas! La compasión de Shifu es grandiosa.

El elfo estaba celoso porque Papá Noel amaba a los demás elfos. Sintió que era diferente y que debía ser tratado de manera especial.

Shifu nos enseñó:

“Pero como un miembro de los seres humanos de hoy, especialmente como un miembro de los Dafa dizi, hay dos cosas que nunca deben hacer: Primero, ¡engañar al Shifu! ¡Lo segundo es interferir con la salvación de las multitudes de seres! Porque este es el límite fundamental para que las vidas se queden o se eliminen. ¡Ni siquiera se lo puede tocar un poco! (Tratar correctamente a la familia de Shifu).

Shifu trata todas las vidas por igual con la misma compasión. Si interferimos con la salvación de otros es un delito grave y algo que no debemos hacer. Muchas veces el punto de partida para que un practicante se salga del camino es cuando comienza a tener una alta opinión de sí mismo.

Shifu dijo:

“Todo a través de los siglos, ha venido para el Fa” (Sólo una obra de teatro, Hong Yin (II))

Se me ocurrió que muchas cosas en este mundo existen para el Fa y pueden usarse para validar Dafa. Quizás de eso se trata esta película.

Verdaderamente un cultivador

Una practicante dijo que a menudo se sentía feliz porque practicaba la cultivación. Me conmovió mucho, pero me pregunté: ¿Por qué no sentí esta felicidad?

Lo pensé y descubrí que todavía estaba apegado a lo que siempre me hacía feliz antes de comenzar a practicar: la emoción que me generaba alcanzar la fama y ganar dinero.

Después de que comencé a practicar, la felicidad que sentí también se debió a las “cosas buenas”: ya sea cuando otros practicantes me reconocieron, o cuando un proyecto en el que estaba involucrado funcionó bien, etc. Todavía buscaba “ganar” al ser reconocido. De hecho, esto no era felicidad, sino una especie de entusiasmo que provenía de lograr “cosas buenas”.

Me di cuenta del Fa que un cultivador no debe entusiasmarse con ninguna “cosa buena”, sino que debe permanecer impasible, pase lo que pase.

Recientemente he comprendido que la felicidad no se debe a los beneficios obtenidos por uno mismo, sino más bien a un sentimiento de ser desinteresado y estar para los demás. Es difícil para las personas egoístas sentir verdadera felicidad; sólo conocen la excitación que produce la estimulación.

Del Fa, entiendo que todo está gobernado por las características del universo, Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El xinxing de una persona desinteresada está más acorde con estas características, por lo que obtendrá felicidad; mientras que la naturaleza de una persona egoísta se desvía de estas características, nunca se siente realmente feliz. Esta puede ser la razón por la que muchas personas modernas pueden parecer muy exitosas y disfrutar de fama y dinero, pero en realidad son infelices o incluso están deprimidas.

Cuando me sentía orgulloso por mis “fortalezas”, el sentimiento no era de felicidad, sino de una especie de arrogancia acompañada de complacencia, e incluso menospreciaba a los demás. Estaba emocionado porque sentí que había logrado algunos resultados cuando estaba involucrado en un proyecto, estaba feliz porque había ganado en cultivación.

Detrás de este sentimiento hay un fuerte corazón humano. Cuando logras algo, eres feliz, y cuando no, te decepcionas.

La practicante que dijo que a menudo se sentía feliz era porque siempre se sentía tranquila y en paz. Es sencilla, bondadosa y serena y nunca egoísta ni egocéntrica. Aunque he practicado durante años, sigo siendo egocéntrico y egoísta. Creo que esta es la diferencia fundamental entre ella y yo.

Este es mi entendimiento actual. Por favor señalen cualquier cosa que no esté de acuerdo con el Fa.

Nota del editor: El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “…comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…” (Cultivación sólida, Hong Yin).