(Minghui.org) Mirando hacia atrás, mi camino de cultivación fue accidentado. Por mi egoísmo y mi apego a las emociones, resentía, odiaba y hería a los demás, y a veces no me comportaba como una practicante de Dafa. Sin embargo, ahora he decidido guiarme por la compasión en mi vida cotidiana.

Me mudé a casa de mi madre (ella también es practicante de Dafa) en otra ciudad para cuidarla en 2019. Debido a los apegos y al adoctrinamiento del Partido Comunista Chino (PCCh), no habíamos eliminado nuestros apegos. Nos habíamos hecho tanto daño que ella ha albergado odio hacia mí hasta el día de hoy. Por mucho que hiciera por ella, seguía diciendo cosas negativas de mí. Al fin y al cabo, es mi madre y, como hija, tengo la responsabilidad de cuidar de ella, independientemente de cómo me haya tratado. Sé que se lo debía en esta vida, y quizá también en una vida anterior. Todos debemos saldar nuestras deudas del ye (kármicas), lo cual es de sentido común.

Ella es mi compañera practicante y me señaló mis defectos a su manera. Debería mirar en mi interior, porque todo está dispuesto por Shifu, y Shifu podría estar usando su boca para iluminarme. Tampoco necesito preocuparme por su condición incorrecta, en el sentido de que algunas de sus acciones no parecen estar fundamentadas en el Fa, o que tenga síntomas de enfermedad, porque Shifu está cuidando de ella. Debo recordar que su comportamiento es un espejo que me permite examinarme e identificar mis apegos. Cada faceta de mi existencia debe asimilarse a la compasión.

Teniendo compasión por mi familia

Mi marido empezó a practicar Falun Dafa hace poco. Él estudia el Fa y hace los ejercicios, y puede sentir su yeli (karma) moviéndose en su cuerpo y desapareciendo gradualmente. Pero todavía fuma cigarrillos, juega con su teléfono móvil, y ve las series de televisión infundidas por la cultura del PCCh sin una comprensión clara de lo que es el PCCh.

Compartí mis preocupaciones con él basándome en mi comprensión de "no hay una segunda vía de cultivación", y dejó de ver la serie de televisión. Pero volvió a verla cuando yo no estaba, y le expresé mi preocupación de nuevo, lo que seguía ocurriendo de forma intermitente.

Me di cuenta de que no debía imponerle mis ideas, sino permitirle ver gradualmente el PCCh tal como es. Comprendí que Shifu lo ha arreglado todo para él, y estas son también oportunidades para cultivarme mientras le ayudo.

Mi suegro practicó Falun Dafa durante poco tiempo antes del 20 de julio de 1999, cuando el PCCh comenzó a perseguir Falun Dafa, pero lo abandonó debido a la intensa represión. Años después, el PCCh le obligó a asistir a una clase de lavado de cerebro y le cambió. Posteriormente se ha negado a escucharme cuando le aclaro la verdad. Quise ayudarle y animarle a estudiar el Fa, pero se impacientó y me rechazó.

Miré en mi interior, corregí mis pensamientos e identifiqué mis apegos. Me dije, que me lo tomaría con calma y que haría buenas acciones sin buscar nada a cambio. Para aliviar sus hemorroides, le compré toallitas húmedas, y para calmar su estómago y aliviar la estasis sanguínea, le compré cáscara de naranja en la herboristería china para hacer té con espino blanco. Lo hice porque me preocupaba de verdad. Empezó a escuchar cuando le hablé de la persecución. Entiendo que la conducta de un practicante puede determinar el destino de aquellos que tienen conexiones con Dafa.

Mi marido estaba fuera de casa. Cuando me enteré de que mi suegro no tenía apetito, organicé un examen físico completo para él. Resultó que tenía cáncer. En el proceso, cumplí con el deber de mi marido, y sus hermanas fueron testigos de todo lo que hice. Antes, cuando intentaba explicarles la verdad sobre Dafa y la persecución, se callaban, pero ahora me escuchan.

A mi modesto entender, los no practicantes no sólo escuchan lo que decimos, sino que también observan lo que hacemos, porque representamos a Dafa. Pueden sentir la compasión a través de nuestras palabras y actos.

Llamé a mi marido en cuanto me dijeron que su padre tenía cáncer. Mi marido dejó su trabajo inmediatamente y vino a casa para cuidar de su padre. Eso fue hace más de tres meses, y yo estuve fuera de casa durante ese periodo de tiempo.

Mis cuñadas terminaron su trabajo agrícola de la temporada y se ofrecieron a que su padre viviera con ellas, pero yo pospuse su idea durante un mes porque acababa de volver a casa y quería cuidar de él durante el mes que estuviera en casa.

Cuando mi suegro estaba en casa de mi cuñada mayor antes del diagnóstico, no tenía apetito debido al dolor de estómago. Pero cuando vivía con nosotros, comía con normalidad y no tenía dolor. Sus hijos se sorprendieron gratamente de su mejor estado cuando se quedó con mi familia. Comprendí que el campo recto de un practicante es beneficioso para todos los que le rodean, aunque no estudien el Fa ni hagan los ejercicios.

Mientras celebraba el cumpleaños de mi suegro el 27 de septiembre de 2023, mis tres cuñadas decidieron que cada una de sus familias nos diera 600 yuanes (84 USD) para compensar el hecho de que mi marido renunciara a su trabajo para cuidar de su padre.

Discretamente, guardé el dinero en el bolso de mi cuñada menor. Cuando mi marido me dijo que quería que me quedara con el dinero de sus otras dos hermanas, le dije: "Deberíamos devolvérselo. Decidimos hacerlo porque quisimos y pudimos". Sabía que esto era una prueba de xinxing para saber si tenía apego al beneficio personal.

Mi cuñada menor ha cambiado. Cuando estaba vendiendo manzanas, su amiga que la ayudaba pesaba las manzanas repetidamente cuando el comprador no le prestaba atención para ayudarla a obtener más beneficios, pero ella detuvo a su amiga. Antes le había hablado a mi cuñada menor de los principios de la virtud y el yeli (karma), y su comportamiento demostró que escuchaba y seguía lo que le decía. Es la prueba viviente de que la rectitud y la compasión de los practicantes pueden influir en la gente que les rodea.

Tener compasión con la policía

Un día en casa en 2017, estaba haciendo un copiar y pegar, pero solo pude pegar el carácter "Compasión", lo que me desconcertó. Unos días después, alguien me denunció mientras hablaba a la gente sobre Falun Dafa y la persecución, y la policía me detuvo.

Me di cuenta de que Shifu me había iluminado de antemano que necesitaba tener compasión, así que aclaré la verdad a todos los policías con los que me encontré a partir de ese momento.

Al principio, la policía me trató como a una criminal, gritándome y diciéndome que me quedara quieta. Les expliqué con calma por qué empecé a practicar Falun Dafa, mis condiciones físicas antes y después, y cómo había mejorado mi carácter.

También les conté los hechos básicos sobre Falun Dafa, y los policías se fueron relajando poco a poco, e incluso asintieron con una sonrisa en la cara. El oficial al mando dijo que no tenían más remedio que cumplir las órdenes porque el PCCh podía pagarles por ello.

Registraron mi bolso y encontraron 1.000 yuanes en billetes para esclarecer la verdad, cuatro tarjetas telefónicas y doce folletos para aclarar la verdad. Les pedí que no allanaran mi casa (porque todo el material de aclaración de la verdad estaba en mi casa), a lo que accedieron. No cometieron más delitos.

Cabe señalar que esta comisaría en concreto tiene un largo historial de detenciones y allanamientos de morada. Siento que mi compasión y aclararles la verdad les hizo cambiar.

La compasión también me permitió ver su lado bueno, no la imagen malvada habitual de la policía: son personas que sólo quieren ganarse la vida, pero hacen cosas malas por culpa del engaño del PCCh. Son realmente pobres almas que están siendo empujadas por el malvado PCCh a cometer crímenes contra Dafa, y se dirigían hacia el camino del “no retorno” sin saberlo.

Comprendo que la mayor compasión se manifiesta ayudando a la gente a reconocer Dafa y a renunciar a las organizaciones del PCCh, para no tener que responder por sus crímenes. Me esfuerzo por ayudar a la gente a renunciar el PCCh todos los días.

Mientras cuidaba a mi nieto, salí con el cochecito y busqué a la gente para hablarles de Falun Dafa y de la persecución. Sentía compasión en mi corazón y les pedía sinceramente que tomaran la decisión correcta.

Soy sólo una de los millones de practicantes de Falun Dafa que cultivan la compasión en todos los rincones del mundo, en todos los ámbitos de la vida y en todos los diferentes proyectos que validan el Fa. Tratamos a los demás con bondad, decimos palabras bondadosas y hacemos buenas acciones. Para aquellos con quienes no tuvimos la oportunidad de hablar, les dejamos un campo de compasión. La compasión es nuestra guía y compañera.