(Minghui.org) La Sra. Jin Min, de 56 años, residente en la ciudad de Jilin, provincia de Jilin, condenada a seis años de prisión por practicar Falun Dafa, fue torturada hasta tal punto que perdió la capacidad de hablar. También padeció otros problemas médicos. Cuando una de sus hermanas denunció su persecución en Minghui.org, las autoridades penitenciarias revocaron el derecho de visita de la hermana.

La Sra. Jin Min

La Sra. Jin fue detenida el 11 de septiembre de 2020 por hablar a un taxista sobre la persecución del régimen comunista contra Falun Dafa, una práctica de cuerpo y mente basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El 28 de agosto de 2022 fue condenada a seis años e ingresada en la División 8 de la Prisión de Mujeres de la provincia de Jilin. No se permitió a su familia visitarla. Cuando pudieron verla el 22 de marzo de 2023, se les rompió el corazón al ver que había perdido la capacidad de hablar. Pidieron que fuera puesta en libertad condicional por motivos médicos, pero se les denegó.

Tras la visita, la segunda hermana de Jin envió información sobre su persecución a Minghui.org. Cuando las autoridades penitenciarias se enteraron, prohibieron a la hermana visitar a Jin. La hermana solo podía acompañar a su padre a la prisión para las visitas mensuales. Tenía que esperar fuera mientras su padre entraba a ver a su hermana.

Últimas noticias sobre la situación de la Sra. Jin

La Sra. Jin era vigilada las 24 horas del día y obligada a sentarse en un pequeño banco durante horas todos los días. Desarrolló una grave enfermedad cutánea y le picaba todo el cuerpo. Seguía sin poder hablar y más tarde mostró síntomas de apoplejía y tuvo dificultades para caminar.

En abril de 2023, el capitán Jiang Wei ordenó a Jin que abriera la boca para ver si se había tragado la píldora en lugar de esconderla bajo la lengua. Le introdujo una pequeña linterna en la boca y la acusó de fingir enfermedades. También abusó verbalmente de ella.

En noviembre de 2023, la prisión llamó a la familia de la Sra. Jin y exigió dinero para sus tratamientos médicos. Sus seres queridos dijeron que no tenían dinero y volvieron a pedir que la dejaran en libertad condicional por motivos médicos. La prisión rechazó su petición y afirmó que simplemente la tratarían en prisión si su familia no les daba dinero para cubrir sus gastos médicos. No está claro qué tratamientos pensaba proporcionarle la prisión.

Primera visita en dos años y medio

A principios de septiembre de 2022, el padre de la Sra. Jin llamó varias veces al director de la prisión y a Qian Wei (jefe de la División 8). Cada vez que llamaba escuchaba el mismo mensaje automático. El mensaje decía que a la Sra. Jin se le negaban las visitas familiares y las llamadas telefónicas, y que cualquiera que la ayudara a ponerse en contacto con su familia sería castigado.

La segunda hermana de la Sra. Jin fue a la prisión en noviembre de 2022, pero nadie se presentó en la puerta. No pudo ingresar dinero en la cuenta del economato de la Sra. Jin ni dejarle ropa.

Alrededor del 7 u 8 de diciembre de 2022, Gao Yang, subdirector de la División 8, llamó a la sobrina de la Sra. Jin y le dijo que su tía había perdido repentinamente la capacidad de hablar. Gao le preguntó por su historial médico y le dijo que su familia ya podía ingresar dinero en su cuenta del economato. Su sobrina depositó 500 yuanes, pero no está claro si la señora Jin llegó a recibir el dinero. Cuando la sobrina informó a la hija de la Sra. Jin de la llamada de Gao, ésta pidió visitar a su madre, pero Gao se negó alegando que las autoridades penitenciarias tenían que hablar antes entre ellas.

La hija de la Sra. Jin recibió finalmente una llamada de la prisión a mediados de marzo de 2023 y le dijeron que podían visitarla por primera vez desde que fue detenida hace dos años y medio.

Aunque su hija, su padre, sus dos hermanas y su hermano acudieron a la prisión el 22 de marzo de 2023, solo su hija, su padre y su segunda hermana pudieron entrar en la sala de visitas. Quedaron desolados al ver entrar en la sala a una mujer de aspecto terrible, que ya no podía hablar. Su padre, de 84 años, estaba tan conmocionado que no podía dejar de llorar. Se atragantaba cuando intentaba hablar.

Separada por el grueso cristal, la Sra. Jin hacía gestos a su familia, pero no entendían lo que intentaba decirles. La familia tampoco estaba segura de que ella entendiera lo que decían.

Gao dijo a su familia que la Sra. Jin tenía la tensión alta y algunos problemas de espalda. Afirmó que la prisión le estaba proporcionando tratamiento. La familia pidió que la pusieran en libertad condicional por motivos médicos, pero Gao dijo que no tenía autoridad para ello. Con el corazón entristecido, la familia abandonó la prisión.

La Sra. Jin, que trabajaba en la acería de Tonghua, fue detenida varias veces desde que comenzó la persecución en 1999. Antes de su última condena, fue condenada tres veces a trabajos forzados y una a prisión. Sufrió brutales torturas en diversos centros de detención durante un total de ocho años. Su sufrimiento se detalla en los informes relacionados que figuran a continuación.

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