(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa antes de que comenzara la persecución en 1999. La bronquitis que me atormentaba desde la infancia se curó. Mis familiares fueron testigos de los cambios en mí y me apoyaron en la práctica de Dafa.

Sin embargo, después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) empezara a perseguir a Falun Dafa, fui arrestada varias veces, detenida e incluso despedida de mi trabajo. Mis familiares se preocuparon por mí. Temían que me persiguieran de nuevo, por lo que no dejaban de presionarme para que abandonara Falun Dafa.

Mi cuñado era profesor de matemáticas en un instituto. Es una persona con los pies en la tierra, de carácter despreocupado y muy amable. Estaba muy preocupado por mi situación. Creía en la propaganda del PCCh que difamaba a Dafa y se resistía a escucharme. Cuando le insté a que renunciara al PCCh y sus organizaciones afiliadas, se mantuvo firme en que no lo haría, y a veces decía cosas irrespetuosas sobre Falun Dafa.

Tras su jubilación, él y su esposa viajaban a menudo y disfrutaban de una vida sin preocupaciones. Pero hace unos años, sufrió de repente un derrame cerebral y, aunque se recuperó bien, esa enfermedad lo envejeció. Aunque sólo tenía 60 años, parecía alguien de 80 o 90.

En 2021, sufrió una hernia de disco y tenía fuertes dolores; en la primavera de 2022, mi hermana le empujaba en una silla de ruedas cuando iba a recibir tratamiento. En junio se sometió a dos operaciones menores, pero de repente empezó a tener una tos muy fuerte y le faltaba el aire.

Le trasladaron a un hospital común y le diagnosticaron una infección grave de las vías respiratorias superiores. Le ingresaron en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y le pusieron tubos en muchas partes del cuerpo. Estuvo allí siete días antes de ser trasladado a una habitación normal.

Tras retirarle el tubo respiratorio, seguía sin poder tragar por sí mismo y como era posible que se atragantara con la comida y se produjera una infección secundaria, tuvieron que practicarle una traqueotomía y alimentarle con una sonda nasogástrica. Luego de esto le dieron el alta.

En casa, nos turnábamos para cuidarle. Durante el día le cuidaba su hermana, y en el turno de noche estábamos su mujer, su hija y yo. Cuando me tocaba a mí, estudiaba el Fa, hacía los ejercicios y le limpiaba la mucosidad a menudo.

Al cabo de un par de días, de repente empezó a tener hipo y no podía parar, lo que significaba que no se le podía poner nada en la sonda nasogástrica. Mi preocupación creció y sentí que no podía esperar más para aclararle los hechos sobre Falun Dafa.

Cuando se despertó, el hipo no cesaba. Le dije: “Siento mucho verte sufrir de esta manera; somos familia. Espero sinceramente que te recuperes pronto. No me importa cuidar de ti, pero me rompe el corazón verte en semejante agonía. Shifu es misericordioso; mientras puedas recitar sinceramente 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno', él te protegerá y te bendecirá”.

“Falun Dafa es el Fa de Buda, que enseña a la gente a ser buena y bondadosa, y todas las propagandas difamatorias contra Falun Dafa son mentiras. La 'autoinmolación en la plaza de Tiananmen' fue una farsa para instigar el odio de la gente hacia Falun Dafa y a los practicantes”.

“¿Acaso el PCCh no está perjudicando a la gente con mentiras? Falun Dafa es una práctica espiritual de la escuela de Buda, pero cuando la gente cree la propaganda difamatoria emitida por televisión; odia, maltrata y calumnia a Falun Dafa. ¿No hace esto que la gente cometa el grave pecado de difamar el Fa de Buda? A lo largo de los años, los discípulos de Dafa han contado a la gente los hechos sobre Dafa -aunque esto pudiera poner en peligro su seguridad- sólo para que la gente conozca la verdad, deje de difamar a Falun Dafa por ignorancia y cometa pecados”.

Escuchó en silencio lo que le dije. Cuando por fin le acostamos, se acercaban las once de la noche. Empecé a hacer los ejercicios de Dafa cerca de su cama y, al cabo de unos minutos, noté que los intervalos entre los hipos se hacían más largos. Veinte minutos después, estaba dormido y durmió profundamente el resto de la noche. No volvió a tener hipo.

Se despertó muy contento y movía la mano arriba y abajo, intentando decirme algo. Le di un bolígrafo y un cuaderno. Escribió: “¡Hoy me siento muy bien!”.

Le pregunté: “¿Recitaste de corazón las frases auspiciosas que te dije?”. Asintió con la cabeza.

Su hija se despertó y preguntó: “¿Mi padre todavía tiene hipo?”.

“No, lo curó tu tía”.

“No, no fui yo, respondí. Fue Shifu quien dio una oportunidad a tu padre. Mientras recitemos sinceramente las frases auspiciosas, ocurrirán milagros y seremos bendecidos”.

Una enfermedad crítica acabó por despertar a mi cuñado; aprendió la verdad y también renunció al PCCh y sus organizaciones. Su historia conmovió también a sus seres queridos. Mi hermana y mi sobrina también empezaron a recitar las frases y le recordaron que siguiera haciéndolo. Se recuperó rápidamente. Un mes después, le quitaron la sonda nasogástrica y pudo hablar.

Le di más material informativo sobre Dafa. Después de escuchar las historias de cultivación de los practicantes, a menudo se emocionaba hasta las lágrimas, juntaba sus manos y decía: “Gracias, Shifu”.